Con Carlos ya tenemos una relación de mucha confianza, nos decimos todo. Carlos me tiene enamorado y cuando me llama o me propone algo soy el primero en aceptar, no le discuto. En ese escenario emocional es que poco a poco Carlos me ha propuesto incluir a otra persona, es un ex novio a quien conozco. Yo se que nos quiere como si fueramos su harem, en su fantasia el quiere a un grupo de maricones que estemos a su disposición. Acepté.
Una noche me dice: hoy invite a Hugo, un italiano gay que fue su novio hace 5 años. Casi me mori de la impresión. A las 20 h en punto llegó. Precioso ejemplar con pinta de hombre, pero es mas maricon que yo. Cenamos, charlamos, ellos se pusieron al día, recordaron viejos tiempos. Hugo me miraba hasta que puso tema para charlar. Es diseñador y viaja mucho. A las 22 h nos pusimos a bailar, obviamente Carlos y su italiano bailaron lentamente a S. Getz, una música de jazz muy suave, fui por agua y al volver Hugo le tenia la mano puesta en el paquetón de Carlos. Senti celos.
Entonces como adivinándome mis pensamientos Carlos me invita a bailar, me abraza y me besa en la boca. Ay dios, que placer y tranquilidad me da este hombre, como diciéndome, calma, tu eres mi novio ahora. Bailamos los tres, cada cierto rato nos besamos, Hugo besa exquisito, nos abrazamos y nos tiramos en la sala sobre la alfombra. Nos desnudamos y entre Hugo y yo le quitamos prensa por prenda a Carlos, hasta dejarlo desnudo, entonces turnandonos le hicimos una eterna mamada a quien proclamamos nuestro rey. Carlos era ahora nuestro amo y como es cariñoso, le pidió a Hugo que me besara entero y luego me pidió a mi que lo besara entero.
Los besos de Hugo fueron exquisitos, sobre todo al meter su lengua en mi agujerito anal. Besar a Carlos es delicioso, pecho peludo, piernas peludas, pies grandes que bese apasionadamente, tambien bese sus axilas y su raja de hombre; luego me sente en su cipote y me deje penetrar… oh que placer. Mientras tanto, Hugo le ofrecia su pene que Carlos disfrutaba como si fuera una fruta. Luego nuestro rey nos pidió -a Hugo y a mi- que nos pusiéramos en 4 uno al lado del otro, y nos fue penetrando en intervalos de 3 a 4 minutos. Sentir que una verga de macho, que viene mojada, se te entierra en el ano es un placer inconmensurable.
La acabada fue espectacular, lo mamamos y nos eyaculó en los ojos a Hugo y a mi. Finalmente nos pidió que nos masturbaramos en su culo y eyaculáramos en su espalda, obedecimos sumisamente. Esa noche dormimos los tres abrazados, y la experiencia con un tercero fue muy grata. Quedamos en repetir. Estoy enamorado.