Eran las 8 de la mañana y me despertó un mensaje de móvil: Nena, gracias por decidirte ayer. Irá a las 12h una amiga a llevarte de compras y si quieres y la aceptas se quedará unos días contigo para enseñarte todo lo que haga falta. Confía en ella. Espero que os hagáis buenas amigas. Nacho.
¿Era cierto o lo estaba soñando? Un rato más tarde volví a leer el mensaje, no lo estaba soñando, y empecé a notar el culo ocupado por el plug. Me gusta sentirlo, me movía en la cama para notarlo. Empecé a recordar toda la noche anterior y como nacho me hizo suya. Me gustaba la idea, dudaba que fuera a estar a su altura, pero me apetecía ofrecerme y sentirme la princesa de alguien. Me volví a quedar dormida.
Desperté violentamente, como si se me olvidara algo y eran ya las 12,15h y sonaba el timbre de la puerta. Me levanté y me puse el albornoz para abrir la puerta:
– Hola, soy Natalia, amiga de Nacho. Tú debes ser Isa. Me plantó dos besos y entró. Veo que acabas de despertarte, te importa que entre? Toma, te he comprado un café abajo. Ya me ha dicho Nacho que ayer terminasteis tarde…
– Hola Natalia, le dije yo… es un placer… perdona, pero estoy dormido…
– Dormida dirás jajajaja dijo ella…. No te preocupes Isa, si lo deseas te acostumbrarás rápido.
– Verás…, le decía mientras nos sentábamos en el salón, no estoy acostumbrado, acostumbrado a nada de esto… hasta ayer sólo era por internet y soy nueva…, pero la verdad es que me encantaría seguir con todo esto, pero no estoy, no sé cómo.
– Por la cara que has puesto cuando te has sentado , veo que siguen con el plug dentro… ¿Qué tal si te duchas y luego seguimos hablando? Además hay un montón de cosas por hacer hoy!!
Casi en silencio me levante y me fui directa al baño. Al desnudarme vi que seguía con las braguitas, ya rotas, y que el ojete me escocia levemente. Me duché tranquilamente, y me quité el plug, y note como salía algún resto del semen de Nacho, lo probé y me encantaba su sabor. Me hizo notar un pinchazo en el estómago y desear más.
Tardé un buen rato en ducharme, pensando en el ofrecimiento de anoche, quería seguir adelante y decidí que no podía perder esta oportunidad… pero ¿quién era Natalia?, no para de hablar, no se corta un pelo, es súper directa!!
Me estaba secando cuando Natalia entró en el baño… Isa, he pensado que si te parece bien te explico todo esto, quien soy y que hago aquí. Perdona si soy directa y seguramente habrás notado que no paro de hablar… Que buen cuerpo tienes niña!! Me dijo.
– Natalia, te agradecería que me contaras quien eres, porque te manda Nacho y que objetivo tienes… por cierto, ¿no te han enseñado a llamar antes de entrar?
– Jajajaja.. perdona Isa tienes razón. La verdad es que quería verte desnuda sin maquillajes y natural. Espero que no te importe, pero yo ya perdí toda vergüenza.
– Soy amiga de Nacho, continuó Natalia, desde el instituto. Soy transgenero y para mi Nacho es un hermano. Por eso, esta mañana me ha llamado y me ha contado todo sobre ti y me ha pedido que venga a ayudarte, a hablar contigo, a que vayamos de compras, en fin que si lo quieres puedas expresarme todas tus dudas y que cuentes conmigo. Nacho es mi hermano, pero tú y yo somos especiales. No estoy aquí para espiarte…
– Gracias Natalia, la verdad es que te lo agradezco… sinceramente ahora mismo no sé qué hacer, que paso seguir, a donde ir… Quiero seguir con lo de ayer, ofrecerme a Nacho, dejar que cuide de mí, me encanta lo que sentí y siento ahora. Lo de ir de comprar me parece muy buena idea, he de ir como la princesa que soy para mi macho.
Suena la puerta insistentemente … Pues date prisa que se va el tiempo!! Me dice Natalia mientras sale a abrir la puerta. Si quieres podemos ir hablando de todo esto…. Isaaa, tienes aquí una cosita para tiiii. Lo firmo? Si por favor, ahora salgo, le digo.
