Si les gusta coger, cojan lo más que puedan, si quieren hacerlo con un familiar, no tengan miedo, entréguense, pueden sacar lo peor de ustedes, porque le tienen confianza y porque no lo dirá porque sale igual de jodido que ustedes.
A las mujeres nos da miedo, pero mientras nadie se da cuenta, cada cogida es espectacular y si no, mientras se las estén cogiendo, cierren los ojos e imaginen a quien quieran, sin miedo, solo es una fantasía, solo es para ustedes, nadie lo sabrá y no pasa nada, denle sexo a ese tipo, como si fuera el familiar de su preferencia, ambos van a gozar y al terminar díganle que coge delicioso y que desean tenerlo más entre las piernas u otra vez, solo para sentir lo rico que es. Si no se atreven, imaginen y en su mente pueden decir las cosas más sucias, pensar lo más extremo que quieran en su cuerpo y traten de llevar al macho a darles lo que desean.
Masturbense, sientan rico, tirénse al suelo, pongan una almohada y metanse cosas dentro para disfrutar, dejen que entre en ustedes, háganse lo que quieran, sientan todo, es con ustedes y nadie sabrá que han pensado en entregarse a todos los hombres, abrirse para darle placer a todos, ser la puta que los hace venirse, uno tras otro, que no de miedo la fantasía.
Si está sanito, dejen que se les venga en la cuca, sientan como las llenan y como les sale y les palpita adentro de su cuquita, dejen que les llenen el culo, si duele al principio, pero ustedes den las nalgas, luego lo gozan bien rico y pueden dar más placer, cómanse esa leche, esa mierda es rica, no de sabor, sino que es el placer de su macho, no importa que no lo conozcan, un ratito es solo suyo, es su hombre, es un animal apareándose en su cuerpo, usen siempre anticonceptivos, no se embaracen solo porque si, sino porque quieren al niño, que es lo más importante, para todo lo demás, es solo gozadera y con agua y jabón se quita.
Yo he gozado a mi tío desde sus manoseos, de hecho su primera leche fue en mi boca, me cogió más grandecita, pero la verga se la estrenó mi boca, su verga fue la primera en jugar en mí, la primera vez que cogió, lo hizo frente a mi y pude disfrutar, luego fue la primera verga en abrirme y hacerme mujer, él me abrió el culo también, me ha hecho gozar tantas veces, me ha hecho unas cosas, que hasta aquí me da miedo contar, pero todo me ha dado el placer más grande de la vida, sigo gozándolo, sigo entregándole mis caderas, sigo dándole todo el placer que quiera, cumpliendo las fantasías que no se atreve en otro lugar, dejando que haga lo que quiera, todo lo que quiera, pidiendo más placer, con los años coje más rico.
No importa con quien esté, en el momento que el quiere montarme, yo me abro todita para recibirlo, al final, mi amante es mi tío y no cuenta como engaño. Nos contamos como hemos cogido, hablamos por teléfono, nos masturbamos por video llamadas, ponemos el teléfono escondido para que el otro vea como coje con otras personas, sabemos todo uno del otro.
Ay papito, mis amantes luego de él, primero me dejaba manosear de un vecino y su hermano, solo era manoseo, jugaban sus vergas en mi y se las chupaba, mientras mi tío también me hacía lo mismo, solo que era más grande en edad y tenía una pijota. Pero ellos me hacían cosquillas y me la chupaban.
Luego que me desvirgó bien fuerte y me dejó bien abierta, me hizo gozar de su verga, tanto que me he puesto de rodillas para suplicarle me la de, me le entregué a un señor campesino, muy sencillo, muy moreno, chiquito, indígena, hablaba mal el español, no era bonito, me llevaba 40 años, tenía yo 18, Si era un viejo, pero aun cogía, me daba morbo ver que se le ponía dura y se tocaba los huevos cuando me miraba y pues quise hacerlo feliz, me dejé montar un tiempo, además resultó que a la vez se cogía a la hija menor y la dejó preñada, no se si ella lo disfrutaría, pero yo me gocé a su papá cada vez, me dejaba con ganas, pero si terminaba con su verga, la tenía echada hacia la izquierda, se le ponía bien dura al viejito, pero solo duraba como 20 minutos, sin embargo me rosaba bien duro el punto G, terminaba rico, pero no me decía nada, solo me la metía y ya y me dejaba con ganas de más, a ese me lo cogía solo porque se me hacía rico darle un cuerpo joven a un viejo, complacerlo me hacía feliz y me daba mucho placer sentir sus jadeos, en su cuerpo asoleado y sudado del trabajo. Ay que rico.
