Sexo con tres chicas en 24 horas

Hace unos años, por allá del 2011, salió un viaje de trabajo a la Paz BCS, yo vivía en el mismo estado, pero en otra ciudad, en esos años soltero aún y me fui de viaje sólo, algo que me entusiasmo porque tenía una amiga con la que me daba unos buenos revolcones desde hacía varios años y rápido me puse de acuerdo para vernos.

Mi viaje era relámpago, estaría sólo un día, así que llegue de madrugada luego e viajar parte de la noche en autobús, mi amiga me recogió en al terminal y nos fuimos a su casa, llegando me pegué un baño y ella también, dentro de un par de horas entraba a trabajar, era recepcionista en un consultorio médico, luego del baño, nos acostamos un rato, luego de una pequeña platica que cada vez se hacía más caliente, empezamos a toquetearnos y luego de varios besos cachondos, fui bajando mi cara hasta llegar a su rica panochita, mi

amiga era morena, delgada y con un buen culo y buenas tetas, una vez que me estacioné en su rica conchita, empecé a darle lengüetazos y rápido sus gemidos llenaron la habitación, luego de que se vino en mi boca, me dio una pequeña mamada y se montó sobre mí, sus hermosos pechos grandes y redondos, se movían sincronizadamente mientras me montaba, así estuvo unos momentos hasta que empezó a decirme que se venía, aún recuerdo esas palabras y hace que se me ponga dura:

-ay, me voy a venir, que rico, que rica tu verga, vente conmigo por favor, vente conmigo ahh siii, ahhh

Al mismo tiempo me agarraba el pecho y con su movimiento de cadera me hizo explotar en un chorro caliente de semen, nos quedamos tendidos y ella se quedó montada en mi verga y acostados un rato así.

La lleve a su trabajo, me iba a prestar su carro y yo regresaría a su casa a esperar una cita, una vez que la fui a dejar a tu trabajo, a una media hora de su casa, me regresé y cuando me bajaba del carro, salió una vecina de ella, vivía justo al lado de su casa y cual sería mi sorpresa que la vecina era una vieja conocida mía, era una chica de 20 años, que estaba en la universidad y que hacía unos 3 años, había hecho su servicio social en la dependencia donde yo trabajaba, tenía un culo del demonio, poco después que se hizo mayor de edad, no pude resistir y me deje llevar, tuvimos una relación de unos meses, yo en ese entonces tenía 27 años y ella 18.

Quedamos en buenos términos y de vez en cuando nos saludábamos en redes sociales. Luego de los saludos, nos pusimos al corriente con esto y aquello, teníamos platicando unos 10 minutos, me dijo que estaba esperando al del gas, que se le había terminado y que tenía que ir a realizar unas compras después.

Yo sin ninguna intención oculta, le dije que se podía bañar en la casa de mi amiga, primero no aceptó y le insistí, total que la convencí, le dije que no había ningún inconveniente, luego de que se bañó, salió del baño con un vestido de verano, algo suelto, muy bonito y se miraba muy buena, le ofrecí un aventón a donde fuera a ir y aceptó encantada, así no tendría que pagar taxi.

Mientras se peinaba, me preguntó que si cual era mi relación con mi amiga y le dije que de vez en cuando cogíamos así por gusto, de hecho, le dije, acabamos de darnos un revolcón en su cama, mi amiga, que se llama Ana, me miró con cara de pícara y me dijo:

– Hay que envidia

– Pues no tienes porque sentir envidia, le dije mientras me acercaba por su espalda y la abrazaba agarrándole sus pechos medianos y repegando mi verga en su hermoso culo de jovencita, se volteó y empezamos a besarnos, justo al pie de la cama de mi amiga, no podía creerlo, pero me iba a comer a otra mujer en la casa de mi amiga, justo un par de horas después que a ella.

La tumbe a la cama y me fui directo a su rica vaginita recién bañada y depilada, le quite su calzón y empecé a pasar mi lengua por sus muslos, así estuve dándole besos alrededor de su panochita mientras le agarraba las tetas, le levante un poco sus muslos y piernas y empecé a darle con la punta de mi lengua en su culito, que estaba mojadito por los jugos de su vagina, le empecé a dar lengüetazos y besos en su culito.

