La perversión de mi hijo

Después de mi divorcio me mude a las afueras de Madrid con mi hijo y alquilamos una casa en un pueblo que estaba muy bien conectado por tren con la capital y cada día nos desplazamos a Madrid mi hijo Mateo de 23 años estudia en la universidad y yo trabajo en una entidad aseguradora, aunque mucho tiempo de mi trabajo lo desarrollo desde casa y muchas veces ni me desplazo.

Me llamo Elena y tengo 41 años físicamente estoy muy bien, mido 1.60 tengo el pelo moreno, media melena un culo respingón y unas tetas de buen tamaño y me mantengo en un buen peso y me he divorciado de mi marido hace unos 6 meses, me case muy joven y enamorada pero todo se fue diluyendo con el paso de él tiempo y mi marido ha tenido muchos problemas de juego y nuestra economía quedo muy mermada hasta tal punto que he tenido que subalquilar una habitación a una chica que trabaja en una residencia de ancianos.

La vida cotidiana en mi casa fue bien aunque yo siempre he notado como mi hijo estaba muy pendiente de mi e incluso me espiaba cuando me duchaba o me cambiaba de ropa y muchas veces tuve la impresión que me miraba como una mujer y no como su madre.

La chica que vive con nosotros se llama Cora y tiene 27 años, es muy mona y atractiva es un poco rellenita y un poco más alta que yo y desde el primer día que la vi siempre he tenido la sensación de que era lesbiana y de ser ese el caso ella seria la dominante y por algún extraño motivo que yo desconocía su presencia me alteraba y me excitaba.

Un día llegue a casa y me quite los zapatos al entrar y pensé que no había nadie y escuche unos ruidos que venían de la habitación de mi hijo, cómo si se descorchara una botella de cava y al acercarme pude ver a través de la puerta medio abierta a mi hijo desnudo en la cama y a Cora haciéndole una mamada, Cora le agarraba la polla con una mano y se la metía en la boca y se la chupaba y le lamía la punta, yo quede pasmada y sin saber qué hacer pero mi curiosidad me hizo volver a mirar y nunca vi a mi hijo de otra manera pero verlo desnudo en aquella situación su torso corpulento y el tamaño de su pene, grande y grueso que volverá loca a muchas mujeres y Cora lo estaba lamiendo y chupando a conciencia y podía escuchar claramente cómo mi hijo jadeaba por un momento Cora levanto la cabeza y yo me eche hacía atrás pero creo que me vio y me quede fuera de su campo de visión y podía escuchar claramente todo.

– Voy a montarte – dijo Cora – que polla que tienes semental

Escuche claramente como se movían se hizo el silencio por un momento y Cora lanzo un suspiró y seguidamente escuche como temblaba la cama y los gemidos que ella emitía.

– Me encanta tu polla – jadeaba Cora – imagina que te éstas follando a tu madre

Mi hijo lanzo un suspiro y aumentaron los ruidos que hacía la cama al temblar

– Te crees que no me he dado cuenta cómo la miras – dijo Cora – que te la quieres pasar por la piedra

– Eres muy pícara tu – dijo mi hijo

– Piensa en ella y fóllame a mí – balbuceo Cora

Yo me fui silenciosamente y salí de casa y me fui a tomar algo a una cafetería cercana y dejar pasar el tiempo y mis pensamientos me dejaron confusa, no sabía si Cora me había visto y si era así lo que dijo era dirigido a mí o era tan solo fruto de una casualidad. Volví a casa pasada una hora, hice bastante ruido al entrar y Cora y mi hijo estaban en la cocina hablando tranquilamente, Cora tenía los ojos brillantes y una expresión igual que mi hijo de satisfacción.

– Hola chicos – los salude – que tal estáis

– Hola mama – contesto Mateo

Cora me hizo el gesto de un corazón y me dio un beso en la mejilla, yo pensé que no me había visto, pero no estaba segura del todo y cenamos y estuvimos hablando los tres animadamente y me fui a acostar y un cosquilleo me invadió mi cuerpo y me vino a la mente la imagen de Cora chupándosela a mi hijo y la conversación que tuvieron y estaba excitada y me lleve la mano a mi húmedo coño y me masturbe (hacía tiempo que no me masturbaba) y me corrí intensamente y me levante para ir al lavabo a limpiarme y beber un vaso de agua y escuche como temblaba otra vez la cama en la habitación de mi hijo, estaban follando otra vez y me volví a la cama excitada y me masturbe otra vez.

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