Nunca imaginé tener una conducta tan liberal y fuera de prejuicios y temores. Y comportarme como una verdadera hembra sedienta de sexo. Saber que había sido yo quien tomara desde el principio la iniciativa de conquistar a aquel hombre que era mi sobrino me tenia fuera de control.
No me importo que fuera el hijo de mi hermano, ni los 24 años de diferencia que le llevo.
Todo sucedió cuando mi sobrino Ricardo de 19 años vino de paseo y se quedó en mi casa
Ese Día , salía del baño rumbo a mi cuarto, totalmente desnuda, creyendo que estaba sola, cuando a mitad del pasillo de pronto me encuentro con mi sobrino que se dirigía a ducharse, también totalmente desnudo. Nos quedamos paralizados los dos sin saber que hacer.
En esos minutos, que me parecieron horas, sin atinar que hacer, pude observar a mi sobrino con una tremenda erección que me miraba sin atinar a nada. Como pude me tapé con las manos y corrí hacia mi cuarto
Luego, mientras tomábamos un café me pidió disculpas por lo sucedido, pero dijo que él no sabía que yo estaba en casa.
En medio de la conversación se disculpo nuevamente, esta vez por la erección que tuvo en esa oportunidad, pero me dijo no pudo controlarse, pues yo le había parecido una mujer hermosa, con un cuerpo escultural y varias cosas más, yo le dije, que no había problemas que estaba disculpado.
Yo tengo una amiga que hice a través del Chat, que si bien no nos conocemos personalmente, tenemos mucha confianza entre nosotras y se me ocurrió comentarle sobre el hecho, ella me preguntó que había sentido yo ese día que vi a mi sobrino desnudo y con tremenda erección, le comenté la verdad, si bien estaba aturdida, no tenía bien en claro mis pensamientos, por un lado pensaba que era mi sobrino, pero por el otro no podía dejar de pensar e imaginármelo desnudo y con su erección a full.
Que luego de ese día a la noche no podía conciliar el sueño pensando en él y me excitaba el hecho de pensarlo, y hasta llegaba a masturbarme varias veces imaginando ese día. Ella me sugirió que lo provocara, para ver hasta donde quería él.
Debo confesar que habitualmente me visto con minis muy cortas o pantalones (de vez en cuando) muy ajustados, y como creo que tengo buen cuerpo me gusta lucirlo
En otra ocasión, un viernes a la noche. Mientras cenábamos me dijo: quiero que me respondas una pregunta ¿que sentiste cuando me viste ese día desnudo?, me dijo.
Pensé en lo que me había dicho mi amiga, y le respondí; que me había perecido lindo él y en cuanto a su erección, me sentía halagada de agradar a un jovencito..
Me dijo, debo confesarte, nunca había imaginado que eras tan linda y con un cuerpo tan hermoso, el solo hecho de verte me excito de sobremanera y hasta he llegado al punto de pensar en ti, cuando he hecho el amor con otra chica, y en varias oportunidades me he masturbado pensando en ti, me dijo. Yo le contesté que estaba bien, pero que debía pensar que éramos tía y sobrino y que no debíamos pensar en nada más, a lo que me contestó que si podíamos, lo que pasa es que tu no quieres. Hoy por ejemplo, me dijo, al verte agachada buscando algo, no pude dejar de admirarte y mirarte las piernas hermosas que tienes, la cola, tu boca, toda vos me vuelve loco.
Esto me tenia muy excitada. Podía ver como su bulto crecía bajo su pantalón mientras yo sentía como mi vagina se comenzaba a humedecer.
Si le dije, estás loco, no podemos hacer nada, somos tía y sobrino, así que dejemos las cosas así.
Dicho esto me di la vuelta para buscar la salida, pero me agarró de atrás, me abrazó muy fraternalmente, pensé que se había arrepentido de todo y buscaba disculparse, nada más lejano, me abrazó con fuerza, me dio vuelta me puso frente a él, y me dio un beso en la boca, me quedé atónita, no sabía que hacer, me agarró la cara con las dos manos y comenzó a besarme, esta vez su lengua buscaba abrir mi boca.
