Mi primera doble penetración con dos hombres

Soy una mujer que disfruta su sexualidad con quien yo elijo como lo comenté en mis primeras anécdotas, casada y que fue fiel hasta cierto día.

Mi siguiente anécdota comienza el día que mi esposo se fue con mis hijos a San Juan de los Lagos, era un fin de semana común y corriente para mí.

En esa ocasión un amigo con el cual tenía contacto desde la prepa, me habló y me dijo que fuera a su finca en el estado de Hidalgo ya que él es de allá, me lo dijo según él para que no estuviera sola todo el fin de semana y obviamente quería cogerme, después de hacerme del rogar accedí, nos llevábamos muy bien la verdad, lo conocí cuando yo tenía 15 años en ese entonces por messenger, vino a conocerme cuando yo tenía 16 y me propuso tener relaciones sexuales, yo era muy joven y la verdad no me llamaba la atención aunque eso sí, jamás dejó de ser un amor conmigo.

Vino por mi hasta mi casa en Michoacán y nos fuimos, en el trayecto compramos algo de bebida, comida, en fin suministros para pasar el fin de semana.

Ya en su finca comenzamos a platicar, a beber etc… Era un lugar muy bonito, con áreas verdes y animales, me dijo que me pusiera cómoda, hacía mucho calor, yo solamente me coloque un short, mis huaraches y una blusita. Parecía que la íbamos a pasar muy bien y en efecto fue así.

Comenzamos a platicar, y le pregunté que si estábamos solos, él me dijo que por el momento si, que no había nadie para poder estar más a gusto y en confianza, al calor de las copas poco a poco fueron saliendo cosas más perversas y excitantes, lo cual provocaba en mi que me pusiera obviamente “cachonda”. Jugamos verdad o reto, a la botella, ¡en fin! Era obvio lo que iba a pasar.

Aguante lo que pude sobria, se me comenzaron a subir las copas hasta que se me acerco y comenzó a decirme muchas cosas que jamás imagine oír de él en ese momento, entre ellas todas las perversiones que quería hacerme.

Me beso y lo bese, me quito la ropa y lo desnude. Comenzó a meterme los dedos en la vagina, mientras chupaba mis pechos yo lo disfrutaba y gemía, mientras yo lo masturbé y besé, tomé su pene entre mis manos y comencé a subir y a bajar, mientras él seguía haciéndome un rico oral, llego el momento en que no aguante y le pedí que la metiera, accedió; me puso en 4 en un sillón de la sala y comenzó a mamar mi ano, sentía delicioso como recorría y dilataba con su lengua así mismo bajo a la vagina, lamió tanto ano y vagina alternadamente, mientras chupaba, metía sus dedos era mucho placer el que sentía en ese instante.

Acto seguido me la metió; me la dejó ir toda así en 4 y sin condón, sentía tan más rico como se movía, como estando yo de perrita entraba hasta adentro… hasta que me lo saqué y comencé a mamar de nuevo, solo le veía para saber si le estaba gustando mientras con su pene me pegaba en la cara y en la lengua, eran cachetadas que me causaban placer y sabía por su expresión que le estaba encantando, él me pidió que mientras lo chupaba no le quitara la mirada de encima, me tomo de los cabellos y me metía todo su pene en la boca, así lo seguí haciendo hasta que me subí en él.

Lo senté en el mismo sillón y le di la espalda, mientras yo me movía él me metía los dedos en mi ano, era una sensación exquisita el sentir sus dedos y su pene dentro de mi, mientras yo gemía y gritaba le pregunte que si quería meterlo atrás, ni tardo ni perezoso dijo que si… Cuando me disponía a sacar de mi vagina su pene mi sorpresa fue que uno de sus ayudantes nos veía desde afuera, estaba escondido en los cuartos de frente, le quise decir a él pero la verdad me pareció excitante y sinceramente hasta más cachonda me puse, seguí moviéndome mientras yo me tocaba los pechos, a lo lejos se veía solamente la cara de ese señor que estaba al tanto de todo lo que hacíamos Enrique y yo.

