Durante un tiempo trabajé en una oficina. Era asistente del gerente, hijo del dueño. Un muchacho joven, de 30 años, buena presencia. Yo recién tenía cumplidos 20 años. Llevaba unos meses trabajando en la empresa.
Con mi jefe,digamos,formamos una muy buena relación de confianza laboral.
Una mañana se presentó en la empresa un hombre preguntando por Julián,mi jefe. Le dijeron que no había llegado,y pidió que lo ubicaran. Yo estaba en su despacho, y lo llamé para contarle esto. Dijo que no iba a ir, pero que no comentara eso con nadie.