Los inicios de mi primera esposa

Este es un relato de algo que me sucedió con mi primera esposa, la madre de mis hijas. Ella se dedicaba a nuestra primera hija y al hogar, yo tenía un empleo normal, era una vida de pareja bastante dentro de lo normal. La realidad es que cada que tenía oportunidad le era infiel, algo de lo que no estoy orgulloso, pero es una realidad. Ella casi nunca salía y si lo hacía era con su mamá, prima y hermanas.

Cierta ocasión me comentó que la buscaron sus amigas de la prepa para una reunión de chicas, me dijo la fecha, nos coordinamos para que ese día ella estuviera libre y la nena y yo hacer nuestras cosas. Llegó el día y ella se fue a su reunión, únicamente le pedí que informara en dónde estaba (zona) y si necesitaba algo, avisara. Llegó por la noche bastante contenta y con aliento alcohólico a lo que no le di importancia. Yo estaba por darme un baño, la nena se acababa de dormir después de un maratón de películas de Barbie, mi ex me dijo que se cambiaría y se acostaría, que yo me fuera a bañar y así lo hice.

Cuando estaba por salir de bañarme ella entró y me dijo «ay, lástima que terminaste, vine a hacerte compañía». No le di importancia y le dije que si gustaba se diera un baño para que descansara mejor. Se baño y cuando salió estaba cariñosa, me tocaba y me hacía comentarios en doble sentido, claramente era una situación que no pensaba desaprovechar. Después de unos minutos de besarnos y acariciarnos, sentí que su cachetero estaba húmedo, esa era mi señal ya que como sabrán, me encanta disfrutar del olor, sabor de una deliciosa vagina; pero ella no me lo permitió, me dijo que me quería recompensar por ayudarle con la niña para que fuera a su reunión, yo disfrutaba pasar tiempo con mi hija por lo que no fue una molestia, pero estaba ansioso por conocer la recompensa, así que la dejé.

Me pidió que me acomodara, apagó la luz, encendió una lámpara de noche y se dispuso a darme una deliciosa mamada. Cabe mencionar que no era fanática de eso aunque modestia aparte, mi verga es bonita, de muy buen tamaño y por lo que he visto con mis amantes, es rica jaja. En fin, esa noche no dejaba de lamer, succionar, sobar y alternaba entre el falo, los huevos y el glande. Me tenía loco ya que cuando notaba que estaba por venirme se detenía, después de más de una hora se decidió a pasar su lengua por el prepucio, succionar y acariciar los huevos y por fin me hizo terminar en su boca, cuando terminó de exprimirme y tragar a los que pudieron ser hermanitos de nuestra bebé, me dijo «el siguiente mes voy a ir a casa de Vianney, otra amiga, si te quedas con la nena cuando llegue te voy a recompensar igual que hoy». Creo que me lo dijo en un momento vulnerable porque le dije que sí jaja.

Al mes siguiente salió, me avisó cuando estaba cerca de casa para que me metiera a la regadera y ella me alcanzaría, pero cuando llegó yo nuevamente iba terminando de bañarme así que la esperé en la cama, nuevamente me regaló un masaje, una rica mamada y esta vez se subió a cabalgar. Así pasaron algunos meses en los que salía, y regresando me daba las mejores mamadas de nuestra relación. Algunas ocasiones llegaba un poco mareada, pasaron 8 medes tal vez y en una ocasión la reunión fue más lejos y existía la posibilidad de que no llegara a casa, me dijo que esta vez la recompensa sería mayor y yo acepté. De pronto pasada la medianoche escuché ruidos y era ella que venía llegando, bastante más ebria de lo normal. En cuanto entró a la habitación me dijo «sácatela que te la voy a mamar». No me dio oportunidad, se me lanzó, me quitó el bóxer y se empezó a pegar como pocas veces.

Estuvo unos minutos dándole y de pronto sonó su teléfono, supuse que sus amigas llamaban para asegurarse que llegó bien, pero en el silencio de la noche (el único ruido era el que ella producía mientras se la comía), se escuchaba que quien llamó era un hombre, no dije nada y dejé que siguiera en lo que estaba, supongo que tenían planes de verse o algo así porque ella dijo «no, ya llegué a mi casa y ya no puedo salir» Al parecer le insistían, ella repetía que ya no iba a salir de casa.

Sentí escalofríos ya que al parecer estaba descubriendo una infidelidad mientras me daba sexo oral, recordé aquellas veces en las que estaba tirándome a alguna amiga casada y sus esposos les llamaban mientras las tenía en 4 o alguno de los dos nos encontrábamos dando sexo oral al otro. Sentí una excitación extraña, pero necesitaba confirmarlo así que le dije que por mí no había problema si quería salir.

Ella me dijo que no cambiaría el trozo que se estaba comiendo. Se desnudó y esta vez me dejó probar sus ricos jugos ya que estaba que chorreaba, obviamente se la chupé hasta que no quedó rastro, acto seguido se subió a cabalgarme, pero me llamó la atención que lo hizo en una posición que nunca habíamos hecho, estuvo muy rico, pero ¿qué pedo? Me dio las gracias por seguirla llenando y me dijo que quería coger siempre conmigo. No supe cómo interpretar eso y entendí que no era el momento ya que estaba ahogada en alcohol.

Se durmió y yo me quedé despierto pensando si todos estos meses se había ido a coger con alguien o desde cuándo? Qué estaba pasando? En fin, esos pensamientos me traían loco y nuevamente tuve una erección así que le empecé a lamer el culo ya que estaba acostada boca abajo, le abrí a las nalgas para introducir mi lengua lo más profundo posible, ella paraba la cola, le gustaba, me dejó seguir hasta que de pronto me pidió que la cogiera empinada, le di duro pensando en que pudiera ir a compararme con su nuevo amante, me vine fuerte dentro de ella.

No le pregunté nada más, pero abrí su wasaps en modo web y si recuerdan, en los inicios del web no era fácil identificar una sesión abierta. Ahí fue cuando descubrí que no era un amante y no era solo en las salidas con sus amigas; era cuando iba a visitar a su mamá, cuando iba al súper, cuando llevaba a la nena al parque… pero eso se los cuento después.

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