Lo saqué de mi vagina y me acomodé para irlo metiendo poco a poco en mi cavidad anal, así me la metió hasta adentro y seguí yo dándome unos ricos sentones en su pene sentía como mi ano se dilataba y mi vagina pedía más, el señor solo nos observaba a lo lejos y eso provocaba en mí excitación, mientras me movía me nalgueaba y jalaba del cabello, lejos de dolerme me excitaba aún más y gracias a eso más me movía hasta que me dijo que se iba a venir en mi ano, llego su orgasmo y llego uno mío, ¡si!

Así como lo leen tuve un orgasmo anal-vaginal, no me preguntes como, pero mientras sentía como se venía sentí como me venía yo también, mi ano y vagina se llenaban de contracciones, contracciones que solo se sienten en un orgasmo.

Me lo saqué y me beso, me dijo que le había gustado muchísimo, nos recostamos y comenzamos a platicar.

El viaje me cansó y más el haber cogido como cogimos.

Al estar platicando durante la noche de nuestras vidas nos quedamos dormidos. Al otro día al despertar volvimos a coger en su cama, lo desperté con un oral en el cual engullí su pene hasta que me canse, mientras se la chupaba comencé a masturbarme, él aún estaba medio dormido así que ya estando su pene arriba le coloque un preservativo y me subí, cabalgué en él mientras apretaba mis pechos, al ver que despertó por fin, me bajé de él y me recostó boca arriba, abrió mis piernas y metió su pene, yo solamente apretaba las sábanas con mis manos mientras él me penetraba, tomó mis pies los puso en su pecho y siguió metiéndole hasta que se vino, fue algo intenso y normal, pero placentero.

Nos metimos a bañar, nos vestimos e hicimos de desayunar entre los 2, ese sábado nos fuimos a pasear la mayor parte del día a Pachuca. Entonces se me vino a la mente una fantasía que ya había cumplido con mi marido, pero usando juguetes.

Paseando por Pachuca, y estando en un centro comercial se me ocurrió una idea y una fantasía que tenía reprimida, comencé a sondear a Enrique acerca de que pensaba de compartirme con alguien más y verme teniendo sexo. La idea no le pareció del todo, me dijo que no le gustaba compartir con nadie, paso el tiempo durante el día, seguimos en nuestro paseo y yo no quitaba el dedo del renglón, le dije que tenía esa fantasía que me la cumpliera pero él seguía con esa negativa, me dijo que porque mi esposo no me la cumplía obviamente le dije que él tampoco nunca me compartiría, además de que hay en Pachuca nadie me conocía más que él.

Al llegar la noche nos regresamos a su finca, no sin antes pasar a una farmacia a comprar algunas cosas que según él ocupaba, en el trayecto comencé a cachondearlo y a tocar su pene tratando de convencerlo pero no fue así.

Llegamos, sirvió unos tragos, prendió la caldera de su alberca nos metimos a nadar un poco y comenzamos a cachondear, mientras nadábamos me metía los dedos en la vagina, yo le agarraba su pene duro y erecto.

Se quito el traje de baño y me recargo en la orilla de la alberca, quiso penetrarme así sin condón nuevamente pero no lo permití, solamente dejaba que rozara con su cabecita la entrada de mi vagina y entonces se me ocurrió algo para que aceptará mi idea. Le dije que lo dejaba penetrarme sin condón otra vez pero tenía que complacer mi fantasía, me dijo que era difícil porque muchas veces esos hombres se terminaban dando entre ellos jajaja yo le dije que no, que yo quería que ambos me dieran a mi.

Me dijo que ya era noche y que no podía llamar a nadie así que tuve que contarle lo de su peón. Le dije que mientras cogíamos el día anterior su peón nos observaba de los cuartos que están frente a su sala, me dijo que quien había sido a lo que le respondí que no sabía, por lo que se lo describí y llegó a la conclusión de que había sido Leopoldo, “Polo” como ellos le decían.

