La esposa de mi tío

Un día llegó un tío muy borracho a mi casa y estuvimos platicando. Llegó un momento en el empezó a insultar a mi familia y yo en ocasiones le contestaba para que no se sobrepasara de lo que él decía (pues sabía que estaba en estado de ebriedad), y en verdad yo me estaba enojando.

Él empezó a insultar a su esposa como a una puta, pues anteriormente había tenido un problema de parejas, y yo solamente lo escuchaba cuidadosamente. Llegó un punto en el que él le marcó a su esposa y sólo para insultarla y hacerla sentir mal.

Cuando él se fue me quedé muy enojado y sabía que yo debía hacer algo para callarle la boca.

Yo sabía que mi tía estaba herida emocionalmente, así que decidí atacar por ese lado para que ese cabrón anduviera un cuchillo enterrado sin saberlo.

Clímax.

Era el mes de diciembre. Un día me mandaron a traer a una tía avanzada de edad a rezo que se llevó a cabo en casa de una señora de nuestra colonia. Así que yo fui por ella, pero el rezo aún no había acabado. Sorpresa mía, a una cuadra de llegar a esa casa venía mi tía (la esposa de mi tío) en dirección a la casa del rezo porque también iba por su mamá (señora de avanzada edad) así que yo la alcancé, la saludé y empezamos a platicar.

En la conversación yo toqué el tema de mi tío y me dijo que él era un culero, cabrón mal agradecido; yo me hacía que no sabía nada del tema. Y le dije que era una señora joven y que me diera su teléfono para que pudiéramos platicar mejor, ya que son muy chismosos en mi colonia. Ella accedió y en las conversaciones del WhatsApp, nos fuimos conociendo mejor y llegó el punto de mandarnos fotos. Audazmente la convencí de ir a un motel a tener relaciones sexuales porque le hacía creer que mi tío no la merecía y así los dos le daríamos una cucharada de su propia medicina.

Cuando yo llegué primero al motel, le indiqué que habitación era y ella entró al cuarto.

Ella se sentía muy pero muy nerviosa y cara de arrepentimiento, yo la hice sentir segura y calmada de la situación. Para dos minutos después nos empezamos a besar y a tocar nuestros cuerpos con ropa.

Yo me desnudé primero y ella se desnudó después «ella tiene un cuerpo tipo gordita, de carita gordita con lonjitas y lo que yo deseaba desde hacía tiempo, ahorita tengo 22 años, era su enorme trasero, un trasero grande de piernas grandes, cuando camina se le mueve todo el trasero de lo grande que es».

Así que le ordené que se pusiera en el sofá de Kama Sutra con las manos en la parte más pequeña de la curva y su jugoso trasero en la parte más grande. Cuando vi el enorme trasero que tenía le empecé a untar lubricante, cada vez que huelo ese lubricante me acuerdo del enorme culo que tuve en mi pelvis.

Cuando la empecé a penetrar le dolía un poquito porque hacía 3 meses que no había tenido relaciones, después de eso la empecé a penetrar despacio y después le metía todo mi pene y la nalgueaba porque ese culazo merecía ser nalgueado, le agarraba las tetas (no muy grandes) y le di de a perro como 10 minutos, después la lleve a la cama y la puse de cuchara y ella gritaba que yo era su papi y que le encantaba lo que yo le hacía a ella. Gemía como la puta que mi tío me había dicho, y lo que él decía era verdad. Era mi puta en ese cuarto.

Final.

Cuando terminamos de tener relaciones sexuales y nos bañamos juntos, yo me sentía el padre de mi tía pues la tenía desnuda y dispuesta a gemir conmigo si yo lo quería.

Después de eso, ya no tuvimos relaciones sexuales, vaya hasta que tengamos algún momento y lugar adecuado.

Lugar: Veracruz. México.

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