Puse hielo en el coño de mi media hermana

Hoy me he animado a hacer también una historia que se me ocurrió hace 2 meses. Se trata del día que pasé con mi hermana, una hermosa joven de sólo 19 años. Tiene un hermoso cabello castaño grande, enormes pechos y un pequeño y perfecto culo plano. Siempre crecimos juntos como hermanos, pero ella se mudó y no nos vimos mucho después. Y crecimos y empezamos a mirarnos de otra manera.

Yo también crecí y me convertí en un hombre adulto y ella se convirtió en una deliciosa nínfula con cuerpo de actriz porno. Desde entonces no puedo dejar de pensar en ella, o mejor dicho, en ella desnuda. Estoy viviendo solo desde hace 1 año y hace poco vino a visitarme y a ver cómo estaba el kitnet que vivía. Así que decidimos salir a tomar algo y ponernos al día. Creo que el alcohol habló demasiado y acabamos muy borrachos ese día.

Fuimos a mi casa y cuando llegamos decidimos seguir bebiendo un poco más y luego irnos a dormir. Y este momento lo cambió todo, durante la charla y la bebida nos pusimos de mal humor y acabamos perdiendo el control. Cuando vi que la besaba en la boca y pasaba mi mano por sus grandes y deliciosos pechos. Y ella pasando su mano por mi polla y haciéndome aún más excitado y deseoso de follarla.
Hielo en el coño

Y en esta locura de besos yo estaba besando esa boca y ya le estaba quitando el vestido. El gato entonces dejó esos hermosos y grandes pechos fuera y me pidió que cayera la boca. Luego chupé esas grandes tetas como un becerro y ella gemía en mi oído y bebía vodka. El cubo de hielo estaba en la mesa de café y ella hizo una petición inusual. Se puso a cuatro patas con el culo caliente, se puso las bragas de lado y me pidió que le pusiera hielo en el coño. Así que cogí un par de cubitos de hielo y se los pasé tranquilamente por el coño y la chupé. Se le puso la piel de gallina con ese coño que se enfriaba y yo lo lamía cada vez más.

Después me pidió que pusiera mi pene dentro de su vagina. Y entonces empecé a meterme dentro de ella, sujetando su perfecto culo y machacando mi polla dentro de ella. Estaba muy borracho, si hubiera sido normal no habría continuado, después de todo es mi hermanastra. Pero en ese momento no quería parar y estaba machacando su delicioso coño. Luego quiso montarme, y estuvo galopando sobre mi palo mientras me frotaba sus grandes tetas en la cara.

Me asusté completamente y no pude contenerme, terminé corriéndome la primera vez y ensuciando su coño con semen. Luego seguí pasando más gelinho y dando huellas en su coño. Porque no podía dejarla en el testamento, tenía que hacerla venir también. Y ella estaba gimiendo con gelinho en el coño hasta que ella también no podía soportar y llegó mucho. Se retorcía por todo el sofá y la miel goteaba de su vagina.

Al día siguiente nos levantamos con resaca de cachaça y lo que es peor, con resaca moral. Hablamos y prometimos no volver a hacerlo ni a hablar de ello. Fue una locura beber y perdimos el control. Ahora estamos en un estado de ánimo muy extraño porque se está muriendo de vergüenza. Y no puedo dejar de pensar en aquella noche en la que me acosté con mi hermanastra e hice que se corriera mucho.

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