Me masturbé antes de salir de la ducha. Comenzaba el verano y me disponía a dejar Valencia para regresar a casa de mi padre. Evidentemente, allí no tendría tanta libertad para escribir relatos y ver porno, de modo que quise darme un último capricho antes de hacer las maletas y emprender viaje.
Mis padres se divorciaron cuando yo era pequeño, pero se llevaban bastante bien. Cuando se conocieron, ella era una chica extrovertida de viaje por Ibiza con sus amigos; mi padre un empleado de banca bastante atípico, muy simpático y bonachón. Pero el amor se les acabó al poco de nacer yo y enseguida se divorciaron.