Mi suegra, mi novia y el cumpleaños de mi cuñada

Pasaban las semanas y cada vez que iba a lo de mi novia, María o la madre me decían “ya falta poco para los 18 de Josefina”.

Josefina, mi cuñada era un bombón.

Pelo castaño claro, 1.68 de altura, preciosa de cara, labios carnosos, ojos verdes, las tetas de la madre y el culo de la hermana. Yo creía que era muy tímida porque casi no me hablaba, pero aparentemente era por ser el novio de la hermana y porque María le había contado algunas “cositas” que la ponían nerviosa.

Llegó el día del cumpleaños, se hizo un festejo en la casa de mi novia, estaban los tíos (me seguía mirando feo el ladrón), los primos, la abuela, mi suegro Rubén (que había sido invitado a pesar de estar separados porque eran los 18 de Josefina), mi suegra, mi cuñado, mi cuñada, mi novia y yo.

Le llevé el perfume que sabía que le gustaba y fue la primera vez que mi cuñada me abrazó fuerte diciéndome al oído. “Ya me dijeron que después me vas a dar otro regalito” y se fue para el cuarto roja de vergüenza.

La noche transcurrió sin mayores novedades y cuando se iban los tíos primos y abuela, invitaron a mi cuñadito que se fuera a quedarse a dormir con los primos, ya que al otro día no tenían clase, así que el más pequeño de la casa aprontó la mochila con el Xbox los controles y salió raudo y veloz.

Nos quedamos la familia de mi novia, mi suegro y yo, Estábamos un poco alegres por la bebida, así que pusimos algo de música y nos pusimos a bailar.

S: ¿Hago un tecito para bajar lo que comimos?

R: ¿Del que hacías antes?

S: Del que hago siempre

M: ¿Josefina va a tomar?

S: Ya tiene 18, puede.

Y: Yo la ayudo suegrita.

M: Alcahuete.

Voy a la cocina y veo a mi suegra poniendo unos hongos en una tetera.

Y: Ahí está la magia suegrita…

S: Hay que ayudar a abrir la parte sensorial.

Se me acercó y me agarró la pija.

S: Hay que prepararte para la festejada.

Y: Está tu ex.

S: Dos sorbos de esto y no le va a importar nada, además hace tiempo que no pruebo su verga, no es por despreciar la tuya, pero me encanta como me coge mi ex, y además hoy vos tenés otros rumbos.

Llevé las tazas al living donde seguía sonando la música, María y el padre estaban compartiendo un porrito, la hermana salía del baño, me vio, caminó hacia mí y me dio su tanguita

J: Andá al baño y olela, así de caliente estoy.

No sabía dónde meterme, estaba en lo de mi novia que estaba fumando con el padre, la madre haciendo un té de hongos y mi cuñada que acababa de cumplir 18 años me mandaba al baño a oler su tanga. no había dado ni un beso y ya estaba con la verga a tope.

Llegó mi suegra con el té loco, nos sentamos, comenzamos a tomar y conversar, yo había quedado sentado en medio de María y Josefina, mientras que mis suegros estaban sentados frente a nosotros.

María me decía cosas al oído, Josefina también y cuando me doy cuenta, mis suegros estaban abrazados a los besos, yo no me demoré ni un segundo más y empecé a besar a María (no fuera cosa que se me enoje), pero agarré a Josefina y la senté en mi pierna derecha abrazándola por la cintura.

Giré mi cabeza y empecé a besarla mientras mi novia me besaba el cuello y me decía lo bien que lo íbamos a pasar los 3.

En frente, mi suegra estaba chupándosela al ex marido y el bigotudo estaba con los ojos cerrados disfrutando.

Mi novia se arrodilló frente a mí y empezó a mamármela, mientras yo besaba a la hermana y aprovechando que no tenía tanga, le tocaba la conchita por debajo del vestido.

J: Ay cuñadito, si tocame, meteme el dedito que en un rato quiero estar empalada por esa verga, que suerte tiene mi hermana de tenerte.

Y: Tu hermana, tu madre y a partir de hoy, vos.