Luego de él, un tipo me manoseaba en el bus, me la pegó y yo me complací en él y se la mamé, para luego hacerlo mi amante por un año, se lo hacía a la mujer y no se bañaba y luego me la iba a clavar y a mi me encantaba, la imaginaba viéndonos, haciéndolo con nosotros y se lo decía para que se le pusiera más dura, en un colchón en un cuarto todo sucio, nos reuníamos luego de la universidad y su trabajo, era un obrero, pero tenía una vergota, además como costaba que terminara y yo me dejaba, pocas veces se fue sin darme lechita, yo era más joven por veinticinco años, ay pero como me traía loca esa salchichota.
El estrés del trabajo se lo bajaba a pura montada y luego de darme, la mujer le exigía y él se la comía y me contaba y eso me ponía bien caliente.
Después de él, cogí con un catedrático, Francisco era un hombre más grande que yo, como treinta y dos años, tenía aún los 19 y no me iba mal en su clase, al contrario, pero le dije que estaba dispuesta a lo que fuera, con tal de aprender todo lo que el me quisiera enseñar, pues me enseñó el pito y lo hice feliz como seis meses.
La primera vez, lo hicimos en su carro, me llevó, estaba lloviendo y le pedí que me acercara a un lugar cercano, le pregunté la razón por la que era tan serio y me dijo que no cogía mucho con su mujer y que tenía ganas, pero no encontraba con quien hacerlo para liberarse, o sea quería que me le entregara, que eso le estresaba y que no se atrevía a ir a un burdel.
Le dije que yo podía ser su puta, me acerqué y lo besé, bien profundo pero despacio, con mi mano solo puesta en su verga y de inmediato se le puso bien dura.
Lo llevé a un lugar que decían que se podía hacer en el carro, pedimos una cerveza y empezamos a hablar, ya ni recuerdo de qué, al terminar la cerveza, me puse caliente, al verlo todo confundido, pensó que iríamos a un restaurante, lo besé bien rico y luego le abrí la camisa, él se dejó le toque el pecho y la verga sobre el pantalón y me pasé atrás, el salió del carro y abrió la puerta de atrás, me quité la blusa y le pedí que me chupara con fuerza, el lo hizo y me mordió, me dejó la mordida en cada chiche, yo me quejé pero le tomé la cabeza para que no me soltara, cuando no aguanté más lo aparté, me quité el pantalón y como no uso calzón, me jugué la panocha, mientras él se desnudaba, estaba jadeando muy fuerte y le pedí que respirara, lo acaricié mientras, se hizo para adelante, y me senté sobre su verga, me la comí despacio, afuera caían chorros, él estaba medio mojado del pelo y su aliento a cerveza me estaba volviendo loca.
Cuando sentí que ya estaba toda la verga dentro de mi, era larga pero algo delgada, algo torcida, morena, venuda y peluda, me ponía caliente el pelo, era como hacerlo con un animal.
Así que ya adentro, sin moverme, lo tomé de las manos y le dije que por fin iba a ser mío y que había imaginado tanto tiempo siendo su mujer, quería complacer su cuerpo, quería tenerlo dentro de mi todo el tiempo, que mi cuerpo solo se calentaba imaginando como me poseía, El tenía la verga muy dura, la mirada vidriosa y temblaba.
Le dije que yo iba a darle todo lo que el quisiera, como quisiera, cuando quisiera y donde le pegara la gana sin que nadie lo supiera, sin comprometerlo, solo gozar y disfrutar, me besó y empezó a subir las caderas, me estaba embistiendo, yo me abrí toda, bien abierta para que me entrara toda y me la pudiera meter hasta el fondo, me le pegué para que sus pelos me rosaran el clítoris, ay como gocé porque tenía un tiempo de no disfrutar, incluso no me había masturbado en un tiempo y él movía sus caderas hacía arriba y yo solo estaba allí, abierta y jadeando, diciendo como me dolía, le decía que rico duele, me estás haciendo daño, profe, hazme gozar, él no decía nada, solo me impulsaba para arriba y me jalaba con las manos con fuerza, y yo pegadita a su cuerpo peludo, sudando, olía tan rico y ese olor a macho caliente me estaba pegando tan duro, me sentía libre, abierta totalmente revotando en su verga, que me lastimaba al entrar, pero me daba placer.
