Ayer necesitaba relajarme, y busqué en webs de masajes que incluyen fotos, pero no me parecía ninguna profesional suficientemente guapa.
Decidí visitar una web de experiencias con profesionales del relax. Entré en la zona de masajistas y fui leyendo algunas expes hasta llegar a una, la de una tal Cristina, que sí encajaba con lo que quería: 1’60, delgada de gym, 50kg, castaña, ojos verdes, española, universitaria. No ofrecía sexo, y todas las opiniones eran negativas por ello. Decidí llamarla. Quedé a la salida del curro, y me dirigí a la dirección. Es curioso el protocolo de que te citen en un portal sin saber el piso, y al llegar debas avisar para que te den la dirección concreta. Subí y me abrió una chica como las que ligo en el bar de Derecho. Era abogada además según me dijo, y trabajaba en