Soy Delfina, una mujer de 27 años, de cabello rojizo, 1,67 m de altura y unos 60 kg. de peso. Estoy felizmente casada desde hace cinco años con Oscar, a quien adoro.
Hasta hace un par de años era una mujer “normal”. En realidad, sigo siéndolo; salvo, tal vez, por el tamaño de mi busto. Tengo unos pechos realmente grandes y tengo que lidiar con todos los inconvenientes que ello conlleva. Sin embargo, no siempre fue así.
Todo comenzó una noche de hace dos años, después de hacer el amor, hablando de tonterías con mi marido. No recuerdo cómo, comenzamos a hablar de las partes del cuerpo que nos gustaban, de uno mismo y del otro. Casi como al pasar, él comentó: “Me hubiera gustado que tuvieras tetas más grandes”.