Mi nombre es Marcos, tengo 22 años y hace 8 meses me fui a vivir con mi ex novia de 21 años a un departamento y digo ex novia porque ahora le anda comiendo el pito a un compañero de trabajo.
Seguramente llamar a Pablo (33 años) fue una de mis peores decisiones en la vida, si me hubiera imaginado que se calentaría al ver a una rubiecita con un par de buenas tetas nunca lo hubiera llamado para que me ayudase a subir los muebles a mi departamento, los hubiera subido yo mismo. También cabe decir que mi ex novia le siguió su jueguito erótico y yo se lo permití porque me calentaba que ella sea manoseada por él.