Hotwife, me fui de puta sin avisar

Nos gustaba no planear las cosas, y así fue como sucedió.

Era el día de la entrega y me tocó retirar los materiales sobrantes y pensé que él no estaría presente.

De pronto recibí su mensaje en donde me decía «ábreme estoy abajo», abrí el portón, subimos al departamento y llegó un mensaje del cliente que venía retrasada, tardaba como 40 minutos en llegar.

Y solo me miró, me jaló hacia él y me empezó a besar, me decía “vamos a apurarnos antes de que llegue”, era muy excitante el momento porque lo planeamos y el hecho de que el cliente venía lo hacía más excitante aún.

El departamento estaba a medio amueblar, pero había una cama sin tender que servía para lo que venía.

Me besaba mucho, entre tierno y apasionado, con muchas ganas de mi como siempre sucede. En ese tiempo nos veíamos mucho por el trabajo y no sabía como era posible que siempre le excitara verme.

Me besó por mucho tiempo sin quitarme la ropa, pasaba sus manos por mis nalgas sobre el pantalón y en mi entrepierna, hasta que me abrió la blusa y besaba mi cuello, desabrochó mi sostén y quitó la blusa, me tenía de pie contra él y se restregaba contra mí, su respiración de oía más rápida y más excitada, siempre me dice chiquita, reina, mi diosa, y esas palabras se empezaban a oír, me gustaba desabrocharle la camisa, y se le quité, rozaba mis pechos contra su tórax y sentía como temblaba de lo excitado que estaba.

El lugar nos hizo sentir muy cómodos, y muy delicado me dijo “siéntate en la cama”, quitó mi pantalón y me contempló con la tanga que llevaba.

Besaba mis piernas, ponía en sus manos mis bubis, y me recorría a besos, pasaba sus dedos despacito en mi pubis, y yo sentía muy rico, me empecé a mojar delicioso.

Bajó mi tanga, y se sentó en la cama, me jaló hacia él y me sentó junto a él y me hizo para atrás siguió acariciándome hasta que se acostó y me dijo “ven” y me subí en él, entró despacio, sin roce, y me decía “así como te gusta” (sabe mi posición favorita), y me rozaba rico contra él y lo mojaba cada vez más, hasta que llegué y pude gritar, porque no había nada, era un lugar íntimo y acogedor en el que me sentía en confianza, él se salió rápido porque también se empezó a venir conmigo.

Y de repente oímos pasos en la escalera, pensamos que era la clienta y nos paramos como locos, agarramos todo, nos metimos al baño sin ropa, me puse la tanga y decía “shhh cállate”, jaja pensamos que ya todo había valido, hasta que oímos que abrían el departamento de enfrente, jajaja.

Nos vestimos rápido, arreglamos la cama y nos reíamos mucho del susto que pasamos y nos sentamos en la sala a esperar a la clienta incluso abrimos a la puerta de la entrada y justo a los pocos minutos entró la cliente la cual le gustó mucho su casa.

Y nos mirábamos con mucha picardía sobre lo sucedido… y lo que estaba por suceder.

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