Me dijo que él era el velador no un peón, y que se le había olvidado decirle que no fuera a dar sus vueltas en esos días. Así que le pregunté de nuevo y me dijo que si eso quería estaba bien, que me quería complacer y meterlo así, me arreglé mi traje de baño se colocó él el suyo y salimos de la alberca.

Buscamos a Polo pero no estaba en la finca, ya andábamos cachondos los dos, la verdad a donde íbamos nos besábamos con pasión y deseo, metía sus dedos, mordía mis pechos, dejaba que me diera unas metidas sin condón, pero solamente un par para ponerlo más caliente, andábamos deseosos ya, bueno yo mucho más. Al ver que no encontramos a Polo nos metimos de nuevo a la sala, si me desánimo bastante el no encontrarlo pero también sabía que no se podía tener todo en la vida.

¿¡Comenzamos a besarnos de nuevo me subió a una barra y me dijo que cogeríamos toda la noche, y qué creen!? Saco lo que fuimos a comprar a la farmacia y era viagra, se lo tomó y comenzó a besarme de nuevo, me recostó sobre la barra de la cocina, hizo mi traje de baño a un lado y comenzó a hacerme un oral delicioso, lamia mi clítoris riquísimo y ni que decir el como me metía sus dedos era delicioso, le puse mis pies en sus hombros mientras mis piernas abiertas recibían sus lengüetazos. Estábamos muy excitados, calientes, el jugueteo previo nos calentó muchísimo y creo yo también, la plática que tuvimos.

Se me ocurrió la idea de desnudarme y sacarlo de la cocina para hacerlo en la alberca, salimos, me recargue en el respaldo de un camastro parando mi colita, se colocó atrás de mi y me penetró. Mientras metía su verga yo gemía de placer gritaba y pedía más, quería que me cogiera con todo, pero la sorpresa fue que se vino muy rápido, así recargada en el camastro me dejó llena de su leche, se disculpó y le dije que no pasaba nada. Nos metimos a nadar un poco más, el agua caliente hacía que fuera algo placentero, delicioso.

La “pastillita” hizo efecto y al pasar menos de una hora en la que nadamos, tomamos, salimos de la alberca y fuimos a la cocina, preparamos alguna botana, se declaró listo para el segundo round.

Dentro de la cocina comenzamos de nuevo, hasta que llegamos a la sala, parado delante de mi me arrodilló en la alfombra y comencé a chupar su pene de nuevo, comencé a besar sus testículos mientras con mi mano se la jalaba, tome su “paquete” y comencé a rozar mis pezones con él, chupe la cabeza hasta comerlo todo. Así mamaba su pene hasta que decidí subirme en él, pasamos a la sala, lo senté en el sillón y de frente me subí, chupo mis tetas mientras yo agarrada del respaldo me movía y sentía como su pene entraba y salía de mi.

Al cambiar de posición me lleve una agradable sorpresa, Polo estaba de nuevo en los mismos cuartos escondido, no le dije a Enrique, me coloque en 4 y espere su embestida, mientras me la metía yo no le quitaba la mirada de encima a Polo le dije a Enrique pero él se puso nervioso y hasta se bajo aquellito.

Fue entonces cuando Enrique le grito, y le dijo que qué hacía observando, Polo salió y pidió disculpas y se disponía a irse, pero fue cuando Enrique le dijo que si no lo acompañaba a darme, que era mucha hembra para él solo, no digo que yo lo sea, él se lo dijo a su velador.

Era ya un señor algo canoso con bigote, sin pensarlo lo besé, le quité la chamarra y camisa que traía, el señor se sacó de onda y comencé a desabrochar su cinturón hasta quitarle el pantalón y botas de trabajo. Ambos estaban cohibidos, no había erección por lo que comencé a mamar el pene de don Polo, comencé con pequeños besos y a jalarla, mientras veía como se ponía dura, Enrique tomó la suya estando sentado en el sillón e hizo lo mismo, jalo hasta pararla.

