Pagando por Sexo

Mi esposa Inés tiene 50 años, yo 58, llevamos solo tres años de casados, ambos por segunda vez. Vivimos muy contentos, tranquilos y felices en la Ciudad de Guadalajara en México, nos conocimos, hace algún tiempo por cuestiones de trabajo, ella se desempeñaba como una ejecutiva de finanzas, yo tengo mi propia empresa y utilizo con frecuencia, la empresa financiera donde ella trabajaba. Cuando la conocí me gusto muchísimo, la invite a salir, me hizo caso, nos tratamos y siendo ambos divorciados, pues una cosa llevo a la otra y a los pocos meses nos casamos, ella dejo trabajar y gran parte de su tiempo lo ocupa en mantener su figura pasando muchas horas del día en el gimnasio, así como estar a la moda y vestirse estupendamente, yo la consiento en todos sus gustos.

Me gustaría antes de comenzar este relato el describir lo mejor posible a mi esposa Inés. Es bajita y menuda, delgada, es bonita sin ser bella, tiene ojos expresivos y labios carnosos, sus senos son pequeños, pero todavía duritos y con unos pezones ricos. Lo que mas me gusta de ella son sus nalguitas, las tiene duras y no muy grandes y paradas, también sus piernas son muy bonitas y ella en conjunto sigue siendo una mujer muy atractiva a pasar de sus años, lleva el pelo corto y negro, es morena clara, piel banca, sus partes intimas no se las depila y tiene su vello pubico natural, algo rizado y negro, sus labios vaginales son gruesos y juntos, solamente se hace la depilación del «bikini», en otras palabras, me fascina.

Yo llevo mis 58 tacos bastante bien, porque me cuido sin exageraciones y por supuesto que el Viagra me ayuda muchísimo para pode llevar una vida sana y poder proporcionarle satisfacción sexual a mi esposa de acuerdo a sus requerimientos. Hacemos el amor unas dos veces por semana. Pero últimamente nos hace esta haciendo falta algo mas fuera de lo común para realmente calentarnos mutuamente y poderla llevarla al orgasmo como ella se merece.

Nos calentamos mutuamente fantaseando y platicando sobre nuestra anterior vida sexual, a mi lo que me calienta muchísimo es escucharla relatar con todo detalle como se la cogía su marido, como ella le cumplía sus deseos mas intimos, así como la primera vez que lo hizo, cual ha sido la verga que mas le ha gustado y otras cosas muy calientes y muy intimas. Con el tiempo su interés sexual por su ex marido fue decreciendo, ya no la satisfacía como a ella le gusta. Con el tiempo ella se comenzó a dar cuenta de ciertas tendencias homosexuales de ex-marido, sobre todo cuando le insistía en tener relaciones anales y ella tenia que ponerse

 

con el culito levantado poniéndose en la clásica postura de perrito. Esta forma de poseerla le encantaba a su ex-esposo, que así llegaba a cumplir su fantasía de estarse cogiendo a un muchacho. El confeso e le insistió que sus deseos de tener relaciones con otros hombres las tenia ella que aceptar, por supuesto ella no lo aceptó de ninguna forma. El colmo fue cuando ella tuvo que regresar de un viaje de negocios a su casa cuando le cancelaron un vuelo y lo descubrió desnudo con un chico en su propia cama, manándole la verga al chico que era repartidor de Pizas a domicilio, esto si la molesto mucho, porque el descarado le dijo, para calmarla que si ella quería el chico se la podía coger y el no se opondría.

Inés me confeso, que a pesar de su enojo y sorpresa, esto si la dejo caliente porque el chico no tenia mas de 18 años y tenia una rica verga. Siendo ella my sagaz e inteligente, planeo y llevo a cabo su plan para cogerse al chico sin que su marido estuviera presente y llevo a cabo su venganza, teniendo varias veces sexo con el chico en su propia cama, al que gozo mucho y muchas veces, cuando ella me contó esto me di una calentada tremenda y hacia que Inés me relatara con todo detalle como se la cogía el chico, como tenia la verga, como se venia, a que sabia su semen, cuantos palos le echaba, las posturas que le gustaban al chico, etc. ella lo gozo unas 20 o mas veces, el marido se entero por fin cuando ella se lo contó con lujo de detalles y por eso surgió el divorcio.

