Nací con un particularidad que me destaca desde muy chica, soy culona, la verdad no me molesta pero me acompaña como un sello distintivo en mi familia, casi una cuestión de herencia genética, las mujeres llevábamos el culo en nuestra sangre. Mi abuela era culona, mi mamá es culona, yo soy culona. En realidad no me molesta pero es medio incomodo tener un faro que atrae la mirada de hombres y mujeres. Ya de adolescente llamaba la atención de profesores y de los padres de mis amigas, muchas veces lo tapaba con algún buzo o una remera que me ataba en la cintura.