Terminé y le dije algo como que aun no era mi hombre, hasta que no se viniera en mi vientre, hasta no sentir su placer dentro de mi, me pidió que me acostara, y lo hice, pero era incómodo, así que abri la puerta, saqué la cabeza, dejé que me lloviera en la cara, mientras él seguía duro dentro de mi, me ahogaba con la lluvia y le pedí que se apurara, le dije apurate, me estoy ahogando y se me quedó viendo, empezó a embestir encima de mí, duro, despacio pero con tanta fuerza, yo tenía una pata encima del asiento la otra sobre el asiento de adelante con medio cuerpo recibiendo la lluvia y me sentí tan sexy y puta, que mientras me ahogaba y a penas si podía respirar, levanté las caderas mientras él empujaba hasta el fondo, me puso la mano en la teta y otra en el techo y comenzó a menarse con fuerza adelante y atrás sin parar, rápido, yo moría con la lluvia en mi cara y eso me puso más y más y más caliente hasta que me vine de nuevo, él no dejó de darle duro, aunque se la estaba apretando, le daba más y más al verme gozar y sufrir, yo le pedía que terminara, que me iba a morir y solo lo ponía más duro.
Intenté sentarme para meter la cabeza y él me agarró del cuello, le pegué y el solo siguió cogiendo, viéndome fijo, era muy fuerte, no podía quitarlo, pero a la vez no quería, me estaba doliendo mucho pero verlo así era tan rico, finalmente, gritó y me apretaba y soltaba el cuello y se vino dentro de mi vientre, yo me dejé ahorcar, me dejaba intervalos para respirar, así que podía, el aire me pegaba en la espalda estaba bien subida las caderas con las manos deteniéndome para que no saliera mi cabeza, mientras, él podía penetrarme mejor y podía meterla toda, quería que su verga quedara completamente dentro de mi cuerpo, nunca sentí tanta libertad, no es la mejor cogida, pero si la más libre, sentir que mi vida le pertenecía y en cualquier momento me la podía quitar me hizo sentir la sensación más espectacular, se vino como loco dentro de mí, yo me quejaba de dolor al ser penetrada, estaba excitada de nuevo, sentía sus huevos pegándome, sentía su verga raspándome, sentía cosquillas ricas y terminó en mis entrañas, fue muchísimo, sentía que no terminaba, mis tres hombres no me habían dejado tanta leche dentro, el gritaba y gritaba como si le doliera, me dio una bofetada y empujó con tanta fuerza que volví a sacar una parte de mi a la lluvia que no paraba.
Se retiró y se quedó sentado mientras yo me hice para adelante y me masturbé delante de él, empecé a tocarme mientras me miraba la cuca y yo lo miraba a él, verme con mucha atención, me metí dos dedos y me toqué el clítoris, empecé a jadear y a decirle que él cogía como un Dios, que jamás nadie me lo hizo tan rico, me puyé con fuerza y me hice muy duro el clítoris, él me quitó los dedos y me empezó a penetrar con sus dedos, le pedí que lo hiciera para el otro lado, cuando empecé a sentir rico le dije duro y me dio muy duro hasta que me vine, mi cuca se empezó a contraer muy fuerte, y sus dedos se quedaron parados, el solo me miraba, callado y cuando le solté los dedos y me hice para atrás, sacó los dedos y me hizo chuparlos y luego me golpeó con fuerza la cuca, grite y cerré las piernas, me las abrió y volvió a palmearme con fuerza, le dije que dolía y lo volvió a hacer, estaba rojo, luego me golpeó las tetas, me pegó dos veces en la cara, luego me golpeó la cuca de nuevo, me volteó y me dejó en 4 y empezó a golpearme las nalgas, yo empecé a gritarle que no, el siguió pegándome en las nalgas y me tomó del pelo y me dijo, las putas se van al infierno y merecen un castigo, me volvió a pegar en las nalgas, varias veces, yo chillaba pero lo dejé, estaba asustada, pero esa sensación me gustaba, no sabía que sentía y finalmente me dejó con las nalgas rojas, me besó y me dijo que era una pecadora, yo temblaba, no sé si de miedo o esa sensación de placer, que no era sexual, solo era placer. Mi corazón latía muy duro, me cambié frente a él que estaba allí sentado con la verga aguada.
