Mi primo Hilton me apretó contra la pared de su habitación aquella tarde. Él a mí me había gustado desde siempre, pero mi sorpresa fue mayor cuando se inclinó hacia mí y me dijo:—Quiero hacerte mía, sin descanso alguno. Empezó a lamer mi cuello y me entregué por completo a él.
Desde esa tarde, Hilton y yo hacemos amor todos los días.
Hilton tiene novia, una hermosa chica morena de 25 años llamada Marilu que me agrada muchísimo.