Hola, este será mi segundo relato sobre cómo le fui infiel a mi esposa con su propia hermana y paso por haya del año 2019.
La historia comienza cuando mi esposa estaba a punto de aliviarse de nuestro primer hijo, ella vivía en casa de sus papás ya que estaba en días de parto y para mejores cuidados optamos por qué se quedará unos días ahí. Debido a esto a veces también me quedaba en su casa, (tengo que comentar que su casa es muy chica y humilde, por tal razón hay que compartir cuarto, normalmente era con los niños pero a veces también con su hermana).
Ella tiene 24 años pero es una guarra de primera.
En el día, por lo regular solo estaban las mujeres, ella aprovechaba para hacer sus labores domésticas en mallones o shorts. Cuando yo estaba en la sala mirando la tv le encantaba pasearse en frente, mostrándome sus nalgas, incluso se llegaba a empinar dándome todo un panorama completo de sus ricas nalgas. Al principio pensé que era mi imaginación, hasta que pasó algo un domingo, recuerdo que un día antes nos desvelamos con mi suegro tomando, así que se fue a dormir primero mi esposa en el cuarto de mi cuñada, luego la alcance, pero al ser una habitación pequeña, tuve que dormir con mi esposa, mi cuñada y su hija. Obviamente en camas separadas yo y mi esposa en una y en otra su hermana e hija.
Ese domingo ella se levanta a las seis aproximadamente para ir a trabajar, normalmente duermo tapado con las cobijas hasta la cara al igual que mi esposa. Siento que se levanta y prende la luz, de inmediato me pongo alerta discretamente, pero nunca pensé que la vería en paños menores, tenía puesto un bóxer color rosa de algodón, que se veía riquísima y de inmediato mi miembro se puso erecto al ver su delicioso trasero. Mi cuñada se anduvo paseando así por la habitación en lo que se arreglaba y peinaba.
Mientras yo la miraba desde la cama.
Pasaron los días, cuando llegó el momento de parto. Yo estaba trabajando y tuve que ir de inmediato por mi esposa a casa de mis suegros. Al llegar solo se encontraba ella, mi cuñada y su hija. Su hermana se ofreció a ir con nosotros, ya que en los hospitales a veces no dejan entrar hombres y mi mujer iba a necesitar ayuda si se ofrecían las circunstancias.
Eran casi las 8 pm cuando nos fuimos, llegamos al hospital y mi cuñada entró con mi esposa, yo regresé al auto a esperar. Pasaron las horas y fui a ver qué había pasado, veo que mi cuñada estaba afuera esperando (ya que habían sacado a todos los familiares) me acerque y platicamos sobre el parto y cosas así. Dieron las 11 pm y salieron a dar información, nos dijeron que ya se había aliviado y todo estaba bien, pero tenía que quedarse una mujer al pendiente por si necesitaba algo. Entonces tuvimos que esperar toda la noche afuera.
Fue ahí cuando inició nuestra cogedera!!!
Comenzaba a hacer frío, así que le dije que nos fuéramos al auto y ella aceptó, pues no traía más que un suéter muy delgado. Era el mes de diciembre y el aire frío pegaba con todo. Ya en el auto empezamos a platicar más sobre lo mismo. Cuando cambiamos de tema.
Empezamos a platicar cosas algo indecorosas y creo que eso fue lo que nos puso muy cachondos. Le dije que si quería podíamos pasarnos a la parte de atrás para dormirnos, a lo que ella respondió que sí un poco insegura y tal vez con pena. El auto que tengo tiene los cristales polarizados de agencia, por lo que no se veía nada de afuera hacia adentro y ya empañado menos!
Nos recostamos, pero no me acomodaba y ella tampoco, entonces sugerí hacer los asientos en una cama (casi en lo que todos los autos se pueden reclinar hacia atrás).
ㅡPues tú qué sabes, convierte tu carro en camaㅡ comentó riendo.
Nos bajamos para acomodar los asientos. Cuando volvimos a subir, nos cubrimos con las chamarras y quedamos algo juntos. Disque que empezamos a dormir, pero la verdad es que yo estaba muy incómodo.
ㅡ¿no te importa que me estire un poco más? no te vaya a destaparㅡ le dije.
ㅡNo, está bien. ㅡ respondió ㅡ así también me acomodo mejor.
Pero la nueva posición nos hizo quedarnos muy juntos. Nuestras manos se tocaban, así como las piernas y otras partes del cuerpo.
ㅡ¡estás muy fría!