Me pongo los vaqueros con una camiseta mientras voy a la puerta para ver que ha llegado… una orquídea con una tarjeta y una caja que parece una botella… hay una tarjeta que pone: “Nena, cuenta conmigo. Espero verte pronto. El whisky lo disfrutaremos juntos. Nacho” Era una botella de Hibiki, que no había visto en mi vida, mientras Natalia decía, Nacho es incorregible, un caballero y un sibarita!! Desde cuando se manda whisky???
Mientras bajábamos en el ascensor le digo a Natalia, ¿Cuál es el plan?. Verás Isa, me dice, lo primero que vamos a hacer es ir a comprar vestidos, ropa interior y zapatos. Necesitas hacerte un armario entero, renovarte, luego ya decidirás si quieres que sólo sea para casa o también para la calle, pero una princesa debe, escúchame bien me dice, debe ir siempre perfecta, estar lista para seducir a su macho y Nacho en eso es muy especial y tienes la suerte que yo sé cómo es. Después de comer iremos a comprar un par de pelucas muy especiales, que son regalo de Nacho, son de pelo natural y creo que deberías tener 2. En la comida lo hablamos.
Nos pasamos la mañana comprando vestidos, faldas, blusas, pantalones, jeans,…la verdad es que me lo pasé de muerte con Natalia, parecía que me había tocado la lotería y que llevábamos años saliendo de comprar juntas. No nos dio tiempo de comprar zapatos, pero eso podría esperar a otro día.
Comimos en un restaurante de moda de Madrid, de esos que están hechos para que te vean, parecíamos dos colegialas, nos habíamos contado toda nuestra vida, amores y desamores y descubrí que para Natalia, Nacho había sido muy especial, le ayudo mucho en el instituto y fue un gran apoyo para ella durante la universidad. Isa, me dice, tienes mucha suerte con tu cuerpo. Eres menuda, sin casi pelo, diría que casi no te afeitas y si quieres podrías tenerlo fácil.
– Natalia, gracias. Ya sé por dónde vas y yo no sé por dónde ir. Eso mismo pensaba en la ducha esta mañana y ahora mismo prefiero esperar a ver hacia donde voy.
– Desde luego, me decía, no tienes que tomar ninguna decisión sin pensarlo muy bien antes, cambiarías toda tu vida, tu hermano, tus amigo, tus clientes… y es un camino difícil que si quieres me tendrás a tu lado y estoy segura que Nacho no te dejará tirada.
– Natalia, eres un sol.
Ya eran las 17h habíamos tomado vino y una copa y teníamos que irnos a una cita para comprar unas pelucas… no entendía que tuviera cita para comprar pelucas!!
Por fin llegamos a la tienda de las pelucas, y Natalia saludó a la dependienta con dos besos y un abrazo. Mientras se ponían al día, me dediqué a ver el material y los precios de 1000 eur hablaba por si solas…. Yo miré a Natalia con incredulidad y rápidamente se acercaron a mí. Me contaron que eran pelucas de pelo natural y un sinfín de cosas que no entendía. Según parece hay lista de espera pero Natalia sabe mover hilos… tras el asesoramiento de las dos, decido quedarme con dos pelucas, castañas, una de pelo largo y otra tipo garçon.
Damos por terminada el día de compras, y le pregunto a Natalia si quiere subir a casa. Por supuesto niña!!, me dice, así podemos probar ese whisky que te na mandado Nacho!!
Subimos a casa y nos ponemos cómodas, le pongo el whisky y lo pruebo de su propio vaso. Natalia, le digo, muchas gracias por todo el día de hoy! Esta mañana tenía alguna duda y creo saber que ya sé por dónde ir.
– Amor, me dice ella, me alegro mucho por ti. Pero eres muy novata en todo esto y si te parece podría enseñarte a comportarte, a como debes cuidarte…
– Te estaría muy agradecida Natalia, ¿podrías darme clases exprés para cuando Nacho decida volver?
