Tenía meses o quizás el año aguantándome, fantaseando. Cada vez sentía más la necesidad de acariciar un pene, probarlo con mi boca y con el tiempo sentirme penetrado.
Subí un anuncio con una foto de mi culo durante tres días me estuvieron llegando solicitudes y yo contestando las más interesantes, intercambiando fotos y fantasías.
Me decidí por un tipo alto de 38 años de muy buen ver solo me mando una foto suya durante un viaje en Asia pero desde el principio me resultó muy interesante y atractivo.