Ya ha pasado un año desde mi viaje a New York donde conocí a Germán, el chico nerd de mi relato en el Airbnb.
Algo que él nunca supo, es que su amigo Juan, (quién fue nuestra conexión para conocernos y encontrarnos), ya me había cogido antes en Caracas, nuestra ciudad. Juan y yo siempre fuimos muy liberales en cuanto al sexo que teníamos. Lo disfrutábamos al máximo y nos deseábamos muchísimo pero nunca pensamos en formalizarnos como relación pues él siempre estuvo de novio con una flaca…
En fin, el punto es que, después de mi gran encuentro con Germán, ideado por Juan, he quedado con la duda de cómo sería tenerlos a los dos exclusivamente para mi placer.