En realidad, el conjunto de confesiones que voy a realizar supone vencer el peso de la sociedad conservadora en la que he vivido, y desde luego poner al descubierto las actividades sexuales tanto mías como las de mi marido, el cual me ha alentado desde luego a este atrevimiento pues como se darán cuenta, ha sido extremadamente permisivo con mi sexualidad.
Actualmente tengo 28 años, aunque me esté mal el decirlo soy una hembra muy guapa, me casé a los 18 años y mi esposo es algo mayor que yo sin embargo nuestro mundo sexual ha estado lleno siempre de sorpresas y satisfacciones que me han convertido paulatinamente en una hembra muy puta.