Así que un viernes hablamos para ponernos de acuerdo sobre el lugar en que nos conoceriamos y si se daba la química, pasaríamos a la intimidad. Mis nervios eran muchos pues nunca había estado con alguien de mi mismo sexo, pero también estaba muy exitada imaginando que como ella es una chica muy experimentada en estos menesteres sexuales, seguramente sería una realción placentera. Además yo le pedí que dada mi inexperiencia, fuera ella quien asumiera el papel dominante que dispusiera de mi hasta hacerme llegar al cielo y que después de eso, yo la obedecería en todo lo que me indicara para con ella.
El sábado por la tarde, ábrodé el autobús que me llevaría a esa noche mágica, en mi maleta llevaba lo que creí necesario para gustarle, una minifalda anaranjada brillosa muy entallada y cortita, una blusita blanca transparente y muy escotada, y demás enseres propios de nosotras.
Al llegar a la terminal de autobuses, tome un taxi que me llevó al hotel Romano Diana, me asignaron una habitación que pedí para dos personas, indicando al recepcionista que después llegaría ella.
En cuanto entré a la habitación entre al baño a ducharme, luego me arreglé con la ropa que ya describí y terminé mi arreglo con un perfume muy sensual, me puse una rosa en mi cabellera pues asi lo habíamos acordado para reconocernos, me puse un abrigo y baje para tomar un taxi. le di la dirección al taxista de un bar cantante ubicado en el centro de la ciudad, al llegar, le pedí al capitan de meseros que me asignara una mesa para dos personas, en un lugar donde no tuviera mucha concurrencia, me senté y pedí una copa de beiling, me quité el abrigo y lo acomodé en el respaldo de la silla, Los nervios me tenían temblando, pero al cabo de dos copas, empecé a tranquilizarme, vi mi reloj y ya eran las 11 de la noche, hora en que habiamos acordado Nancy y yo vernos, no debía tardar, pedí otra copa y Nancy no llegaba, pasaron casi 20 minutos cuando yo me desesperé y estaba a punto de pedir la cuenta para retirarme cuando escuché una voz femenina que me dijo: ¿Hola eres Rocío? cuando voltee a verla me encantó su presencia, Nancy es una mujer muy sensual morena clara de grandes bubis, acinturada y caderona, con unas hermosas piernas. Me estremecí de placer al contemplarla, repuesta ya de la sorpresa, le dije si, tu debes ser Nancy, ya tenía casi media hora esperándote y estaba a punto de retirarme, Nancy se sentó junto a mí, sonrrió y me dijo, mira bebé, yo acostumbro a llevar las reglas, es algo que esta noche aprenderás, asi que no quiero mas reclamos, sus manos rodearon mi cabeza y me jaló hacia su cara dándome un gran beso en la boca, yo no esperaba eso, al principio quise quitarme, pero sus manos me lo impidieron, luego me metió su lengua en la boca y empecé a sentir agrado por ese beso, beso que creo duró mas de dos minutos y que terminé correspondiéndole dándole yo también mi lengua.
Al fin me soltó y tuve que aspirar fuertemente pues me hacía falta aire. Ya repuesta vi como Nancy llamaba a un mesero para ordenar una botella de brandy con el servicio, después de la orden, me dijo: ¿ya vez como no hay problema alguno? tu flojita y cooperando para pasarnosla muy bien ¿de acuerdo? ok le dije, nuestra plática inició con preguntas comunes, sobre nuestras vidas, nuestros gustos etc. el lugar estaba a media luz dándole un ambiente sensual. Mientras platicábamos, bebiamos nuestras copas, una tras otra, ya entonadas por el alcohol, Nancy me dijo que tenía bonito cuerpo, buenas bubis, ricas nalgas y piernas muy sabrosas, me gustas mucho me dijo, poniendo una de sus manos en mis piernas, recorriéndolas casi todas. Mira Rocío, me dijo, ve mi cuerpo, ¿te gusta? yo recorrí con la vista su cuerpo, sus bubis me parecieron enormes, sus piernas muy bien formadas y le dije que estaba también muy hermosa, entonces Nancy se paró de la silla y me agarró una mano, sin soltarme, se volteó para que le viera sus grandes nalgas, puso mi mano en ellas para que se las tocara y le dije, pues si que tienes buenas nalgas, muy duras.
Nancy se volvió a sentar en la silla y seguimos bebiendo, nuestras manos recorrian mutuamente nuestras piernas, y en un acercamiento que tuvieron nuestras caras, Nancy me volvió a besar, nuestra respiración era muy agitada, mientras yo sentía calambrillos en mi vientre, Nancy puso una mano en mis bubis y empezó a acariciarmelos, me sacó una chiche y me apretaba deliciosamente el pezón, que poco a poco se fue parando y poniéndose muy durito.
Yo estaba realmente muy exitada, muy mojada de la vagina y deseosa de sexo, pero no imaginaba ese sexo, pues yo quería una vergota dentro de mi rajita, Nancy notó mi grado de calentura y me dijo, Bueno Roci, a lo que venimos, ¿quieres que nos vayamos a hacer pajitas? yo no podía negarme, si, vamonos pues, pagué la cuenta y nos salimos del bar. Yo esperaba tomar un taxi pero Nancy me dijo, yo traigo automóvil, vente chiquita, me abrazó y caminamos hasta donde estaba su automóvil.
Mientras ella manejaba, con una mano me acariciaba una pierna, y me ordenó con voz autoritaria que yo le agarrara la raja, y le sacara un pecho para que le diera unas mordiditas en el pezón, cuando mi mano tocó su raja, sentí mucha humedad, tenia la tanga empapada, y su pezón estaba super paradito, puse mi boca frente a su pezón y le daba unas ricas mordidas, asi, asi muerdemelas. hasta que llegamos a un motel entro con el auto hasta la habitación y bajamos del coche.
Si todo hasta ese momento había sido riquisimo, no podía imaginar lo que pasaría en la cama…….. pero esto se los contaré en el siguiente relato.