Soy Alicia, actualmente soy casada, con dos hijos, y quisiera relatarles la mejor relación que he tenido en mi vida, que fue cuando tenía 18 añitos y era soltera. En ese entonces era bien delgada, piernas largas, cabello castaño liso, senos pequeños y con poca experiencia sexual, fui desvirgada por mi primer novio a los 16, desde entonces me mantenía muy cachonda.
De los primos, en el caso de las mujeres yo soy la mayor, pero tengo primos varones habían dos más grandes en edad, tenían entre 21 y 22 años; sus nombres aunque cambiados eran Manuel y Jaime, los dos eran muy apuestos y varoniles, pero tenían fama de rompe corazones, solo estaban con las chicas, hasta que lograban acostarse con ellas, luego las dejaban.
Esto sucedió para las fiestas de año nuevo, nuestros padres nos habían dejado en la casa de un tío, éramos seis primos. A eso de las 10:00 de la noche, Manuel y Jaime que eran los primos mayores, enviaron a acostarse a los otros tres primos menores, así que me quedé con ellos en la sala. Eso no fue casualidad, sino que ellos tenían todo planeado para seducirme esa noche. Yo nunca había pensado en tener sexo con mis primos, aunque tuve más de algún sueño húmedo con ellos en ese tiempo.
Ese día yo vestía un pantalón jeans azul, una blusita amarillas pegada de tirantes, no tenía brazier, ya que era una época de calor. Mi braguita era rosada y no era escandalosa. Yo estaba sentada en medio de los primos, en eso empezaron a acariciarme los brazos mientras me hacía preguntas de índole sexual, como, -ya lo has hecho con tu novio??-, -se la has mamado a tu novio??- de alguna forma yo sentía muy pesadas las preguntas, pero, no me escandalizaba por ellas. Manuel fue el primero en tratar de tocarme los senos sobre la blusa. –oye que te pasa!!- le dije la primera vez. Manuel desistió un momento, pero luego volvió a la carga. El estar entre estos dos hombres apuestos y cachondos me puso rápidamente excitada, luego Manuel me tocaba los senos y yo ya no decía nada. Jaime por su parte me tocaba sobre el pantalón las piernas.
Ellos también me endulzaron el oído diciéndome cosas bonitas, como –que linda estas primita!!-, -primita como haz crecido, ya eres toda una mujer!!- y cosas como esas. Manuel fue el primero que busco darme un beso en la boca, yo dudé un momento pero, también quería experimentar algo. Así que nos dimos un besito bastante tierno en la boca acompañado de un poquito de lengüita. Apenas me solté de su boca, me recibió también Jaime para darle uno a él. La atmósfera sexual que había nos fue envolviendo poco a poco. Mientras besaba a Jaime ahora con un beso más húmedo, Manuel me fue metiendo la mano por debajo de la blusa para tocarme mis senos, con la yema de sus dedos me acarició los pezones, sentí unas cosquillitas como un hormigueo en mis senos.
Después, Manuel me subió la blusa dejando mis senos al aire libre, sentí su boca apretar mis senos y sus labios chupar mis pezones. A pesar que mi novio me chupaba frecuentemente mis senos, sentí más deliciosa la lengua de mi primo, tal vez porque era mi primo y estaba con dos hombres a la vez. Los juegos sexuales siguieron y mis primos se turnaban para besarme mientras el otro me acariciaba y me chupaba los senos, pronto entramos en calor, Manuel que era el primo que tomaba la iniciativa me quitó por completo la blusita, por un momento tuve a cada primo en cada uno de mis pequeños senos, el contacto de sus lenguas en mis pezones me ponía más caliente, sentía una corriente eléctrica en mi espalda, como nunca la había sentido.
Fue nuevamente Manuel quien empezó a desabrocharme el pantalón, me dijo que me sentara en sus piernas, lo hice, me desabrochó mi pantalón y me bajo el cierre, mis braguitas rosadas salieron a la luz, quise todavía impedir que me bajara el cierre, pero él tenía más fuerza que yo, además Jaime me estaba mamando los dos senos por turnos.
Yo además ya estaba excitada, estaba gimiendo y cerrando los ojos para degustar estos jueguitos. Manuel metió su mano hacia adentro de mi jeans por debajo de mis braguitas y acarició mi vulvita, luego audaz mente metió su mano en mi calzón y tocó mi vulvita rasuradita, me jaló hacia él y me volteo la cabeza para darme un húmedo beso de lengua. Así me dominó. Acariciándome los labios vaginales mientras me besaba y Jaime dándose gusto con mis pezones.