Me miró y le dije que me quería ir, no hablamos en todo el camino y solo vi por la ventanilla, pensaba en como iba a justificar el carro mojado por dentro y que chingados acababa de pasar.
Por alguna razón iba llorando y temblando, de frio, de miedo, de libertad, de satisfacción, de repulsión.
Me dejó en mi casa y me dijo bájate, cuando iba a hacerlo, me jaló del pelo y me besó mientras me apretaba las chiches y luego la concha, me dijo, jamás cogí tan rico, pero no le digas a nadie lo que pasó, perdón por los golpes, pero te dejaste, no le respondí y bajé, me fui al baño y me vi el cuerpo en el espejo, tenía las manos en las nalgas, me ardían y tenía sus dedos en mi cuello, me metí a la cama y me quedé dormida.
Al otro día le dije que se pasó y que no volvería pasar, pero esa tarde me llevó a un motel, le dije que no bajaría del carro y me dijo que solo quería hablar, que bajaramos, lo hicimos, me senté en un sillón y se quitó el saco, me pidió perdón y me besó muy rico, le respondí y me desnudó y me le volví a entregar, me apoyó contra la pared, me abrió y empezó a bombear duro, con fuerza. Sin previos, solo me la metió, pero yo con el beso ya estaba lista para ser cogida.
Me tiró a la cama y me abrió las piernas y se metió en mi con su peso encima, unas cuantas embestidas y se incorporó sin dejar de penetrarme, me pegó en la cara y me enojé, así que se la devolví y me dijo más y volví a pegarle, él me ahorcó, lo seguí golpeando, mientras él me chimaba con fuerza, me miraba y su mirada vidriosa y la cara desencajaba me ponía caliente, lo apreté con mis piernas, él se detuvo, me pegó en las tetas, y yo empecé a mover mis caderas como loca, a gritar de placer, me serví solita, me movía para arriba y abajo y atrás y adelante mientras él me seguía pegando en las tetas, me vine muy asustada por la violencia y el me abrió la boca apretándome, se vino en ella, mientras me apretaba la boca para que recibiera su semen, me dijo pecadora, comete el fruto del pecado y yo no sabía ni que pensar, pero eso me ponía caliente y cuando se terminó, me cerró la boca para que tragara su lechita rica, que como se venía ese hombre, me limpié y le dije que quería mamársela, me dijo que no tenía llenadera, y me le senté encima, con mi cuca mojada empecé a acariciar su verga aguada, yo estaba sintiendo bien y él me dijo que las putas no reciben, no piden, a lo que respondí que las putas se les da más y mucho, lo ahorqué como lo hacía y él se puso duro sentí como crecía bajo mi cuca que lo acariciaba y cuando ya la tuvo bien rica, lo monté, me la metí y seguí ahorcándolo y él solo abrió los brazos y se dejó, me decía mátame y le pegué en la cara y el pecho varias veces.
Luego de esto, empezamos a hacerlo una vez por semana, no podía aguantar tanto y cada vez que me lo hacía, era muy violento, con golpes, de ambos lados, empezó a amarrarme mientras me lo hacía, me amarró en el aire para chimarme en movimiento, era incómodo pero muy excitante, me decía que quería violarme y a mi eso me pone a mil y no me gustaba, pero si me gustaba y no podía decirle que no, le decía que no iba y siempre me convencía, me hablaba muy calladito y me decía que tenía los huevos llenos de leche, que solo yo lo ponía duro, que violarme le encantaba, me decía eres mi puta, tu te me ofreciste, ahora déjate, dijiste que querías aprender todo de mi, eres tan puta que no puedes estar sin que te la meta, te gusta, lo disfrutas, voy a darte tan duro que te voy a dejar toda panda, solo hoy, ya no más, quítame la gana, puta de mierda, si no entras aquí te violo delante de todos, cosas como esas, que me asustaban pero me ponían las caderas ardiente.