Luego me pasaba a su panochita y buscaba su clítoris, me puse de lado y metí una mano debajo de sus nalgas y empecé con el dedo de en medio a acariciarle su culito y con la mano izquierda le metí un dedo en su coño y lo levante adentro de su vagina y pude sentir una pequeña protuberancia esponjosa, su punto G, al mismo tiempo con mi lengua empecé a jugar con su clítoris, no pasaron 10 segundos cuando empezó a convulsionar, a temblar y a gemir como loca, creo que fueron dos o tres orgasmos consecutivos los que tuvo, mi verga me dolía porque aún no me había quitado el pantalón.

Cuando dejó de venirse se quedó casi muerta, solo me dijo que era el mejor orgasmo de su vida, que se había quedado caliente y con su culo muy inquieto, le dije que si quería experimentar por su culito y me dijo que si, inmediatamente la puse de perrito y me quite mi ropa, ella tenía su vestidito aun puesto, así de perrito empecé a darle lengüetazos y a meterle un dedo, le chupaba su panocha y seguí con su culito, le metía ahora el dedo gordo y lo seguía chupando, con otra manos le metía dedo en su vagina y la chupaba, se vino de nuevo a chorros y yo no aguante más y empecé a meterle la cabeza en su culo, empezó a gemir de dolor y placer, se la sacaba y lo besaba, le metía mi lengua, y otra vez intentaba meterle mi verga, poco a poco fue cediendo, con mucha saliva y chupándoselo, pronto no sintió dolor, sólo placer, cuando por fin pude metérsela toda, ella estaba como loca, solita se movía para ensartarse, yo miraba su delicioso culo y su espalda marcada, la agarraba de las nalgas y la embestía con fuerza, le decía cosas sucias y ella me respondía igual, gemía como loca y eso me ponía más caliente aun.

– ¿Quieres mi lechita en tu culito mamita?

– Si papito, ayy que rico, que rico, cógeme más, dame tu lechita, ayyy

Antes de venirme, metí mi mano por enfrente y le empecé a sobar su panocha, se empezó a venir de nuevo y yo le solté toda mi leche en su culito, cuando sintió mi chorro de semen, gimió más y más.

Luego que saque mi verga ella se quedó tumbada boca abajo, yo metí mi cara entre sus nalgas y le pase mi lengua por su panocha y su culo hasta que se calentó y yo volví a tener mi verga como tronco y la ensarte de perrito por su coño empapado, luego me tumbe en la cama y la hice que me montara hasta que sacara mi leche de nuevo, ello terminó con otro convulsivo orgasmo momentos después. Nos metimos a bañar luego de retozar un poco en la cama y nos fuimos.

Durante el resto de día hice mis pendientes y mi amiga salía a las 9 de la noche de trabajar, a las 6 de la tarde empezó a oscurecer y como ya no tenia nada que hacer me fui al consultorio a esperarla. Había algunos pacientes, estos llegaban y en 20 o 25 minutos se desocupaban, alrededor de las 7 llegó una señora, de unos 33 o 35 años, alta, casi de mi estatura, blanca, cabello negro corto, caderas y nalgas grandes, pero cintura delgada y pechos grandes, se sentó cerca de mi y me preguntó si estaba esperando turno, le dije que no, ella tenía cita las 7:30 me dijo, momentos después me hizo tora pregunta.

Y luego comenzamos a hablar de cosas triviales, hasta que le tocó su turno a las 7:30, entró y salió 10 minutos después hablando por celular y vino y se sentó a mi lado, cuando colgó me dijo que había olvidado sus análisis y que se los traerían, en lo que esperaba, seguimos platicando, ya habíamos cambiado información personal, y esos temas y yo notaba que su mirada se detenía en la mía, yo empecé a sostenerle la mirada y mi manera de hablar cambió, le empecé a hablar más bajo y a coquetearle, de vez en cuando miraba hacia mi amiga que estaba sumergida en su trabajo y haciendo llamadas, entre la plática le pregunte si venía en carro, me dijo que no, que lo tenía en el taller y que había venido en taxi al consultorio, le dije que podía darle un aventón cuando saliera, me dijo que si mientras me sonreía, vivía en un departamento sola a unos 10 minutos.

