Después de llevar todo el día de aperitivos, comida, copas, cena y más copas, todos empezamos a perder un poco la vergüenza. Así recuerdo un día, de un par de semanas atrás en el que probé y disfruté del sexo como nunca hubiera imaginado.
Me reservo algunos detalles para salvaguardar la privacidad de todos cuantos intervinimos en esa bacanal, dela que no me arrpiento absolutamente de nada. Disfruté como un loco/loca y estoy dispuesto a repetir en cuanto se presente la ocasión.
Alquilamos una casa rural varias parejas, para unos días, en un pueblo, del cual me callo el nombre. un poco alejada del centro aunque cercana a éste. Sin embargo la privacidad de la misma está asegurada, ya que es necesaria una clave de acceso para entrar a ella y está rodeada por un muro de piedra bastante alto para que sea casi inaccesible.