Esta historia que les contare es una de las más extrañas que me han ocurrido.
Los que me conocen saben que estoy muy piernona y nalgona, me cuesta trabajo usar mezclilla o pantalones, casi siempre estoy con minifaldas, vestidos o licras, eso vuelve locos a todos a mi alrededor.
Mi auto se descompuso y tuve que usar transporte público, ese día vestía una minifalda roja de holanes y una blusa escotada negra, obviamente era observada por todos, subí al tren de una estación de la línea café del metro de a la ciudad de México, los que lo usan saben que esa línea en las mañanas está a reventar.