Bajé los tirantes del vestido y le chupé las tetas que eran una versión más joven y turgente que las de la madre, grandes duras y firmes. yo me podría haber quedado 20 minutos chupando esas hermosas tetas, pero María la tomó de una brazo y la arrodilló junto a ella.

Mis pantalones habían volado a algún lado y ahora tenía a las dos hermanitas chupándomela, Josefina no tenía el expertise de la madre, pero se defendía bien en la tarea, María se atragantaba y le mostraba a la hermana como mamar.

M: Ya es hora, Josita se va a sacar las ganas.

Mi cuñada se incorporó, tomó mi verga, la llevó hacia la entrada de su conchita y fue bajando despacio, hasta que la tuvo toda adentro, sin mayor dificultad.

J: ¿Pensabas que era virgen? Ya me estrené con un compañero del liceo hace unas semanas, cuando te enfiestaste con mi hermana y mi madre. No quería llegar a hoy y que me duela.

Empezó a moverse despacio hasta que se sintió cómoda y ahí empezó a rebotar arriba de mi verga, yo como podía le chupaba las tetas y María me chupaba los huevos.

De repente se siente un “¡Siii rompeme el culo como cuando éramos novios!

Mi suegra estaba en 4 arriba de la mesa ratona y mi suegro le estaba dando como quien lava y no tuerce.

María hizo que la hermana se levantara, la hizo pararse en el sofá y que su conchita quedara al alcance de mi boca, tenía una conchita rosada con un clítoris bien definido, así que me fui directo a chupar, lamer y morder mientras le metía un dedo, a esto María se había puesto en el lugar de la hermana y subía y bajaba en mi verga.

Yo estaba como inmovilizado por mis preciosuras, pero quería tomar el control de la situación.

Empujé con la pelvis hacia arriba, saqué a María de encima mío, agarré a mi cuñada de la cintura, me paré y parado como estaba la penetré con fuerza, ella gritó, pero se abrazó con sus piernas a mi cadera y empecé un mete saca furioso, para que mi cuñadita supiera lo que era una buena cogida.

Y: ¿A que tu compañerito no te cogió así?

J: Ufff no, seguime cogiendo que hace tiempo que lo deseaba, no sabes la envidia que le tengo a mi hermana.

Y: Hoy vas a terminar bien festejada, sos hermosa Josefina, te haría el amor toda la noche.

Se le cayeron un par de lágrimas, me besó y gemía cada vez más.

En la mesa ratona, estaba mi novia en un 69 con la madre, a la que el padre le seguía dando por el culo, yo tenía a Josefina toda para mi, así que la recosté en el sofá y seguí cogiéndola en misionero y ella gemía y se me prendía de los pelos del pecho diciendo “¡ay! ¡que hombre que hay en esta casa!”.

Estaba bombeando a tope, no me guardaba nada y Josefina pedía más, había algo en los genes que se heredaba.

J: Quiero ver como te coges a mi mamá.

Y: Te quiero coger a vos.

J: Si, pero quiero ver como le haces el frente fondo que me contó María.

Y: Si querés te lo hago a vos.

J: Ya me vas a estrenar el culo, pero quiero ver como goza mi madre contigo.

Mi suegra y mi novia estaban haciéndole un oral a 2 bocas a mi suegro, así que fui por atrás y se la metí en el culo hasta el fondo a mi suegra que chilló porque no se la esperaba.

J: ¡Ahora en la concha, ahora en el culo, ahora en la concha, ahora en el culo!

¡Era una pervertida la chica!

J: ¡Ahora a mi hermana!

La agarré a María y empecé a darle con alma y vida, penetrando cada uno de sus agujeros.

Josefina se paró atrás del padre y empezó a masturbarlo, hasta que le dio toda la leche en la cara a la madre.

El padre cayó sentado en un sillón liquidado, la madre se sentó al lado de él, hablaron y se fueron rumbo al baño, así que quedé solo con las 2 hermanitas.

Se enroscaron a besarse, así que me acerqué y era un beso a tres lenguas, agarrando a cada hermana del culo, me mojé un dedo y se lo fui metiendo a Josefina, que dio un respingo.