Siguió besándome, esta vez con furia, abría mi boca con su lengua, me besaba el cuello, me tocaba los pechos, yo estaba petrificada, no sabía que hacer al respecto. Y él seguía, esta vez, aprovechando que estaba de minifalda, comenzó a tocarme las piernas, que son mi punto débil, me agarraba la cola, me la apretaba, mientras continuaba besándome, no se en que momento me puso contra la pared me levantó la falda y me apoyó todo su miembro contra mi vagina por encima de la biquini que tenía puesta. No se en que momento, me agarró la mano y la llevó a su miembro que ya lo tenía fuera de su pantalón y su calzoncillo, me la hizo agarrar y ahí comencé a sentir que ya no podía, y a esa altura, ya no quería pararlo. Comencé a retribuir sus besos, abrí mi boca y le di mi lengua. mientras seguía agarrada a su miembro que estaba que explotaba.
Me agarró de la cintura, me levantó hacia él y me sentó en la mesa, me subió la pollera, mientras besaba mis pechos ya fuera de la blusa, metió su mano entre mis piernas, tocaba mi vagina ya húmeda de tanta excitación, bajó mi biquini y comenzó a lamerme, huyyyyyyyy, que hermoso que lo hacía, ya fuera de mi me tiré para atrás y comencé a gozar, me saqué la blusa, la pollera y quedamos los dos desnudos.
Al cabo de un rato de lamerme y hacerme gozar hasta el cansancio, abrió mis piernas y comenzó lentamente a penetrarme, lo que le pedí es que lo hiciera salvajemente.
Pude sentir como toda su hombría entraba en mi de un solo impulso arrancándome un suspiro de dolor mezclado con placer al sentir todo su aparato abrirse camino entre mis entrañas. Entonces él me dijo «estas disfrutando tía» yo le conteste con voz entrecortada que si y después él empezó a entrara y salir moviendo su cadera en circulo mientras con la boca chupaba mis erectos pezones mientras yo le tenia sujetado de sus nalgas empujándole mas y mas adentro de mí.
Sentí que él me levantaba las piernas con sus brazos y metía más rápido su pene en mi vagina que estaba escurriendo jugos por todos lados. Esta situación hizo al poco tiempo que mis caderas comenzaran a convulsionarse y le enterrara mis uñas en su espalda; él advirtió que se venia mi orgasmo y terminamos juntos muy agitados abrazados y besándonos como no queriendo que se terminara el momento.
Cuando llegó Ricardo, mi sobrino, le di dos besos y le apreté contra mí hasta que pudiese sentir bien mis tetas en su pecho, al mirarle vi como se le encendía la mirada
Puse música y sonriendo e improvisando comencé a moverme y a inclinarme hacia Ricardo, desabotonando su camisa. Él me miraba embelesado y se colocó detrás de mí pegando su pelvis en mi culo y se movía al ritmo de la música.
Él se desnudo! Y me mordisqueo los hombros, los lamio y empezó a bajar su boca por mi espalda, poco a poco, unas veces depositó pequeños besos, otras veces su lengua dibujó círculos sobre mi piel, que se erizaba a su contacto. Estaba muy excitada, muy húmeda y sentía como mis fluidos resbalan por la parte interna de mis muslos
me arrodillé frente a él y abriendo mi boca tragué esa pija y hasta que no la tuve toda adentro no cerré la boca, apreté fuerte con mis labios hasta sentirlo palpitar y comencé a chupar con ganas y con deseo esa verga, mientras mi macho me manoseaba el culo cinchando las tiras de mi tanguita metiéndola aún más dentro de mi concha
Nos desnudamos completamente y nos dirigimos a la habitación me senté en la cama y me miré en el gran espejo que había frente a la cama.
Lo veía en el espejo, como si se tratara de la pantalla de un televisor y yo fuese la protagonista de una caliente película porno.
