Noche de sexo con una clienta

Tengo 25 años, trabajo como camarero en un restaurante, un día llegó una clienta de aproximadamente unos 45 años que al verla me dejó fascinado… Era una mujer de cabello castaño, aproximadamente una altura de 1.70 cm. Un rostro que no demostraba su edad, tez blanca, cintura delgada sus pechos eran redondos no muy grandes, pero bien puestos en su lugar aun así se notaban bastante, muslos grueso y unas nalgas firmes y levantadas… Ese día ella lucía un top negro con tirantes con un pronunciado escote con el cual se podía admirar sus bellos senos sostenidos por un sostén negro de lencería, un pantalón de cuero ajustado del cual por detrás se le marcaba su ropa interior, un cachetero que al parecer cubría solo la mitad de su trasero.

Yo quedé enloquecido al ver semejante mujer ya era algo tarde y esa mujer me tenía muy caliente, ella se fue del restaurante, yo terminé mi trabajo y salí también de hay más sin embargo me topé con ella en el ascensor.

–Oye muchas gracias por tu atención… –dijo ella

–No te preocupes fue un placer… Además una mujer como tu merece un trato especial.

Ella se sonrojó en ese momento yo le pregunté si quería tomar un trago conmigo y ella accedió.

Llegamos a un bar que se encontraba cerca del negocio donde tomamos una cerveza y comenzamos a hablar.

Ella me dijo:

–Vaya que me diste un trato especial… Al parecer no parabas de mirarme.

–La verdad es que me pareciste muy atractiva… –dije esperando cualquier cosa.– Seguro que su esposo goza mucho de su compañía.

–La verdad es que soy soltera

Yo le respondí:

–Eso me parece perfecto… –lanzándome a sus labios, dónde nos besamos con mucha pasión.

Yo coloqué mi mano en su rodilla, lentamente la subía por su pierna hasta que llegué a su trasero, ella me detuvo y me dijo:

–Espera vamos a otro lugar… –mientras buscaba algo en su bolso mi instinto me guío a mirar su espalda, degustar su postura sentada, su ropa interior comenzaba a asomarse.

Al salir notamos que no teníamos transporte, pero nuestras ganas por hacer el amor nos podía, así que yo le sugerí que nos fuéramos al restaurante hay estaríamos solos.

Íbamos caminando yo admiraba sus pechos botar mientras caminaba cuando entramos cerramos la puerta

Ella me llevo hasta una mesa donde nos besábamos desenfrenadamente, yo besaba su cuello, acariciaba sus nalgas, comencé a desnudarla comenzando con su top dónde mire sus senos brillantes por el sudor, después si pantalón dónde por fin pude sentir sus nalgas en su máxima plenitud, ella se puso de rodillas saco mi miembro y comenzó a hacer un increíble sexo oral… Ufff esa mujer era una experta. Después la coloqué de espaldas arrinconada contra la pared donde le devolví el sexo oral… Era increíble yo lamía su sexo mientras tenía sus nalgas en mi cara.

Después la coloqué en una mesa sin miedo a nada comencé a penetrarla mientras ella se movía solté su sostén sus pechos quedaron en la misma posición.

Yo la agarro del cabello mientras nos movíamos, ambos gemíamos por el increíble placer que se sentía. Después ella me sentó en la silla ella se montó sobre mi.

Mientras me cabalgaba sus pechos botaban en mi rostro y yo trataba de atraparlos con mi boca… No aguantamos más y casi al mismo tiempo nos acabamos entre gemidos de placer… Después nos fuimos a un hotel donde hicimos el amor toda la noche.

Después de eso no volví a saber de ella, pero fue una experiencia increíble.

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