Ya teniendo 2 penes duros para mí, fui hasta el sillón y le di la espalda a Enrique, me senté en él y comencé a moverme, mientras Polo solo nos veía lo invite, le llamé y se acercó, puse su pene en mi boca y se la mame, estaba muy excitada, estaba cumpliendo mi fantasía, aunque faltaba mi deseo de sentir 2 penes dentro de mi al mismo tiempo.

Seguimos así, Polo entro en confianza y ya me tomaba del cabello para meterla aún más a mi boca. Le pedí a Enrique que se saliera, me fui a la alfombra, acomodé los cojines y les llamé, arrodillada comencé a mamar ambos penes, era una digna postal de fotografía, mis tetas, mis pezones erectos y mi vagina súper mojada pedían pene.

Acosté a Polo le di un preservativo y me subí en él, lo monté mientras Enrique nos veía se acerco y me dio su pene a chupar, mientras Polo tomaba mis tetas con sus manos yo solamente me concentraba en sentirlo a él y a Quique en mi boca, le dije que me la metiera por atrás, que quería sentirlos a los 2, se colocó atrás de mi y comenzó a dilatar mi ano, mientras Polo seguía moviéndose sentí su pene más y más duro, era señal de que se iba a venir y así fue, antes de tener una doble penetración se vino el señor Polo, me sentí frustrada, estaba haciendo mi fantasía realidad y se nos terminó viniendo el señor.

Me pare molesta, desilusionada y solamente comencé a besar a Enrique, Polo pidió disculpas, se disponía a irse, le dije que no, que se esperara.

Así que seguí cogiendo con Enrique. Polo nos veía y tomaba su pene entre sus manos, yo sabía que él quería más y yo también. Enrique sin decirme más me la metió por atrás, mientras me cogía yo observaba a Polo.

Lo miraba con lujuria, lo quería tener también dentro de mi, sin embargo Quique termino viniéndose en mi ano, mientras yo pedía más y más solamente sentí como su leche me llenaba la cavidad anal.

Cuando termine de disfrutar como Enrique se había vaciado dentro de mi, note que Polo ya no estaba, fue una lástima el no haberlos tenido a los dos dentro pero sabía que tenía que cumplir esa fantasía algún día, al terminar nuestra sesión de sexo nos dispusimos a descansar, así que nos fuimos a dormir ya que debía regresar a mi casa, al otro día no cambió nada, preparamos mi maleta nos bañamos y antes de salir de su casa me dijo que me quería dar un recuerdito, así que saco su pene del pantalón y al sacarlo ya sabía lo que debía hacer, mamar.

Así que comencé a hacerlo, a chupar de nuevo, su pene erecto hacia que me prendiera más así que le hice una rusa, puso su pene entre mis tetas mientras yo las apretaba y se movía, mientras yo veía su cara de placer el simplemente dijo, me vengo y no alcanzó a llegar a mi boca, me los echo en la barbilla, mientras escurría su leche me metí de nuevo en la boca su pene y le limpie el resto que tenía en la punta.

Me levante, limpie mi cuello y barbilla, y nos dispusimos a regresar, me trajo hasta la puerta de mi casa y a las pocas horas de haber llegado yo, llegó mi familia, sin levantar sospechas seguí con mi vida normal, madre abnegada y cariñosa, esposa y pareja recatada en la mesa y toda una pu… En la cama.

Esta fue la primera vez que se me ocurrió una doble penetración con personas, con mi esposo ya la había hecho pero con dildos, plugs y vibradores, sin embargo yo quería sentir el movimiento de 2 hombres dentro de mi.

Les mando muchos saludos y espero me vuelvan a leer y dar sus puntos de vista. Un abrazo y gracias.

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