Mi sobrino estaba detrás de mi, me besaba en el cuello y me decía que era hermosa.
Sus manos viajaban por todo mi cuerpo, arrancándome gemidos de placer, mi imagen desnuda se reflejaba en el espejo
Me vi en cuatro patas sobre la cama, mi cara reflejaba lujuria y desenfreno, puso sus manos en mi cadera.
Lo vi ponerse de rodillas, tomando con sus manos su pene erecto, y lo frotó en mi culo.
Sentía la rigidez de su sexo enorme y palpitante, con la mano derecha tomé ese miembro y froté la cabeza en mi ano. Yo temblaba de placer
Su pene rozo mi esfínter anal y sentí el deseo que se hunda en él, su pene comenzó a hundirse en él, mientras mis caderas se relajaban ayudando a la penetración, era maravilloso.
Alcance a escuchar el suave gemido que dio cuando lo introdujo completamente
Veo en el espejo a mis pechos balanceándose al compas de las embestidas de mi sobrino, veo a un macho joven imponiendo su poder ante una mujer adulta que gozaba cada embate, no recordaba haber tenido un placer tan profundo.
Sentir su miembro tan adentro, era tan delicioso. Jaló una y otra vez mi cadera hacia su pelvis yo sentía que veía las estrellas, se inclino y por detrás, estrujaba mis senos que subían y bajaban por el movimiento
Empecé a mover mis caderas con fuerza para tratar de sentirlo mas adentro y de repente sentí que mi cuerpo empezó a contraerse sentía latir mi clítoris, cada vez sentía mas humedad en mi vagina y de repente grite , había sentido un orgasmo que me acerco a lo divino
Salió de mi rápidamente y yo abrí la boca esperando que me regalara el producto de su placer (lo que yo había ganado, mi premio) empezó a masturbarse para poder venirse bien y yo deseaba sentir su tibio semen gotear sobre mi y así fue, poco a poco un torrente de delicioso semen cayo sobre mi cuerpo y yo lo esparcí enzima de mi, por mis labios, por mis senos, lo batí por mi cuerpo como si fuese el elixir de la vida, quedé bañada de su semen.
Quedé acostada en la cama, exhausta, empapada y feliz.
Mi subconsciente alimentaba el placer y la lujuria, repitiendo en mi mente, – ¡!tranquila no estas haciendo nada malo,¡¡ es solo sexo, verdad que lo gozaste, nadie lo sabrá, te fascina como te coge tu sobrino, no te engañes, estas deseando sentirte ensartada con su pene, total seria una estupidez de mi parte dormir sola, con las irresistibles ganas que tenia de seguir tirándome a ese macho
Esa reflexión me convenció, que continuara disfrutando sin temores, de la lujuria sexual, que sentía toda mi carne por mi sobrino.
Eso me llevo a aceptar cumplir una de sus fantasías, quería verme siendo penetrada por uno de sus amigos, al que le había contado nuestras aventuras sexuales.
A la tarde llegaron a mi departamento, su amigo tenia un físico trabajado como de gimnasio.
Era para mi un placer tener a mi disposición a dos jóvenes extremadamente calientes.
Hablamos un rato y al ver sus miradas, noté un escalofrío que me recorría la espalda y los pezones se me pusieron duros. Me di cuenta entonces de que estaba caliente, me excitaba verlos así y tenía unas ganas terribles de arrancarles la ropa interior y ver sus penes…
Mi sobrino me conocía bien y sabía que me encantaba el sexo y me estaba poniendo muy caliente, así que se levantó y se acercó hacia mí y se arrodillo enfrente de mí. Sin decir nada, me levanto la minifalda, me bajó la tanga y me abrió las piernas y empezó a lamerme la vagina lentamente.
La punta de su lengua rozaba mi clítoris y los labios de mi vagina haciendo que cada vez estuviera más y más cachonda. Cada vez iba más rápido y su lengua comenzaba a penetrar y a chupar todo el flujo que salía del interior.
