En vacaciones fuimos a pasar unos dias a una casita que poseen mis suegros en la montaña, es una pequeña casita construida poco a poco pero lo suficientemente acojedora para pasar unos dias la familia.
Mi suegra nunca me parecio atractiva, siempre con vestidos anchos (aqui se les llama batas). Sin embargo mi esposa y su hermana, tienen un cuerpo realmente delicioso.
En la piscina me sorprendio mi cuñada recien separada al tomar el sol en top-les, mi mujer siempre decidida le acompaño, aquellos dos monumentos con las tetas al aire conseguian que mi verga estuviese buena parte del dia empinada.