Me llamo Raúl. Les voy a contar mi experiencia. Tengo 20 años. Vivo con mi madre que enviudó muy pronto. Ahora es una mujer de unos 40 años. Es robusta, joven, muy atractiva. Su nombre es Elena.
Ana es mi novia. Es delgadita. Muy bonita.
El problema es que invité a Ana a mi casa y se la presenté a mi madre. Se hicieron increíblemente amigas hasta el punto de que parecía que se amaban tanto como nos amábamos Ana y yo.
Este verano surgió la idea de ir de acampada y de pronto me enteré de que también iba a ir mi madre. Eso me irritó. Las mujeres no comprenden las necesidades masculinas y que yo pensaba trajinarme a mi novia.