Me deje llevar, me tocaba los pezones y el cuello, y con los ojos cerrados disfrutaba de la sensación. Cuando los abrí, vi al otro chico desnudo, masturbándose. Tenía un pene grande, fuerte, largo y enseguida me entraron ganas de metérmelo en la boca.
Le dije que se acercara y él obedeció. Su cara de placer pedía una buena mamada. Cuando tuve su pene en la mano, la sensación de placer aumentó, mi sobrino me estaba metiendo tres dedos por la vagina y yo me moría. Seguía mamando, comencé a lamerle el glande con la punta de mi lengua y a darle besos a lo largo del pene.
Poco a poco me iba metiendo cada vez más en la boca, primero despacio y luego más aprisa. Notaba el sabor de su pene y cómo los fluidos se iban mezclando en mi boca. Lo metía y sacaba mientras le acariciaba los testículos y jugaba con mi lengua rozándole el glande. Comenzó a gemir y decidí parar, no quería que se corriera todavía.
Tenía ganas de que me penetraran, así que me puse de rodillas sobre el sofá y el chico al que había estado haciéndole la mamada me metió el pene rápidamente, en una fuerte embestida. Mi sobrino se acercó y comencé a chupársela a él mientras me acariciaba las tetas
Tenía la vagina llena de flujo y muy abierta, sentía el roce del pene que me penetraba y la presión dentro de mi de una forma increíble.
La penetración en mi vagina se aceleró y de repente noté cómo el semen inundaba mi vagina, resbalando por las paredes y saliendo afuera. No pude evitar en ese momento correrme Yo y fue entonces cuando mi boca se llenó de semen del otro, tanto que no podía evitar que se saliera y cayera por mi barbilla, no paraba de chupar y él me restregaba lo que había caído por mis tetas. Se la chupe toda hasta que no quedo nada
Cuando acabamos estábamos los tres tan cansados que decidimos darnos un baño juntos para refrescarnos. Yo seguía bastante cachonda y con una oportunidad como sea aún quería más, tenía el clítoris muy excitado y de mi vagina seguía saliendo mucho flujo.
Comencé a chuparles el pene, estaban flácidos pero seguía chupando y chupando mientras les decía que estaba muy caliente y que quería que me hicieran de nuevo el amor, chupaba los dos a la vez con desesperación, y al momento estaban duros de nuevo.
Mi sobrino comenzó a penetrarme con toda fuerza por mi vagina, mientras el otro chico se acomodaba por detrás y comenzó a penetrarme por el ano. no sentía dolor solo placer
Así me estaban penetrando al mismo tiempo. Lo que más me deleitaba eran aquellos dos cuerpos sudorosos pegados a mí. Los movimientos no fueron muy bruscos y me hicieron tocar el cielo. Tuve tres o cuatro orgasmos seguidos. Ellos se corrieron en poco tiempo.
Paso media hora de la llamada telefónica de mi amiga Laura, cuando escuché el timbre y corrí a abrir, era Laura, mi amiga que tiene 38 años y con la cual había tenido unas cuantas aventuras sexuales, quién traía en una bolsa transparente una botella de ron, y dos videos que mas tarde nos iban a hacer disfrutar a lo grande. Decidimos ponernos cómodas en la sala y prender la TV, mientras la botella de ron disminuía cada vez mas pasando por nuestras gargantas.
No tardamos mucho en tener nuestros pulsos acelerados cuando veíamos una escena en la que un hombre negro bastante corpulento penetraba con su enorme verga a una mujer que se veía bastante excitada, mientras el hombre apretaba sus enormes y erectos pezones.
Recuerdo que hubo un instante en el que miré a Laura y creí desmayar cuando vi que acariciaba sus dos senos desnudos con gran excitación y luego los llevaba a su boca y mordisqueaba sus pezones mientras jadeaba.
Laura sonrió cuando descubrió que yo la miraba con la boca abierta. Y me invito a que la imitara, a lo que yo accedí, ya que para ese punto me encontraba bastante mojada por la excitación, y sentía mi clítoris casi a reventar.
