Trío bisexual en Buenos Aires

Fines de mayo en Buenos Aires. Despedida de soltero del Cabezón, fin de semana de lujuria total.

Viernes de noche, asado, fernet, vino y nos fuimos a un club que quedaba por zona norte al que no se podía entrar con el teléfono.

Andábamos mirando, el flaco se fue con unas alemanas (el maldito hablaba bien alemán), el Cabezón se fue con el flaco. Quedábamos el Gato, el Valli y yo.

Los veo que se van con 2 veteranas que les ofrecieron algo para tomar y creo que algún billetín y yo estaba mirando a una cuarentona bien puesta, que la fui a encarar, pero andaba buscando otra nena para jugar a la tijereta.

Estaba como perdido cuando en un rincón había una pareja, ella 40 de buen ver, el mas cerca de los 50 y se notaba que metían gimnasio.

Ella me mira y me levanta la copa como brindando desde lejos, yo levanto la mía y me quedo donde estaba. Él se levanta y me invita a ir donde estaban ellos.

La mujer queda en el medio de los 2 y empezamos a charlar, al rato me dicen si quería ir con ellos a su departamento en Palermo, que, a él, le calentaba mucho ver a su mujer cabalgando otras pijas.

Estaba muy bien ella, así que acepté y nos fuimos los 3 juntos.

Durante el viaje, todo muy “normal”, él decía que quería que nos la chupara a los 2 a la vez y que nos fuera atendiendo como nos merecíamos y otras cosas calentando el ambiente.

Al llegar abre la puerta, él fue a buscar una botella de espumoso y 3 copas, pero ella empezó a calentar el ambiente, tocándome la pija por encima del pantalón, diciéndome al oído que tenía muchas ganas de otra pija en su casa llenando todos los agujeros.

– ¡No me dejen afuera, no empiecen sin mí! se escuchó desde la puerta de la cocina.

Ella se agachó, bajó el cierre de mi bragueta, sacó mi pija y me la empezó a chupar, su marido abrió la botella, sirvió 3 copas, me dio una, agarró otra y dijo, brindemos por esta hermosa mujer que nos reúne a los 3 acá. Abrió su bragueta, sacó su pija que era promedio nomas y ella se la empezó a chupar, alternaba entre las 2 pijas y en un momento nos pidió que nos juntáramos, así se metía las 2 pijas en la boca a la vez. Era la primera vez que mi pija tocaba la pija de otro hombre, pero ella hacía magia con la lengua.

-Sentate en el sofá que me la quiero clavar en la concha, casi que me ordenó.

Me senté, ella se levantó el vestido, se corrió la tanga a un lado y de espaldas a mí se sentó en mi pija, mientras el marido que se pajeaba con lo que veía.

– Acercate, ¡que te la voy a chupar! Dijo ella que era quien llevaba la voz de mando, él se acercó y ella se puso a chupar mientras me cabalgaba.

La mina tenía un culo de novela, bien trabajado en el gimnasio y no paraba de moverse.

A esa altura seguíamos los 3 vestidos, los 2 hombres con la pija afuera, y ella con el vestido levantado hasta la cintura y la tanga corrida a un costado.

Se dio vuelta y se puso de frente a mí, se sacó las tetas del vestido y me las dio a chupar mientras se la metía de nuevo.

– Vos chupame el culo mientras me como esta verga por la concha y vos abrime bien las nalgas.

Ni lerdo ni perezoso la agarré de las nalgas y se las separé para que el marido le chupara el culo, seguimos así y en un momento le dice que se la meta por el culo que quería sentir una doble penetración.

El tipo se acomodó, empezó a penetrarle y de a poco sentía la verga del marido a través de la separación del culo y la concha.

Ella se empezó a mover y gritaba que era muy puta y que quería 2 pijas adentro toda la noche y que en ese momento era una puta feliz.

Sacamela y chupá como vos sabes le dijo al esposo mientras me agarraba las manos, me las ponía atrás de la cabeza y la cabalgata tomaba más ritmo, yo creía que le iba chupar el culo de nuevo, pero me desabrochan el pantalón, me lo bajan un poco y empiezo a sentir una lengua en mis huevos y me los empiezan a chupar.

– Relajate, que de acá te vas bien servido, pocas bocas como la del puto de mi marido vas a probar en la vida me dijo al oído mientras me desabrochaba la camisa y me chupaba los pezones.

El marido sacó mi pija de la concha de la mujer y me la empezó a chupar ” no mires, dejate llevar y chupame las tetas”.

Él me sacó el pantalón, ella la camisa y entre los 2 me dejaron en bolas, ella se sacó el vestido por la cabeza y se quedó en tanga.

no hacía ni media hora que habíamos llegado, la me habían chupado la pioja una mujer y un hombre, me había cogido a la mujer de otro, habíamos hecho una doble penetración, esa noche prometía.

Ella volvió a meterse mi pija, él volvió a chuparme los huevos, los levantaba, me chupaba el perineo y trataba de llegar a mi culo, me acomodé, el me empezó a pasar la lengua por el agujero del culo, me levantó las piernas para chupar mejor y empezó a pasarme un dedo, la única vez que me habían metido algo, había sido la pija chiquita del trava que me había cogido unos meses antes. Al minuto siento como me empieza a puntear con la pija y le digo a la mina

– tu marido me quiere garchar!!

