Era de mañana en la casa de los Smith, una familia típica de los suburbios, que constaba de 3 personas.
En primer lugar el padre, su nombre es Jacob, es la representación perfecta al estereotipo norte-americano, un hombre de 45 años, piel blanca, su altura es de 1,78, pelo café aunque ahora mismo no es que tenga mucho (calvo), ojos negros, tiene un rostro muy bien esculpido (uno jamás diría que era feo), pero con un físico que no es de lo mejor que digamos, debido a las horas y horas que se la pasa metido en su trabajo, descuido bastante este aspecto de su persona, dejándolo como un gordo más del montón, sin embargo, eso no le quitaba el porte autoritario que tenía en su trabajo. Un ingeniero respetado en la empresa.