Mi suegro me culeó

Tengo 39 años y dos hijos. Soy profesora de educación inicial. Siempre fui una mujer tranquila. Me casé muy joven, a los 22 años, y si bien ya me había acostado con otros hombres antes que mi esposo, no era muy experta en el sexo.

Con mi esposo empecé a disfrutar como con ninguno antes. Ya casados me convenció y empezamos a hacerlo también por mi culo. Al principio me dolía, pero luego me gustó mucho.

Pero no quiero contar de mi vida con mi esposo, sino de la primera vez que cogí con su padre. Algo que recuerdo demasiado siempre y que deseo poder escribir tal como lo tengo en mi mente.

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Delicias con mi suegra

Mirá yerno, a mi me gusta la pija, pero no voy a observar la tuya como la que espero que satisfaga mis deseos. Ella permanecía en la cama sin corregir la posición que dejaba su concha a la vista de mis ojos.
Sus senos apenas asomaban el camisón pero aún así, la perfección de sus formas y tamaños, no dejaban de despertar mi interés por ella.
Le dije que al mostrarse de ese modo era difícil sustraerse al deseo natural que cualquier persona pude sentir. Agregué que su cuerpo era atractivo, que los años habían dejado las huellas de su paso, pero que como mujer era un objeto absolutamente deseable.

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Me encanta que mi cuñada sea tan puta

Conocí a mi mujer de una manera un tanto peculiar. Estaba en una fiesta de fin de año con mis amigos, cuando vimos a un grupo numeroso de tíos haciendo un corro alrededor de alguien que debía estar bailando muy bien o muy mal para atraer la atención de tanta gente. Cuando conseguimos colarnos entre el gentío para ver lo que estaba sucediendo, lo que nos encontramos nos dejó boquiabiertos.

En el centro de la pista, una adolescente bailaba de forma provocativa, mientras que un montón de adultos le gritaban cosas obscenas y la incitaban a quitarse la ropa. Era una chiquilla guapa, con un escote que dejaba intuir dos buenas tetas y un culo que lucía perfecto en su ceñido vestido, pero pero la cara delataba su escasa edad, al menos para estar allí. Intenté hacer entrar en razón a varios de esos energúmenos y lo único que conseguí fue que me dieran una paliza.

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Mi tío me da mejor sexo que cualquier amante

Si les gusta coger, cojan lo más que puedan, si quieren hacerlo con un familiar, no tengan miedo, entréguense, pueden sacar lo peor de ustedes, porque le tienen confianza y porque no lo dirá porque sale igual de jodido que ustedes.

A las mujeres nos da miedo, pero mientras nadie se da cuenta, cada cogida es espectacular y si no, mientras se las estén cogiendo, cierren los ojos e imaginen a quien quieran, sin miedo, solo es una fantasía, solo es para ustedes, nadie lo sabrá y no pasa nada, denle sexo a ese tipo, como si fuera el familiar de su preferencia, ambos van a gozar y al terminar díganle que coge delicioso y que desean tenerlo más entre las piernas u otra vez, solo para sentir lo rico que es. Si no se atreven, imaginen y en su mente pueden decir las cosas más sucias, pensar lo más extremo que quieran en su cuerpo y traten de llevar al macho a darles lo que desean.

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Cuando me quede a solas con mi amada madrina

Era tarde cuando llegué a tu casa. Había salido del trabajo varias horas después de que el último tren del metro hubiera pasado por la estación cercana. Pude haber tomado un taxi, pedido un Uber o rentar una habitación de hotel, pero en más de una ocasión me ofreciste tu casa para alojarme por una noche cuando mi jornada se extendiera.

Abriste la puerta y un gesto de sonriente sorpresa se dibujó en tu rostro. Te veías hermosa, llevabas unos shorts y una blusa deslavada. Entramos en tu hogar y me abrazaste con fuerza, haciéndome sentir tus pechos mientras mis manos acariciaban tu cintura, notando aquellos pequeños excesos de carne que solamente te hacían ver más apetecible a mis ojos. Pedro se había marchado algunos minutos antes; una fiesta, algo propio de su edad, y también lo sería propio de la mía si hubiera elegido un mejor camino.

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El culo virgen de mi madre

Creía que conocía a mi madre, pero ignoraba que ocultaba un gran secreto. Siempre la había admirado por muchos motivos. Era una mujer muy trabajadora, que peleó durante años para que no me faltara de nada, siempre con una sonrisa en la boca. Me crio sin ninguna ayuda, renunciando a gran parte de su juventud y a rehacer su vida.

De mi padre nunca supe nada. Mi madre me contó que cuando supo que estaba embarazada, ya no lo volvió a ver. A pesar de estar sola y ser todavía muy joven, decidió seguir adelante. Le estaba muy agradecido y deseaba terminar la carrera para empezar a trabajar y poder ayudarla económicamente, para que no tuviera que hacer tantas horas.

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Las braguitas de mi cuñada

Lo que paso a relatarles ocurrio hace años atras, cuando estaba en la universidad. En ese tiempo estaba de novio con una chica de mi edad, que tenia una hermana de 14 años. Aunque la conocia de hace varios años, fue a esa edad en que comence a notarla muy sexy y linda.

Cierta vez que me quede en casa de mi novia, la vi en camisa de dormir, y pude apreciar su hermoso culito. Tambien fue la vez que pude ver sus hermosos senos mirando por sobre su hombro hacia dentro de su camison.

Esa noche cuando ya estaban todos dormidos, me levante y fui a su cama… y suavemente roce sus pezones. La verdad es que no sabia bien que me pasaba, pero me sentia muy caliente con ella y a la vez sentia que era toda mia, que podia tocarla, mirarla, desearla.

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