El tema del sexo anal surgió con mi hermano Álex hace unos días.
Yo le provoqué durante todo el día, y el pobre estaba desesperado por la noche. Por un momento tuve pánico a que estuviera enojado conmigo. Yo afirmé que lo tenía virgen con veintiún años. Álex confesó no haberlo probado a sus veinticuatro ni siquiera con su novia. Decidí ofrecerle mi culito para contentarlo, y esa noche probamos, pero yo me quejé de que dolía.
Probamos nuevamente el día siguiente.