Normalmente no soy de tener conflictos, trato de llevarme bien con todo el mundo. Pero conocí a Pedro, en la universidad. Pedro estudiaba conmigo, casi todas nuestras clases las llevábamos juntos. Siempre traté de llevarnos bien, pero con Pedro no se podía. Pedro era el típico engreído con dinero. Su familia tenía mucho dinero y Pedro era hijo único. Sus padres lo consentían en todo lo que quería. Cada vez que Pedro llegaba a la universidad, en su auto deportivo obviamente, trataba de hacer sentir menos a los demás. Se jactaba de tener más dinero que nosotros y se sentía superior.
Infidelidad
Mi vecina embarazada
-Halo vecina ¿Cómo ha estado? –Pregunté pasando por su lado. Ella era una mujer de unos 31 años, muy guapa de rostro, con un cuerpo normal, sin muchos senos, pero con unas nalgas pronunciadas.
-Bien, vecino. –Respondió ella terminando de abrir la puerta de su casa.-¿y usted como ha estado?
-Muy bien, muy bien, gracias. –Respondí parándome frente a mi puerta, metiendo la llave y abriéndola.- ¿Cómo está la barriguita?
Más que una buena amistad
A diferencia de todo lo que he escrito, esta historia es 100% real y por primera vez relatada con permiso. ¿Cómo es eso? Bien. Les contaré.
Tengo una amiga llamada Betzabe. Ella es blanca, de 1.65, delgada, caderas amplias y pechos medianos.
Todo comenzó en una reunion para festejar el cumpleaños de dicha amiga.
Sé que suena un poco trillado. ¿Pero qué más puedo decir?
Mi amiga seductora
Quizás el fetiche viene desde niños y no lo miramos con aquello… Pero de algo hemos aprendido que siempre una mujer de pechos voluptuosas va a sorprendernos con algún escote que nos dé dolor de muelas o de perdernos en aquellos montes.
Esa es una fantasía que cumplí hace meses atrás cuando conocí a una chica en una comunidad. Viene del sur y siempre ha mostrado ser una persona agradable y dulce, empezamos a conversar en aquella junta, nos pasamos nuestros números y llegando a casa empezamos a hablar. Uno nunca se mira por el lado físico de las personas, la verdad me encanta como son en la cama y como usan su mente para seducir, más allá de un gusto único que tengo… Los detalles y el buen vestir.
Pagué caro mi infidelidad
Mi nombre es Carlos y tengo 38 años y mi mujer tiene 35, tenemos 9 años de vivir juntos y me gustaría contarles que mi mujer de piel blanca, con una estatura promedio, tiene unas tetas muy grandes y un culo enorme, pero hace seis meses la engañé con una amiga del trabajo y mi mujer se dio cuenta.
Nuestra relación casi se termina, pero hablamos y tuve que pedirle perdón y ella aceptó. Pero hace dos meses, en una ocasión que estábamos haciendo el amor ella me dijo que no lo había olvidado y que quizá algún día me lo haría pagar, algo a no le puse atención.
Mi amigo se garchó a mi novia
Mi nombre es Marcos, tengo 22 años y hace 8 meses me fui a vivir con mi ex novia de 21 años a un departamento y digo ex novia porque ahora le anda comiendo el pito a un compañero de trabajo.
Seguramente llamar a Pablo (33 años) fue una de mis peores decisiones en la vida, si me hubiera imaginado que se calentaría al ver a una rubiecita con un par de buenas tetas nunca lo hubiera llamado para que me ayudase a subir los muebles a mi departamento, los hubiera subido yo mismo. También cabe decir que mi ex novia le siguió su jueguito erótico y yo se lo permití porque me calentaba que ella sea manoseada por él.
Infiel a mi novio con extranjero de una verga enorme
Después de aquella experiencia con esos cuatro sementales venezolanos, mi vida cambió, la relación con mi novio ya no me satisfacía, no era mal amante, pero le faltaba esa pasión, esa creatividad, esa forma de moverse tan candente y esa profundidad, eso era realmente coger, con mi novio era simplemente sexo, extrañaba esa tremenda cogida que me habían dado esos machos, pero no me atrevía a buscarlos nuevamente, me sentía culpable con mi novio e intentaba que todo regresara a la normalidad.