Desde unos días previos, tras haber tenido un receso en la relación, Alejandra y yo nos habíamos reencontrado y las vueltas para salir a cenar y bailar, que nos llevaron a tener nuevamente sexo como antes.
Acordamos que había que compensar un poco el tiempo perdido y que era momento de regresar con todo, por lo cual, acordamos desde la noche previa que necesitábamos vernos por la mañana, con los habituales mensajes sexuales que nos enviábamos para poder conciliar el sueño, todo quedó listo para el encuentro.