Os voy a contar la historia de la desvirgación anal a una chica universitaria veinteañera.
Como cada mañana cogí el coche y de forma automática me dispuse a ir al trabajo, sin prestar mucha atención a lo que hacía. Somnoliento arranque y me puse en camino. Poco a poco me iba despejando, avanzando sin prestar mucha atención a lo que hacía. En una de las rotondas por las que pasaba con lentitud, de repente un coche me envistió y choco con el mío. Una vez pude rehacerme del susto inicial, Salí del coche de muy mal humor, mire los daños que me había causado. La verdad es que no eran muchos, había sido más el ruido que las nueces, en fin que se le va hacer. Miré en dirección al otro coche y me dirigí hacia él para que me diera sus datos. La chica que lo conducía era muy joven tendría unos veintitantos, era una chica muy