– Sería un placer para mí, además sé que Nacho se ha ido unos días fuera y no volverá hasta el sábado. Así que tenemos 5 días.
– Genial!!! Gracias!!!
En ese momento veo como Natalia se levanta del sofá y va a la entrada donde había dejado una bolsa de viaje cuando llegó. Ni siquiera me había dado cuenta de ello.
Vamos al cuanto, me dice ella.
Guío a Natalia hasta el cuarto, y me dice: Amor, te voy a enseñar todo lo que te haga falta, he visto durante este día que eres delicada, pausada y tienes hasta un punto de frágil. Eso me gusta y es fundamental en una princesa. Desde ahora mismo te voy a enseñar a maquillarte, depilarte, vestirte y como usar toda la ropita que hemos comprado. Mañana saldremos a por zapatitos.
Saca de su bolsa crema depilatoria, pinzas, crema y un perfume. Esto desde hoy es tuyo. Desnúdate y veamos de cerca que tal vas.
– Isa, es lo que te decía en la comida, tienes suerte de tu cuerpo. Esto va a ser muy fácil. Apenas tienes pelo en el cuerpo, pero hay que cuidarse. Tendrás que depilarte muy a menudo, yo te recomendaría a hacerte el láser y así podrás olvidarte. Yo creo que en un par de meses de tratamiento no volverás a necesitarlo. En cuanto a tu sexo, pregúntale a Nacho como le gusta, tendrá ganas de venir antes, pero si no ha cambiado siempre lo prefiere totalmente depilado.
Así pasamos un buen rato, ella me ayudaba a depilarme y explicarme cómo hacerlo, mientras charlábamos, me hablaba de cuidar la alimentación, de lo útil y necesario de hacer deporte, incluso el gym… Tras ducharme, me toqué el cuerpo y no había notado algo tan suave, me encantaba… Natalia sonreía y me dice! Ahora cierra los ojos, voy a maquillarte y vamos a vestirnos para cenar!
Tras un rato maquillándome y charlando sobre consejos de cómo debe comportarse una princesa, y de la vida misma, noto que para y me dice… Ahora probemos la peluca, pero no habrás los ojos!!
Noto como me coloca la peluca, la peina un poco y me dice: Isa, ahora puedes abrirlos….
Estuve 5 largos minutos sin hablar, mirándome… era yo?…. Isa?, me dice ella, ¿estás bien?. Si perdona… es que es impresionante!! Soy yo! Ella empieza a reírse y me contagia la risa….
– Que te parecería si te vistes, dice Natalia.
– Claro! Me encantaría!!
Empezamos a probarme todo lo que había comprado, las faldas, las blusas, la ropa interior… estaba tan encantada que no me fijé que ya había anochecido y Natalia me dice ¿Tienes algún zapato de tacón? Te apetece que nos vayamos a cenar las dos juntas?
En ese momento dudo, pero ella se acerca y abrazándome me dice: Isa, no tienes de que preocuparte, ya verás como nadie se da cuenta de nada. Sólo háblame a mí y yo hablaré por ti.
– Me encantaría ir a cenar contigo!!
Para esa noche, Natalia me elige mi ropa, una falda negra, algo ceñida, medias, un top y un sujetador a juego con algo de relleno.
– Vaya…, digo mirándome al espejo, no me reconozco ni yo!
– Estás pivón! Nacho siempre ha sido muy listo eligiendo.
Nos fuimos a cenar muy cerca de casa, nadie me reconocía y muchos nos miraban, fue una cena llena de confesiones y muy relajada. Yo de vez en cuando me ponía de notar las medias y estaba muy cachonda. Esa noche y las siguiente Natalia se quedó a dormir en casa, empezaba mi educación y todo el rato me decía lo recta que tenía que estar, que practicara con la voz floja y suave, como debía maquillarme, y lo peor de todo fue aprender a andar con tacones. Me hice con 10 pares de zapatos, de todo tipo… realmente Natalia estaba consiguiendo que fuera toda una Princesa.
Ya quedaba poco para volver a ver a Nacho, dejar que me cuidara y sobre todo permitir que me poseyera. No veía el momento para que pasara… y contároslo.