Después de 15 días de haber tenido mi segunda experiencia extramatrimonial en el putero, y el siguiente fin de semana la llegada de mi marido, hicimos el sexo muy intensamente, yo tenía de cierta forma un sentimiento de culpa por haberle sido infiel y quise recompensarlo con mucha pasión de mi parte.
El lunes, de nueva cuenta mi marido se fue de viaje y pasé todo el resto de la semana ocupada en mis quehaceres domésticos y laborales. Pero cuando llegó el viernes, fui a la oficina telefónica a realizar el pago correspondiente, la fila era larga, así que me formé.