A las 8 de la noche entró y salió 10 minutos después, ya habíamos intercambiado número de celular y le mande indicaciones que la esperaría afuera a la vuelta de la cuadra en un tacoma dorado, a mi amiga le dije que había olvidado recoger algo en casa de un amigo y me dijo que estaba bien, que fuera por ella a la 9:30 porque esperarían a un paciente a las 9 en punto. A las 8:15 de la noche la mujer con la que había estado coqueteando de nombre María Eugenia, se subió al tacoma de mi amiga y emprendimos la marcha a su departamento, en el camino no hablamos de nada caliente ni nada, solo platicamos y al llegar a su departamento me dijo que si gustaba pasar a tomar un trago de soda, en cuanto entramos a su departamento.

Cerro la puerta y allí la atraje hacía mi y comenzamos a besarnos, los besos se hicieron intensos rápidamente y empecé a desabotonarle la blusa hasta que sus senos quedaron libres, le quite el brasier mientras ella me conducía a su cuarto, yo me quite mi camisa y estábamos parados a un lado de la cama, mientras nos besábamos y acariciaba sus enormes pechos que eran duros, pero naturales, nos desabrochamos y quitamos nuestros pantalones y nos tumbamos en la cama, me puse arriba de ella, así con nuestra ropa interior tallando nuestros genitales, pronto sentí su calzón mojado y mi boxer también, sacó un preservativo de su cajón y me tumbe boca abajo, me quito su boxer y empezó a darme una deliciosa mamada como pocas me han dado, me puso el condón y se quito su calzón y se montó en mi verga, su panocha estaba mojadísima.

En cuanto se monto empezó a gemir bien delicioso y empezó a hablar, habló mucho durante el sexo, hablaba de cosas calientes, que estaba necesitade de una buena verga, que le había gustado en cuanto me vio, que mientras platicábamos se imaginó teniendo sexo conmigo aquí en su cama, yo le decía lo rica que estaba y que me estaba cogiendo como nadie lo había hecho y eso la hacia venirse a chorros, pero seguía montándome, me dijo que la pusiera de perrito y así lo hice, en cuanto metí mi verga en ese trasero enorme me dijo que la nalgueara y empecé a darle nalgaditas, me dijo que más fuerte, de pronto me dijo que le pegara nalgadas con todas mis fuerzas y que le preguntara que si quien era mi puta.

– ¿Quién es mi puta?, ¿Quién es mi putita? ¿Tú eres mi puta? Empecé a preguntarle, nunca le había hablado así a una mujer en el sexo y eso me excitó como nunca. Eres mi putita y ella respondía que si entre gemidos

– Quiero meterte la verga en el culo por puta le dije

– Siii métemela, así recio, que me duela por putaaa

Saque mi verga de su panocha y la enfile a su culo, le abrí las nalgas le eche saliva y empuje fuerte hacia su culito mojado, pegó un grito de placer mientras decía

-Que puta soy, que puta soy

Seguí bombeándola y ella cada vez más excitada, se vino al menos 2 veces y cuando le dije que estaba cerca de venirme, me dijo que se los echara en su cara y así fue, saqué mi verga y me quite el condón mientras ella se daba vuelta, se hincó en el piso y me agarró la verga con una mano y con la otra me agarró las nalgas y buscó mi culo, yo abrí mis piernas y empezó a masajearme el culo y luego a meterme un dedo mientras me mamaba y masturbaba la verga, esa sensación del dedo en mi culo, verla hincada mamándome la verga y recordar sus palabras calientes, me hicieron tener el mejor orgasmo de mi vida, cuando mi pene empezó a palpitar se lo sacó de la boca y dejó que le echara mi leche en la cara, alrededor de su boca, en sus ojos, yo estaba aturdido de tanto placer…

Ya eran las 9 de la noche, nos cambiamos, nos despedimos con muchos besos y toqueteos quede de hablarle cuando regresara a la ciudad.

Antes de llegar al consultorio, compré una pastilla de viagra, no era que a mis 29 años ocupara, pero tenía que ir agradecerle a mi amiga su hospitalidad esa noche y me regresaría otro día en la mañana.

Llegando a su casa nos tomamos unas cervezas, tuvimos sexo desenfrenado, nos dormimos y en la mañana otro round de despedida, perdí la cuenta cuantas descargas de semen tuvo esas 24 horas, pero han sido las más eróticas de mi vida que los detalles de ese día, son la inspiración favorita para masturbarme cada que quiero.

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