Nuestra fantasía favorita, sobretodo la mia, que la platicamos muy seguido es el ver a mi esposa Inés coger con un hombre joven, eso me calienta mucho y a ella mas, sobretodo porque se que ella necesita y desea una verga joven, firme e incansable. Yo no duro mucho cundo la penetro, sobretodo cuando ya estoy ya demasiado caliente, me vengo muy rápido, yo me doy cuenta y acepto de que Inés si necesita y requiere mas sexo que yo. Estoy totalmente de acuerdo en dejarla coger con otro hombre, pero siempre que yo este presente durante el acto y después penetrarla yo cuando haya terminado y su vagina este llena de semen de otro hombre.

El problema es donde conseguir a un hombre joven dispuesto a llevar a cabo nuestra fantasía, ya no es facil a nuestra edad, conocer y tratar a jóvenes, lo hemos intentado y a pesar de haber visitado discotecas, cafés, bares, etc. Todo ha sido en vano, los jóvenes ni siquiera nos voltean a ver. Pero la suerte se puso de nuestro lado y aquí viene lo interesante.

Resulta que una amiga de Inés, casada con un hombre al cual conozco muy bien y jugamos al golf juntos cada semana, le confeso un secreto que tenia muy bien guardado, ella esta teniendo relaciones con un joven de 22 años, por supuesto que su esposo no lo sabe, pero la razón es pero su marido no la llega a satisfacer y rara vez se la coge, pero ella ya encontró lo que buscaba con este chico. Este chico se llama Raúl, es estudiante de medicina en una Universidad privada de esta ciudad, es saludable en todos sentidos y se mantiene en forma nadando diario y haciendo ejercicio. Este sueño de chico amoroso, les hace el amor a varias señoras mayores cobrando por sus servicios sexuales, es muy discreto y de esta forma se ayuda a cubrir sus gastos, ya que viene de Sudamérica y el dinero que recibe de su familia no le alcanza. Las señoras con las que tiene relaciones son unas tres o cuatro, y no más de una vez por semana con cada una de ellas.

Esta relación extramarital es ultra secreta y discretísima, porque obviamente si las autoridades universitarias se llegasen a enterar Raúl, tendría serios problemas, y el por supuesto le tiene pavor a un marido cornudo, le podrían hacer mucho mal. Esta es la situación ideal para poder llegar a sostener una relación que no involucra sentimientos ni ataduras de ninguna clase, sino puramente sexo. Inés se entusiasmo mucho cuando su amiga le ofreció ponerla en contacto con Raúl, yo desde luego aprobé el encuentro, pero con la condición irrefutable de estar presente cuando hicieran el amor. Inés hablo con Raúl por teléfono y quedaron de verse. Se fue a tomar un café con el una tarde y allí, y de acuerdo a la platica sostenida con el chico, Inés le puso por condición al chico el estar yo presente, y el sugirió que para llevar las cosas con maduración y sin tropiezos, Inés y el podrían hacer el amor solos la primera vez y después entraría yo a cogerme a Inés, Raúl prefiere que sea de esta forma pues nunca se ha cogido a una señora con el marido presente. Este plan se podría llevar a cabo en un Motel, ellos dos entrarían primero al cuarto, mientras yo esperaría en el coche, mientras cogían, al terminar Raúl saldría y nos esperaría en el coche, dejándonos solos y así yo podría cumplir mi fantasía de penetrarla a los pocos minutos de haber quedado llena de semen de otro hombre.

Prometo que muy pronto, en unos días, en otro capitulo, relatare la primera vez que vi a mi esposa coger con otro hombre. Lo que sentí y paso y las consecuencias de este calientísimo acto.

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