Y: Me dijiste que hoy te lo estrenaba.

J: Claro que sí, pero me asusté un poco.

M: ¡Si serás puta! me encanta.

Pusimos a Josefina en medio de los dos y cada uno le chupaba una teta, mientras yo le metía un dedo en el culo, la hermana le metía uno en la concha y Josita no paraba de gemir, le pidió María que me chupara bien la pija y me la lubricara, mientras le chupaba el culo y la dejaba bien preparada para desvirgárselo.

Josefina se puso culo en pompa afirmada en los posa brazos de un sofá individual, yo me acerqué desde atrás, María agarró mi verga y la enfiló al agujero del culo de la hermana. la cabeza iba entrando con cierta dificultad entre ese hermoso par de nalgas, pero la cumpleañera aguantaba. María dejaba caer saliva para lubricar más y me miraba con cara de pervertida y le cacheteaba el culo a la hermana, Josefina aguantaba suspirando fuerte y yo presionando para que entre hasta el final.

Una vez que la tuve toda adentro, María le acariciaba la concha y Josefina se empezó a mover lentamente hacia atrás y adelante.

J: ¡Uy! ¡Uy! Maria, traé el lubricante de mamá.

M: ¡Está garchando con papá, si entro al cuarto, me garchan entre los dos!

J: Trae aceite o manteca, algo, porque si no no voy a aguantar.

Yo me movía despacio sacando y poniendo algún centímetro, cuando llega María con un pote de margarina, mete dos dedos, saca una cantidad generosa, me hace sacar la pija y me la embadurna.

M: Si no aguantás con esto, es que sos una maricona, a mí me desvirgó el culo solo con un poco de lubricante, dale, aguantá nena.

Metí de nuevo la pija y con la margarina resbalaba mucho mejor.

J: ¡ay ay ay, así está mucho mejor! ¡Por qué no te habré garchado antes cuñadito!

M: Porque eras menor y no quiero que mi novio termine en cana por garcharse una menor, pero ahora te lo voy a prestar alguna vez.

Que siguieran hablando, a mí no me importaba demasiado, yo tenía a mi cuñadita entregando la puerta de atrás y no iba a perder ni un minuto de disfrutarla.

M: Quiero hacer algo distinto, vamos a mi cuarto.

Y: ¡No jodas María, dejame disfrutar del culo de tu hermana por favor!

M: Vengan que la vamos a pasar mejor.

Llegamos al cuarto, le dice a la hermana que se ponga en 4 en la cama, y ella se pone en 4 encima de ella.

M: Esto no es conchiculo, esto es culo y culo, 5 metidas en un culo y después 5 en el otro, danos con fuerza.

A mi deber me llamaron, me puse un poco más de margarina en la punta de la pija y fui derecho al culo de mi novia que era el único que no había garchado esa noche, me afirmé y volaba mi verga de un culo al otro, de un culo a otra concha, al otro culo, el placer era inmenso, tenía a dos chicas de 18 y 19 años, hermanas, preciosas, muy putas y dispuestas a que las garchara de todas las maneras posibles.

Ya no aguantaba más y estaba por acabar, les avisé, las hermanitas se pusieron concha con concha, tijereteando, así que les dejé caer la leche entre las dos que refregaban concha con concha y mi leche hacía las veces de lubricante y se perdía entre los labios.

M: Limpiásela vos, que sos la cumpleañera.

J: Gracias hermanis.

Sin despegarse le acerqué la verga y mi cuñada la limpió con esa boquita hermosa hasta dejarla reluciente.

J: Ay, vamos a bañarnos los tres que estamos todos sucios, así seguimos jugando que es mi cumple y quiero terminar bien festejada.

Al salir del cuarto vimos que mi suegro se iba y mi suegra caminaba hacia nosotros.

S: ¿Se van a bañar?

M: Si mami.

S: ¿Hay lugar para una más?

J: En mi cumple todo se puede mami.

Terminé con el pito ardiendo, durmiendo con mi cuñada en el cuarto de mi cuñado… ya no sabía quien era mi novia y quien mi amante.

¡Esta familia me va a volver loco!

Deja un comentario