Después de una noche de copas con mis amigos, me decidí a hablarle. Teníamos un año sin vernos, accedio a verme en el motel de siempre.
Ya me esperaba, entre a la habitación y ahí estaba sentado en la cama, avente mi bolsa, me quite reloj, aretes y anillos y me senté encima de el a besarlo. “Hola” le dije entre jadeos “Hola, feliz cumpleaños” me contestó ¿Lista para tu regalo? “mmmm eso suena rico. En la misma posición le quite la playera, el metió su cara a mi escote, me quito la blusa y la camiseta dejándome con el bra y la falda, sacó un seno de la copa del bra y se lo metió a la boca, mordia y lamia el pezon hasta que se puso duro, con una mano me acariaba la espalda y la que tenia libre era para estimular el otro seno.