Luego de hacer una cita en el consultorio médico, Elisa llegó al lugar en busca de un examen ginecológico. Al ingresar a la sala de espera, se sentía un tanto nerviosa pero también excitada por la idea de que el medico la viera desnuda.
El doctor, un profesional experimentado, la recibió con una sonrisa amable. Le indicó que pasara a la sala de examen y le ofreció una bata para que se desvistiera y se sintiera más cómoda durante la simulación.
Elisa se dirigió al vestuario y se quitó sus zapatillas, deslizando los cordones con cuidado. Luego, desabrochó su jean ajustado y lo dejó caer al suelo. Con manos temblorosas, se despojó de su remera rosa, revelando un sujetador blanco que resaltaba sus curvas.