Cuando era joven, nunca fui muy bueno con las mujeres, era muy tímido, por lo que mi primera vez fue a los 25 años. Siempre me ponía nervioso cerca a las mujeres. El hecho de ser virgen, hacía que me ponga más nervioso y el pasar de los años no ayudaba, debido a la vergüenza que sentía por aun ser virgen siendo tan mayor.
Cuando estaba en el colegio, conocí a una amiga de mi prima, la cual me gustaba mucho. Salimos unas cuantas veces, pero mi timidez hacía que no me atreviera a declararme. Se llamaba Mia. Era bonita de cara, unos senos grandes y un trasero mediano. Era baja de altura. Pasaron muchas cosas que hicieron que nunca pudiéramos tener una relación.