Mi nombre es Murilo, tengo 34 años y vivo en la Ciudad de México. Estoy casado con Beatriz y tenemos un hijo, somos una familia feliz y los amo a los dos. He estado casado durante 7 años y confieso que después de casarme nunca tuve relaciones sexuales con otra mujer además de mi esposa. Pero luego, hace unos 4 meses, todo eso cambió con la llegada de Victoria. Una chica de 22 años que se mudó con sus padres al lado.
Victoria es una bella joven, morena y muy caliente. Tiene unos pechos perfectos, un culo grande y bonito y su sonrisa es increíble. Cualquier hombre está loco por ella y esta mujer me excitó por completo. Pero aun así no quería engañar a mi esposa. Pero a medida que pasaba el tiempo, Victoria se acercaba y siempre me miraba con deseo, haciéndome sentir avergonzada. Sabía que esta joven me deseaba y me estaba emocionando e interesando en ella.
Y para hacerlo mejor un día de estos mi esposa y mi hijo fueron a visitar a mi suegra. Estaba un poco enferma y mi mujer se fue a pasar unos días allí cuidándola y se llevó a nuestro hijo para que se quedara con ella también. Así que estaba solo en casa y podía hacer lo que quisiera y mi esposa nunca se enteraría. Todo esto sucedió hace exactamente 2 meses, me despedí de mi esposa y mi hijo y volví a entrar a la casa y vi la televisión. Pero luego, cuando se hizo de noche, alguien llamó a la puerta, yo estaba durmiendo y me desperté asustado.
Mi esposa viajó y tuve sexo con la vecina traviesa
Cuando abrí la puerta era Victoria, vestida con una remera muy escotada y un short corto mostrando sus hermosas piernas. Me preguntó si tenía un poco de azúcar para prestarme, fui a buscar el azúcar y le pregunté si quería entrar. Sabía que esa era su mentira porque si yo le pedía azúcar, su madre vendría a pedirla porque ella cocina. Victoria se sentó en el sofá, le entregué el azúcar y empezó a hablar del programa de televisión, dijo que le gustaba mucho.
Así que terminamos hablando y vi que esta jovencita era muy agradable. Y cuando me despedí para irme a casa, ella me besó en la mejilla y luego me besó en la boca. No pude resistirme y terminé agarrando a esta joven. Regresamos al sofá y ella se quitó la ropa, frotó sus hermosos senos en mi boca y yo le quité los pantalones cortos y ella se acostó boca abajo. Estaba lamiendo su enorme culo y su coño, luego saqué mi pene y comencé a penetrar el coño de la joven.
Luego se puso a cuatro patas y yo continué penetrando su coño caliente aún más fuerte. Luego dijo que quería sentarse y se sentó en mi pene haciéndome muy feliz y emocionado. Ella se sentaba y yo le chupaba los pechos calientes, luego me pedía que le chupara el coño y la obligué a correrse. Me preguntó cómo quería correrme y le pedí que me chupara la polla y terminé corriéndome en su boca. Fue maravilloso y después de ese día tuvimos más sexo mientras mi esposa no estaba.