– Te va a puntear un poquito para que se te pare más todavía.

Pero el hijo de puta empezó a hacer presión y me abrió el culo de a poco y me la metió hasta la próstata.

– Enojate y vengate me decía mientras me daba por el culo, dale, enojate y vengate!!!

yo no sabía dónde estaba, tenía una mina que estaba muy buena en mi pija y el marido me estaba dando por el culo… era mi primer trio Bi y me estaban cogiendo.

-Sacámela! le grité.

Él hizo caso y se apartó, quedó parado al costado mientras la mina seguía clavándose mi pija y me decía al oído, se portó mal y tenes que castigarlo, vas a ver que lindo culito que tiene.

Ella se levanta, él se había desnudado y estaba de espaldas, solo se había quedado con una tanga de mujer.

– Decime si mi marido no tiene el mejor culo??

Ella se pone al lado de él y si bien no tenía muchas caderas, el tipo tenía un culo firme y bien trabajado. estaba todo depilado y la verdad es que me he cogido minas con no tan buenos culos.

Ella se mojó un par de dedos con saliva, le corrió la tanga y empezó a trabajarle el culo al marido.

– Te cogió sin pedir permiso, yo creo que tenes que vengarte. ¿No te gustaría cogerte al puto de mi marido?

– Sí cójame señor, me porté mal y preciso que me hagan pagar penitencia, preciso carne en mi culo…

Era una suerte de juego de dominación y no me iba a quedar afuera.

– No pediste permiso y me cogiste, ¿estás de vivo vos? Y vos dejale de trabajar el culo, que se lo voy a trabajar yo. Dale, chupame la pija putito, así te la meto, que tu culo ya está haciendo guiñadas.

Se tiró de cabeza a chuparme la pija y la mujer se arrodilló al lado de él y la chupaban entre los 2, de los mejores orales a 2 bocas que me hicieron hasta el momento, me acuerdo y se me para.

Date vuelta y ponete en 4, muy obediente se puso en 4 y la mujer le abrió las nalgas, empecé a empujar y se fue toda para adentro sin ningún problema siiii siiii decía el marido y se movía hacia atrás para que le llegara hasta el fondo.

Agarré ritmo y empecé a penetrarlo una y otra vez, la esposa se acostó boca arriba y mientras yo lo cogía, él le chupaba la concha, ella disfrutaba tanto del oral, como de ver como se cogían al esposo.

-¡Ay, que puto que soy, como me gusta que me cojan! siii dame más, ¡¡metémela hasta el fondo!! Que buen macho que conseguimos hoy mi vida.

– Sii mi amor, como me gusta verte empalado y como se te para!!! Hagamos un trencito antes de que te acabes.

Ella se metió abajo del marido y él la cogía mientras yo me lo cogía a él.

– Tenés un muy lindo culito, pero quiero probar el de tu esposa.

– Pará, pará, no me la saques que me estoy por acabar, ¡cogeme más por favor!

Yo estaba al límite y sabía que si el marido empezaba a acabar y me apretaba la pija con el culo me iba a ir en leche, así que le di unos serruchazos más, saqué la mitad y me apreté la base de la pija, mientras el tipo se acababa, para no acabarme sin probar el otro culito. Apenas el terminó de eyacular, ella se salió de abajo de el y se puso en 4 porque era su turno.

Se la metí de una hasta el fondo y empezó a decir, “¡ay, sí, que rica pija, con razón te acabaste todo con esta poronga en el culo!

Me concentré en no acabar y estuve como 10 minutos dándole para que tenga y cacheteando ese culo hermoso.

El marido vino por atrás y empezó a tacarme el culo, quería revancha y yo estaba en un éxtasis tal que no me importó que me empezara a dar por el culo.

Era un trencito de toma y daca, gozaba cuando iba para delante y cuando iba para atrás.

– Avísanos cuando estés por acabar dijo la esposa.

– En breves largo toda la leche les dije, el me dio un par de estocadas hasta el fondo, se salió y los 2 se arrodillaron a esperar la leche con las boquitas abiertas.

Al toque largué toda la leche que tenía acumulada y se las tiré en las caras. Se peleaban por la leche y el vino a limpiarme la pija con la boca, dejándomela reluciente.

Caí sentado en el sofá, mientras ellos se besaban y limpiaban.

Agarré mi copa, me serví un poco más y me deleitaba viendo cómo se besaban, casi en seguida se me paró de nuevo y fui a por un oral a 2 bocas.

El se pajeaba mientras me la chupaban y se acabó en seguida.

Ella se tiró en el piso y yo me le tiré encima, la taladré a más no poder y a los 5 minutos le estaba llenando la concha de leche.

Me levanté, me vestí llamé un remis y me fui.

Cuando iba en el coche, noto algo en el bolsillo del pantalón, eran 300 dólares y un mensaje que decía, cuando quieras repetimos.

Había sido taxi boy por una noche y no lo sabía.

Deja un comentario