Conocí a mi futuro esposo siendo muy joven. Estuvimos tres años de novios, y cuando nos conocimos, yo era inexperta en el ámbito sexual. Aunque tuve un par de oportunidades antes de él, siempre sentí que no era el momento adecuado. En aquella época, mi cuerpo era joven y esbelto: piernas tonificadas, curvas pronunciadas y un busto firme que llamaba la atención. Cuando cumplimos nuestro tercer aniversario, él me propuso matrimonio. Acepté sin dudarlo. Nuestro futuro parecía prometedor, con el apoyo incondicional de nuestras familias.
Mi suegra de visita y me atrapó
Hola, es mi primer relato, siempre quise escribir algo y llegó el momento, hace dos semanas por fin ocurrió lo que me permitió tener mi historia.
Bueno me presento mi nombre es Luis, soy un hombre casado de 26 años, mido 1.74 nada del otro mundo, cabello negro, tengo una espalda marcada por el hecho de practicar natación, brazos comunes, ni muy musculosos ni delgados, unas piernas anchas y ligeramente marcadas y buenas nalgas, bueno hoy les voy a contar lo que pasó hace dos semanas.
Le enseño fotos de mi novia desnuda a mi amigo
Llevo un año y medio de relación con mi novia. Ella se llama Mia tiene 25 años y ella es chaparrita, no es gorda pero tampoco delgada, es de piel blanquita, tiene poco pecho lo suficiente para cuando usa escote se le vean ricos sus pechos, pero no los tiene grandes, ella es de cabello rubio, lo que más me gusta de su cuerpo y lo que más resalta es su culo, tiene un culo grande, las nalgas se le mueven delicioso y unas caderas bien formadas.
Tiene buenas piernas y una personalidad muy agradable cuando la conoces, pero cuando no le hablas se mira muy arrogante y mamona. Mi historia con ella es que la conocí en la universidad, no hablábamos demasiado, pero al finalizar la carrera empezamos a hablar cada vez más. No íbamos en el mismo salón por lo tanto solo nos conocíamos de vista y teníamos amigos en común.
Con mi amiga y un morenazo
La fiesta no fue tan intensa como imaginamos, pero si con muchas miradas sobre Leylia. Ante las cuales, ella y yo nos respondíamos intercambiando sonrisas cómplices sobre nuestro secreto, dado que todo lo que pudieran imaginarse estas personas, sin que ellos lo supieran, había realmente sucedido esa tarde. También hubo bastantes comentarios sobre su sexual disfraz.
Hablamos bastante con algunos amigos y otros desconocidos, bebimos bastante y bailamos un rato. Luego nos acercamos a una mesa para comer algunos bocados ya que teníamos verdadero apetito. Lo mejor de la fiesta vendría luego de esta pequeña cena y habiendo pasado no más de hora y media que estábamos allí. Ya con algo en los estómagos y con el más mínimo recuerdo de la increíble follada de esta tarde, nos alcanzaba para sentirnos, “bien arriba”.
Mi hermano se cobra sus cuernos
Somos una pareja con 8 años de matrimonio, Stella de 32 y yo de 34 años, nos llevamos muy bien hasta en la cama, ella médica, de 1.7 m de estatura, pelo corto negro, tetas 34B con pezones paraditos siempre y un culo de campeonato dicen las malas lenguas.
Mi hermano mayor, Alfonso, de 42 años y viudo tuvo un evento de corazón y su convalecencia la paso con nosotros en el apartamento. En la mañana lo cuida una enfermera y mi esposa regresa a casa de trabajar hacia las dos de la tarde y le recibe el paciente a la enfermera.
Trío esperado con mi pareja y un amigo
Los días siguientes al trío inesperado con mi amigo, mi pareja algo incómoda me preguntaba qué había pasado. Yo, también algo incómodo, evadía la conversación. Luego no volvió a tocar el tema.
Retomé el contacto con mi amigo luego de un par de semanas, sin mencionar lo sucedido. Tampoco nos volvió a visitar por un tiempo.
Había pasado algo más de un mes, y mi pareja mencionó que le parecía raro que mi amigo no había vuelto a visitarnos. Le respondí que seguramente estaba muy ocupado con su trabajo.
El mejor sexo de mi vida
Durante algunos años usé un app de citas en el que en su mayoría había maduras de ahí había que filtrar a las que se mantuvieran bien conservadas.
Hice match con Sandra, de 50 años, yo tenía 31 en ese entonces.
Empezamos a platicar y poco a poco tomó confianza, no era muy extrovertida.
Tengo varios tatuajes en los brazos y me dijo que los quería ver, eso propició a que le mandara fotos sin playera.