-Ayy Gustavo, sí, eso, métamela toda, reviéntame ese coño mojado es todo tuyo, ohh sí.
-Si mi perrita, como digas, te gusta cogerte a tu vecino madurito, verdad perra?
-Sí, me encanta que me la metas, como a tu putita, no pares eso sigue uhhh
Estaba a punto de correrme y tener uno de los mejores orgasmos. Cuando siento la mirada de alguien por el rabillo del ojo.
Al voltear veo a mi tío a través de mi ventana mirándome las tetas y el culo con ojos de deseo.
Yo me hago la que no lo mire y empiezo a tocarme los pezones con dirección a la ventana.
Era tanto la excitación que tenía que quería que mi tío se calentara viéndome para luego se masturbara pensando en mí.
Don Gustavo empezó a gemir más fuerte y a penetrarme con más rapidez y dureza, estaba a punto de venirme.
-Eso Don Gustavo no pares, me vengo ohh
-Ay puta eso que rica. Tan chica y ya abriendo las piernas, mmm voy a derramarte toda mi leche dentro de tu conchita.
-Si amo. Dale umm me vengo ahhh
Sentí su pene descargando todo el semen en mi conchita y yo también me vine.
En ese instante volví a mirar a la ventana y mi tío ya no estaba.
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Al día siguiente, me desperté mojada y muy caliente pues había soñado que mi tío me cogía de todas las formas posibles, así que estaba decidida a hacer realidad ese sueño.
Me levante, me coloque un top que dejaba al descubierto mi ombligo y se notaban mis duros pezones por lo delgada de la tela, y unos pantis que dejaba gran parte de mi culo al aire.
Ya había estado con algunos hombres antes y aunque tengo 18 años siempre me gusta ir calentando al que este en mi camino, y cómo no? Soy una pelirroja ondulada, con un gran culo y unas tetas paraditas.
Sabía que mi tío era el único que estaba en casa a estas horas, así que me puse un poco de brillo y baje hasta el primer piso.
Mi tío estaba en la cocina tomando tinto, con su traje del mecánico que no se le veía nada mal, para tener 43 años tenía un buen físico.
Me le acerque por detrás y le di un pico en la mejilla.
-Hola tío, cómo vas?- mi tío volteo y me miro de los pies a la cabeza deteniendo la mirada en mi culo, trato de alejarse rápidamente.
-Que haces así vestida Mary? No tienes frio?- me dijo mientras se iba a la sala y se sentaba
-No tío, la verdad es que tengo el cuerpo muy caliente, creo que me está dando fiebre- le dije y me senté en sus piernas- Mira tócame y veras.
Acerque rápidamente su mano a mis muslos desnudos, mi tío intento apartarme pero yo ya había sentido su gran y duro paquete en sus pantalones, y lo nervioso que estaba.
-Mary lo mejor es que vayas a tu habitación, yo ya tengo que irme a trabajar- dijo mi tío
– Por qué tío? No quieres quedarte a cuidar de mí? Prometo ser una buena niña y obedecer en todo- dije con voz insinuante mientras mordía el lóbulo de su oreja
Parecía que en poco perdería toda su moral y crecía más el bulto en sus pantalones.
-También quiero que me toque todo el tiempo para ver en qué momento ya no tenga fiebre tiito- dije cuando rozaba mi culo con el bulto en sus pantalones.
Mi tío perdió la poca cordura que tenía y me agarro de mis nalgas y me cargo hasta la ventana que daba a la calle en donde había un gran sofá.
De espaldas a mi empezó a agarrarme las tetas por encima del top y a decirme guarradas que me calentó mucho.
-Bien puta mi sobrinita, si eso es lo que quieres verga tendrás, ahora eres mi zorrita
-Si tío, soy tu zorra y quiero que me la metas bien duro- dije cuando mi tío pellizcaba mis duros pezones por debajo del top
-Vas a pedir más puta, vas a disfrutar más que con el imbécil de tu vecino, te gusto follartelo verdad zorra?- me dijo mientras me cogía duro mi culo y me pegaba suavemente
-Si tío, soy muy zorra así que me gusto cogérmelo- dije ya muy excitada, quería ya esa verga dentro
Mi tío me dejo por un momento en el sofá a cuatro patas, corrió hasta la ventana y corrió las cortinas. En este momento se podía ver todo lo que hacíamos desde afuera.
-Que haces tío? Nos van a ver!- le grite ya muy nerviosa, pero eso no quita lo excitada que estaba
-Voy a castigarte por ser tan puta con tu vecinito, así que quiero que corras esos pantis y te masturbes mirando hacia la ventana
-Pero Tío, pasa mucha gente- intente retener pero en el fondo quería hacerlo
-No me importa, demuestra lo puta que eres.
Cerré los ojos y abrí mis piernas dejando ver mi coño depilado, con una mano empecé a pasarme los dedos por mis labios vaginales imaginando que era el pene de mi tío, y con la otra mano tocaba mis pezones duros y me masajeaba las tetas con rudeza. Estaba mojadisima.