Comencé a tocar mis pezones que de inmediato se endurecieron, y de pronto sentí un gran deseo de que alguien los lamiera y mordisqueara, lo cual parece que Laura dedujo por mi expresión, pues para cuando reaccioné ella estaba totalmente desnuda recorriendo con su lengua mis senos y con su mano se abrió paso para tocar mi húmedo clítoris lo cual me volvía loca de placer, no demoré mucho en sentir un profundo y riquísimo orgasmo que me dejó casi sin alientos.
De repente sentimos que se abrió la puerta, para dar paso a mi sobrino quien tiene llaves de mi casa y decidió darme una sorpresa ¡y valla sorpresa! Yo no supe que hacer, ni que decir, aunque a el pareció excitarle mucho la escena ya que su enorme verga no tardó en notarse erecta a través de sus jeans.
Laura al notarlo se lanzó sobre el, y sin darle tiempo a reaccionar sacó su enorme y riquísimo falo y comenzó a succionarlo con avidez mientras el gemía.
Lo que estaba presenciando me volvía como loca y me masturbaba cada vez mas fuerte; queriendo ver mas le pedí a mi sobrino que la penetrara y aunque me miró sorprendido no tardó en obedecer.
Lo hizo sin ningún tipo de miramiento y de un solo empellón, ella sintió como la llenaba por completo, empezó un mete y saca con tal furia, que ella loca de placer, no paraba de gemir
Debo confesar que eso me excitó a tal punto que me volví a correr, mi sobrino al darse cuenta acerco su cara hacia mi vagina, sin dejar de embestir a Laura, tomando con su lengua todos los líquidos calientes que salían de mi
Yo sin perder mucho tiempo al ver que mi sobrino estaba a punto de correrse, suplique por su pene, que brilloso salió de la vagina de Laura, empecé a frotar su pene con mi mano y le chupaba la punta para excitarlo más.
Movía mi mano más rápido, quería que acabará pronto. Él me avisó que estaba por venirse, yo lo saque mi boca y le dije que no se lo guardará más y que me lo diera ya.
Cuando la excitación estaba al máximo y mi insaciable sobrino sintió que se iba a correr metió su verga a mi boca y me hizo tragar toda su leche caliente.
Parte del semen cayó en mi cara y cuello pero la mayoría cayó en mi boca. Seguí chupándole a verga hasta que me entregó todo el semen que tenía
Todos caímos exhaustos y planeamos repetir aquella noche inolvidable.
Al medio día estaba preparándome para salir cuando recibí un mensaje que decía «Hola linda, estas libre hoy? me gustaría verte. Era mi sobrino, que me había prometido organizarme sexo grupal.
A las pocas horas estaba en mi habitación esperando que lleguen los 5 hombres que había elegido mi sobrino para pasar esa noche en la que me había preparado para obtener el máximo placer sexual que haya podido imaginar jamás.
Mientras esperaba me vestí y desvestí varias veces quedando como más me gusta, un corpiño de media tasa que eleva mi firme busto dejando mis pezones a la vista, un portaligas ligeramente por debajo de la cintura que sujeta por medio de sus finas tiras las medias de lycra que llegan hasta la mitad de mis muslos y unos zapatos de tacones bien altos, casi dieciocho centímetros, elevando mi estatura aún más y nada más. No llevo bragas en estas ocasiones. Todo el conjunto color negro.
Cuando mi sobrino llego con sus amigos me encontraba sentada en un sillón, me levante a saludar a mi sobrino.
«vas a ser buena con nosotros ¿verdad?» me dijo mientras pasaba su mano por mi culo
Sus manos estaban ocupadas tocando mi cuerpo, a lo que yo no oponía resistencia, estaba tremendamente excitada y esas caricias me excitaban aun más.
Los cinco jóvenes tenían edades que iban entre los 18 y 22 años, aunque uno aparentaba menos.