La última vez, lo hicimos en una piscina, empezó a embestirme mientras yo estaba desnuda pegada a su cuerpo, me jalaba el pelo y de repente me empezó a hacer para atrás, y yo me dejé, pero me dijo vas y me hundió la cabeza mientras me penetraba, yo me aferré con las piernas a su cadera y trataba de salir del agua mientras me hundía, cuando ya no podía más me dejó salir, le dije ya no, pero el siguió dándome y me dijo vas y tomé aire, me volvió a hundir, lo hizo varias veces hasta que se vino dentro de mi cuca, mientras tenía la cabeza abajo del agua. Me solté y me salí de la piscina, se fue detrás de mi, me jaló del pelo, me tiró al suelo, me pegó en la cara y me dijo que él decía cuando me iba, le dije que no, que si no me dejaba gritaba y me dijo eso quiero, grita, me empecé a mover y a golpearlo y él a mi y me penetró y yo no dejé de moverme, ni él hasta que no pude más y tuve que terminar, no quería, pero a mi que me obliguen me derrite y no puedo decir que no a una verga dura para mi.
Solo me dejé caer y él a moverse encima de mí, no me moví, solo lo dejé hacer, me dijo, imagina que estas muerta y yo cojo tu cuerpo, una y otra vez, sin importarme porque no te quejas, yo solo me quede viéndolo sin parpadear y él seguía metiendo y sacando con fuerza y muy rápido, me dolía rico, no le dije nada, eso parecía ponerlo duro, de verdad imaginaba que se cogía una muerta y yo, me dejé hacer, luego morder, me volteó, me la metió en el culo, jadeaba y sudaba, me volvió a dar vuelta y yo no aguantaba más, pensaba que me iba a desmayar, pero no podía terminar, estaba muy molesto y seguía cabalgando. Se paraba y hacía un circulo dentro y volvía a meter y sacar.
El me miraba y me decía no te muevas, no hagas ruido, solo voy a profanar tu cuerpo, finalmente se vino y se quedó sobre mi y me ahogaba su peso, no le importó, se movió hasta que pudo respirar. Me dijo que había estado muy rico y especial. Me levanté y se me escurrió el semen, abrí las piernas, metí dos dedos en mi panocha y me los sacudí y vi sangre, pensé que me había hecho daño, era el periodo.
Cuando vio, se levantó y me agarro por detrás del cuello con el brazo y le dije que me soltara, dijo, no sabías que las mujeres no deben de dejarse coger cuando están sangrando, eres la peor puta del mundo, me mordió un hombro y empecé a llorar, le pedí que me soltara y me dijo que no, me llevó así para adentro, yo intenté pegarle en el pito y se le paró en vez de asustarse.
Se sentó y me puso boca abajo en sus piernas y empezó a darme nalgadas, yo empecé a llorar y a suplicar que me dejara, la sangre me estaba escurriendo por las piernas, y lo tocó, me agarró del pelo y me llevó al baño y me lavó la cuca, luego me sacó y me golpeó la cara varias veces, le pedí que no, me tiró al suelo, quise incorporarme pero no me dejó y puso su verga en mi boca, empezó a apretar, me la metió toda y me estaba ahogando, me la sacó y luego me volteó y boca abajo, me la metió en el culo, me dolía, estaba llorando y pidiendo auxilio, y luego me la metió entre la sangre y me dijo que iba a sentir como era ser poseída por el diablo,
Entonces pensé que ya iba muy lejos y como había terminado el semestre, me fui de vacaciones al pueblo a coger con mi tío y no volví con él, pero les juro que tiemblo cuando recuerdo como los golpes antes, durante y después me hacían enloquecer, pero luego tenía miedo, que horrible sensación, pero a la vez placentera.
En fin, seguí cogiendo con mi tío todos los días y pasaron cosas muy ricas, con mi tío sentía la gloria, tiene su cosota tan grande, toda peluda, unas bolotas y bien gruesa, así que volví a disfrutar de la rudeza sin morir, casi.
Pero estuvo muy feo, siempre decía nunca más y a la otra me abría para él y lo dejaba hacer lo que quisiera y pasaba excitada toda la semana y decía nunca más y otra vez me le entregaba y me dejaba abusar, estuvo rico, pero menos mal no más, no se si muchas se entregaría y a todas les hacía lo mismo, pero así comprendí porque la mujer no quería darle placer.
Si una bien puta, se asusta, no quiero imaginar una mojigata siendo golpeada o a punto de morir mientras se viene en la verga del hombre.
Aunque hoy día, si quisiera otro tirito así de libre, de raro, de oscuro. Perdón por lo largo, es que intentaba recordar lo más que pudiera