Tengo una esposa maravillosa, tenemos aproximadamente 15 años juntos y hace 7 años pasamos momentos difíciles en nuestra relación. Estábamos envueltos en la monotonía del trabajo y la crianza de los niños, nuestras relaciones íntimas eran muy rutinarias y no dedicábamos el tiempo suficiente a nuestra vida de pareja, siempre era por trabajo o por no tener quien se quedara con los niños.
Infidelidad
Mi novia me engaña con su jefe
Me llamo Martín tengo 26 años y disfruto de una relación con Saira (25 años), desde hace 5 años. Saira es extremadamente delgada, pero con unas tetas muy firmes y de buen tamaño, además con un culo muy bien formado, sin embargo, es guapísima, tiene una cara angelical y unos labios que claramente invitan a imaginarlos mientras succionan tu miembro hasta desmayar.
Lo hice cornudo para vengarme
Si alguna persona que lee este relato me viese caminando por la calle llevando a mis hijos a la escuela o comprando en el mercado, ni se detendrían a mirarme, llevo un perfil muy bajo, habría que ser muy buen observador para darse cuenta que debajo de las prendas que utilizo cuando salgo a la calle se mueve un cuerpo que es indirectamente proporcional con mi apariencia externa, menos aún ustedes podrían imaginar lo que esa mujer sería capaz de hacer en circunstancias que están muy lejos de sucederle a un ama de casa apegada a las tareas hogareñas y de perfil sumiso.
Me cogí al esposo de mi mejor amiga
Cómo ustedes sabrán, hace 3 años operaron a mi esposo, pues como esposa abnegada no podía dejarlo solo y obviamente lo cuide y estuve al pendiente de él.
Estuvo casi un mes de incapacidad, y por obvias razones no podía coger, ni con él ni con nadie ya que lo estaba cuidando como la esposa amorosa que soy.
Pervirtiendo a un matrimonio
Los que hayan leído mis anteriores relatos, recordaran como unos amigos me habían llevado a su casa de campo, donde tuve una aventura, con un negro muy bien dotado que les cuidaba las caballerizas, mientras ellos dormían la siesta, al regresar, fui a comprobar si seguían dormidos, efectivamente lo estaban y desnudos encima de la cama, sentí un fuerte deseo de pervertirlos, y en la siguiente visita que hice con ellos comencé a desarrollar mi plan.
Un breve encuentro entre casados infieles
“Dame una razón para seguir amándonos”. La frase de su esposa aún resuena en su cabeza desde hace días, desde aquella noche, mientras remueve con la guinda el Manhattan que se está tomando en la barra del Dry Martini.
Hotwife, me fui de puta sin avisar
Nos gustaba no planear las cosas, y así fue como sucedió.
Era el día de la entrega y me tocó retirar los materiales sobrantes y pensé que él no estaría presente.
De pronto recibí su mensaje en donde me decía «ábreme estoy abajo», abrí el portón, subimos al departamento y llegó un mensaje del cliente que venía retrasada, tardaba como 40 minutos en llegar.