ㅡtu también ㅡ me contestó.
ㅡsi, algoㅡ le agarró la mano para mostrarle ㅡ mira,casi me congelo.
ㅡno inventes.
ㅡ¿te molesta si te tomo de la mano? ㅡ susurre.
ㅡno, está bien. Así no siento tanto el frío.
Agarrados de la mano entramos en más confianza y haciendo pequeños movimientos podía sentir sus piernas y cintura. Ella llevaba un pantalón muy ajustado y una blusa escotada, pude sentir como se ponía nerviosa y tal vez un poco excitada.
Por qué yo, ya lo estaba.
ㅡ¿me puedo voltear hacia a ti?ㅡ le pregunte.
ㅡsi, pero… ¿por qué no te acomodas así?ㅡ respondió algo incrédula.
ㅡEs que yo duermo de lado ㅡ comente, ella solo se rio.
ㅡEstá bien.
Ya prácticamente juntos y muy pegados, le arrime todo el miembro sobre sus piernas, sin que ella pusiera objeción, entonces la abrace.
ㅡ¿Te molesta que te abrace?ㅡ le dije.
ㅡpues no, mientras no le digas a mi hermana. Por qué se enojara.
Fue ahí cuando me di cuenta que ya sabía lo que venía. Comencé a tocar su estómago y ella no decía nada, seguí con sus piernas, entre ellas y después poco a poco llegue a su vagina.
ㅡ¿estás seguro de esto? ㅡ jadeó.
ㅡ sí!ㅡ conteste
ㅡ Y¿ tú?.
ㅡno se
ㅡvolteateㅡ le ordene. Obedeció sin problema y comenzamos a besarnos.
Ya rompiendo completamente el hielo, toque sus tetas y sus nalgas. Las tenía cómo me las había imaginado: suaves, enormes y paraditas.
Ella de inmediato comenzó a tocarme el miembro, hasta que nos fuimos quitando la ropa. Traía una tanguita de encaje que hizo que no dejara de tocarle su suave y velluda vagina. Mi cuñada por su parte, no dejaba de frotar mi pene, lo hacía con muchas ganas. Empecé a chuparle sus pechos mientras seguía dedeandola.
ㅡ que ricooo!. ¡Sigue así!.ㅡ dijo muy excitada.
ㅡ ¿quieres probar mi pene? ㅡy de inmediato empezó a chuparmela, ufff!
Lo hacía demasiado bien, cuando acabó, la acomode encima de mi pene. Se tallaba muy rico mientras yo tocaba su enorme trasero con la tanga puesta. Después de un buen rato en esa posición, la puse de a perrito, pues quería ver cómo mi dura polla chocaba con sus nalgas. La penetré y comencé con las estocadas, comenzó a gemir.
ㅡ mmmm, que rico!ㅡ no paraba de pronunciar. Y como no había nadie afuera, entonces le di con todo.
ㅡAh,ah, ah! Dame más!ㅡ gritoㅡ Cuñadito, más!.
El carro parecía que se volteaba de las tremendas embestidas que le daba. Cambiamos de posición, la recoste en el asiento y abrí sus piernas (al estilo misionero), su vagina estaba súper mojada, escurría de que ya se había venido varias veces.
La cogí y cogí, mientras la besaba desenfrenadamente. Sentí que ya no aguantaba más y le pregunté:
ㅡ¿Me puedo venir en ti?
ㅡsin problema. Ya no me puedo embarazar.ㅡ Entonces me vine en ella, toda la leche le escurría de su vagina.
Terminamos y nos pusimos la ropa. Nos quedamos dormidos, justo al amanecer nos despertamos para ir a pedir informes. No sin antes darle un rapidín. Accedió, pero esta vez solo de cucharita, ya que empezaba a llegar la gente y nos podían ver o al menos darse cuenta, si el carro se movía.
Cuando bajamos del carro fuimos para que nos dieran información y pues nos dijeron que en cualquier momento la daban de alta. A esto, mi cuñada iria por mi suegra y suegro para traerlos e irnos juntos, la fui a dejar a la parada del camión y nos despedimos con un beso muy rico.
ㅡEspero que esto quede entre nosotrosㅡ me dijo.
ㅡnadie lo sabrá ㅡrespondí.
Actualmente solo hablamos por WhatsApp, nos mandamos fotos y videos calientes. Aunque no descarto la posibilidad de volvermela a coger.
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Eso es todo, espero que les haya gustado y disfrutado.
Les dejo su correo para que le escriban: [email protected]