Acababa de separarme, así que tenía un humor extraño, entre la melancolía y la euforia de la liberación.
En general me gusta el coqueteo, así que cuando ovulo es más bien un tema de calentura, me pongo re cachonda y se me antoja verga, se me antoja que me rocen, suavecito, que discretamente toquen los pezones, y entonces busco relatos eróticos y me masturbo hasta tener un orgasmo.
Una tarde, que no había señal y andaba cachondona, me fui a la playa a nadar. El mar estaba delicioso y no se veía a nadie muy cerca, así que me quité el traje de baño para disfrutar del roce del agua por todo mi cuerpo, especialmente mis partes sensibles. Me gusta especialmente nadar de pecho y sentir la caricia del agua en mis labios vaginales, que se abren ampliamente cada vez que pataleo.