Quien no a soñado nunca con una enfermera cachonda solo para él.
Hacia poco que trabajaba como enfermera, esa clínica había sido mi primer trabajo después de salir de la facultad. Como podrán imaginar soy jovencita,22 años, pero no inexperta en todo.
Aquella mañana nos avisaron de que trasladaban a nuestra unidad a un paciente que necesitaba reposo para poder irse a casa sin problemas.
El hombre llegó por la tarde y yo no le vi hasta la mañana siguiente; nadie me aviso de lo atractivo que era. Cuando pase por su habitación para tomarle las constantes vitales rutinarias de la mañana, el dormía, no pude reprimir los deseos que rápidamente brotaron en mi cabeza al ver a aquel hombre allí tumbado, con el torso descubierto. Con mucho cuidado salí de la habitación y me dirigí al control de enfermería para tratar de enfriar mi mente calenturienta.