Estaba realmente excitada, entonces el resto de los jóvenes, que se habían desnudado, se acercó a nosotros y me rodearon, me excité, al verme rodeada de todos ellos, con sus penes en la mano y mirándome de una manera lujuriosa.
Empecé a sentir innumerables manos sobre mi cuerpo, tocándome en todos los sitios, palpando, acariciando, apretando y hasta pellizcando. Tocaban mis pechos, mis pezones, mi culo, me mordían… También notaba de vez en cuando alguno de sus penes golpear o rozarse sobre mi piel. Sabía que me gustaba, mi excitación era otra vez enorme y tenía los muslos empapados.
El chico mas joven, el que aparentaba menos edad, puso su pene en mi boca y yo comencé a lamerlo y a chuparlo instintivamente, me gustaba muchísimo sentir aquella maravilla caliente y rígida en mis labios y en mi boca, se la chupaba con verdadera pasión mientras clavaba mis uñas en sus firmes glúteos.
Estaba tan concentrada en eso que casi no note que alguien había metido sus dedos entre mis piernas y los movía dentro de mí, mientras notaba lenguas en mis pechos y sobre mi piel, no sabía ni de quien ni donde exactamente pero no me importaba ya.
No dejaba de escucharles decirme obscenidades.
«umm esta madura está bien rica jeje»
«mira como le gusta chupar, parece una putita hambrienta»
«está chorreando la muy guarra»
«toma zorra, te gusta que te den caña eh»
Estaba silenciosa, chupando mientras otros me chupaban a mí, hasta que noté que ya no se conformaban con tener sus dedos dentro de mí, y algo más grueso y caliente luchaba por entrar en mi vagina.
Ya no solo era uno de ellos el que entraba en mí, se iban turnando para penetrarme, y sabía cuando iban a cambiar cuando dejaban mi vagina vacía un poco más de lo normal, hasta que otro pene duro y ardiente entraba en mí y me taladraba con desesperación. Mientras uno me penetraba, los demás esperaban tocándome y pasando sus penes mojados por mis jugos por mi cuerpo, y ahora incluso jugaban con sus dedos en mi ano, metiéndome un dedo al mismo ritmo que me penetraban.
Sabía que no se iban a conformar con eso, y tardaron muy poco desde que cambiaron ese dedo por uno de sus penes.
Dejé escapar un grito de placer y dolor cuando mi culo fue invadido por esa pija enhiesta que se abrió camino de una sola embestida.
Al sentirla clavarse dentro de mí por completo gemí de excitación, ensartada por todos mis orificios, llena de fluidos, saliva, sudor
Los orgasmos se sucedían en mí, uno detrás de otro, sintiendo cada una de sus diferentes pollas introducirse y follarme en cada uno de mis orificios, estaba mojada, agotada, desecha, de rodillas en el suelo, con todos ellos a mi alrededor, masturbándose encima de mí con sus penes hinchados, a punto de explotar.
El placer que esos hombres me estaban otorgando era mucho mayor al que yo podría imaginarme, era dar y recibir gozo sin regateos.
Me sentía tal una Diosa adorada por sus devotos, lamí, chupé, saboree esas pijas erectas que se me brindaban tal una ofrenda.
Empezaron a correrse sobre mi cara, notaba su semen escurrir por mi cara y mi cuerpo, chorros de semen que ardían en mi piel mientras resonaban sus gemidos apagados, me hicieron abrir la boca, tragarme parte de su esperma, el resto lo extendían con sus pollas sobre mi cara, estaba completamente cubierta y pringosa, con un olor fortísimo a semen y sexo.
Me dejaron allí, sentada en el suelo, mojada, desnuda y cubierta de leche.
Tenía una sensación difícil de explicar, entre satisfacción y humillación, entre deseo y excitación
Mi sobrino estaba sentado al borde de la cama, sonriéndome
Las palabras no eran necesarias, parecía que estábamos poniendo en práctica una obra muchas veces ensayada y la actuación había sido ejecutada a la perfección.