Me llamo Juliana, soy colombiana, actualmente tengo 22 años. He sido un poco activa en el aspecto sexual, pero quisiera contarles mi primera experiencia con un hombre mayor y casado, que para mi caso ha sido algo espectacular durante un poco más de un año que llevamos saliendo. Y si les gusta, puedo seguirles contando anécdotas con él.
No fue nada planeado, pero todo se dio sin querer. Nos conocimos en diciembre del 2019 en una rumba, cuando yo tenía 21 y el 42, desde el principio se sintió la química y para nuestra suerte su esposa estaba de viaje.
Bailamos súper rico, tal vez un par de horas, tiempo para el cual ambos estábamos interesados en otra cosa, él no había dado el paso de proponerme algo distinto, supongo que le daba cosa por la diferencia de edad, entonces fui yo la que dio el primer paso.
Momentos después estábamos en su auto rumbo a un mote, estaba súper ansiosa, antes jamás había estado con un hombre así de mayor y menos casado.
Al llegar al cuarto nos quedamos uno parado frente al otro como congelados, pensando quien sabe que cosas, él tomó la iniciativa y empezó a acariciarme y tocarme suavemente aun vestida, su cara de morbo era no sé espectacular. Luego me giró y quedé de espaldas, y empezó a manosearme con más ganas hasta el punto de meter su mano por mi falda, yo me sentí al principio un poco extraña, pero a la vez emocionada.
Empezó a quitarme la ropa muy despacio, como disfrutando cada momento, finalmente estaba yo desnuda frente a él, en ese momento me tumbó a la cama y se arrodilló a mis pies, no se imaginan lo bien que me empecé a sentir cuando empezó a lamerme y chuparme, mi cabeza empezaba a comparar lo distinto que lo hacen los hombres de mi edad y empezaba cada vez más a relajarme y empezar a pasarla bien.
Cuando se detuvo se puso de pie y muy ágilmente quedó desnudó y fue subiéndose hasta mi rostro y sin palabras fue invitándome a que lo chupara, lo hice con extremo gusto, él lo había hecho igual conmigo.
Poco a poco fuimos explorando nuestros cuerpos, besándonos y tocándonos súper delicioso, para un momento yo estaba más que lista y quería cabalgarlo, en nuestra primera cita usamos condón. No se imaginan yo me fui hundiendo despacito como disfrutando cada instante, entré y salí algunas veces, pero así despacio, finalmente me quedé hundida como congelada.
¡Yo estaba emocionada porque era como si el supiera siempre lo que yo quisiera. ¡¡¡Y no quería que acabara!!!
El me volteó, yo estaba bocarriba solo viéndolo mientras se aproximaba a mi cuerpo para hundirse en mí, empezó a hacerlo con un ritmo delicioso, yo la verdad estaba turbada y solo quería no terminara, cuando él se salió y vi el condón vacío, el hasta se rio de mí diciéndome, tienes una cara de pervertida. Yo solo atiné a decirle que me encantaba que durara.
Le quité el condón como pude, y empezamos a jugar con nuestras bocas, con calma, como dando tiempo a relajarnos. El me chupaba delicioso, mi cuerpo sentía su experiencia y habilidad.
Después de jugar un poco él empezó a chuparme con tantas ganas, yo nada más atinaba a revolcarme en la cama, me sentía súper rico, era una chupada que antes jamás había sentido, hasta que finalmente contorsionándome exploté, creo que jadeé por un buen momento mientras él estaba recostado a mi lado.
Cuando me calmé le dije que como quería terminar, a lo que el sin decir nada se puso de pie, y me hizo arrodillar, yo pensé wao, no voy a quedar mal, voy a darle lo que merece, primero lo hice con calma como tomando helado, y poco a poco fui aumentando el nivel, ya en la cúspide el mismo tomo mi cabeza y la movía algo brusca mientras yo seguía chupando, finalmente explotó en mi boca y rostro, estaba súper atollada, el nada más jadeando me lo hizo limpiar todo.
Después de eso descansamos los dos en la cama un buen rato, esa noche el me hizo terminar otras dos veces, cosa que con los de mi edad es muy raro.
Así fue mi primera noche con él.