Luego, Manuel me puso de pie y me pidió que me quitara los pantalones, lo hice también sin chistar, para ello tuve que quitarme también mis zapatos tenis, así que quedé solo con mis braguitas puestas, me sentaron otra vez en medio de ellos, esta vez me abrieron las piernas, cada una la puse sobre los muslos de cada primo, Jaime me empezó a besar tiernamente, las manos de ambos me acariciaron la entrepierna, llegando hasta mi vulva cubierta solo por la tela delgada de mi ropa íntima, quise detener sus manos, pero fue imposible. Alguno de ellos movió mis braguitas y comenzaron a jugar con mis labios vaginales. –Uyy esta mojadita ya!!- dijo Manuel, y era cierto, yo ya había vaciado mis líquidos lubricantes en mi rajita, sus dedos jugaron con mi vulva y mi clítoris. Yo gemía con respiraciones profundas.
En eso, fue siempre Manuel que tomó la iniciativa, se deslizó hacía abajo en el sofá y con su lengua recorrió toda mi intimidad, ohhh que placer!!, la punta de su lengua llegó a todos lados de mi rajita, gemí, pero los labios de Jaime me callaron prontamente. Manuel hundió toda su cara entre mis piernas y me comenzó a comer el coñito, en eso, Jaime se puso de pie y se quitó el pantalón y la camisa, quedó solo en camiseta, se paró sobre el sofá y me puso su verga erecta frente a mi cara, era obvio que quería que se la mamara, la tomé con una mano y me la llevé a la boca, su pene era más grueso que largo, le lamí el glande varias veces, eso lo hizo jadear de pasión, luego lo incruste dentro de mi boca para chuparlo desenfrenadamente. A todo eso Manuel abría con sus dedos mis labios vaginales y lamía toda la entrada de mi rajita y el botoncito de mi clítoris, yo tenía que dejar de mamar la verga de Jaime para poder gemir porque ya no aguantaba más, tuve un rico orgasmo a los pocos minutos.
-Cambiemos!!- propuso Jaime, se bajó del sofá y se puso entre mis piernas abiertas, su lengua empezó por mi clítoris, lo tomó entre sus labios y lo apretó suavemente, me hizo cerrar los ojos y degustarlo; Manuel por su parte, se desvistió y tomó la posición que antes tenía Jaime y me puso su verga en la boca, su pene era enorme, largo y grueso, me tomó por la cabeza y empezó a meterlo y sacarlo de mi boca, como follandomela.
No me di cuenta en que momento, pero Jaime me incrustó un dedo dentro de mi vagina, luego lo comenzó a mover como masturbándome mientras me comía el clítoris. No conforme Jaime metió un segundo dedo en mi vagina, -Manuel!, Alicia esta sonadísima, ya está lista!!- dijo como indicando que ya era hora de penetrarme. Me tomó por los muslos, se colocó en medio y su pene lo puso en mi rajita y lo empujó, mis labios vaginales cedieron, luego la entrada de mi vagina cedió ante la fuerza y la dureza de su verga, sentí su glande abrir mi rajita y meterse dentro, gemí y casi chillé de placer, Jaime bombeo varias veces su falo para penetrarme hasta el final, luego entro en un ritmo suave entrando y saliendo de mi vagina, mientras Manuel seguía metiendo su verga entre mis labios. Era la mejor cogida que me habían dado hasta en ese entonces.
Manuel también quería metérmela, se quitó de mi boca y se sentó a mi lado, y me dijo que me sentara en su pija, Jaime dejó de metérmela y me puse de pie para sentarme de frente a Manuel. Su verga se fue metiendo más rápidamente esta segunda penetración, ya que mi rajita estaba llena de lubricación, me la metió hasta que sus huevos rebotaron en mis nalgas, la tenía toda metida, sentí que su falo me topaba por dentro, luego me hizo moverme hacia arriba y hacia abajo, mientras él jugaba con mis senos. Jaime se sentó a la par de nosotros y se estaba masturbando con sus propias manos. Cada sentada que me daba me sacaba gemidos de placer, pues sentía la dura carne de Manuel meterse hasta lo más profundo de mi vagina. –Ahora me toca!!- dijo Jaime como si se tratara de turnos, me levante y saqué la verga de Manuel de mi coño y ahora me senté de la misma forma sobre la verga de Jaime, nuevamente sentí la dura verga abrir mis paredes vaginales hasta el fondo. Luego nuevamente el vaivén de la follada. En pocos minutos tuve otro enorme orgasmo, casi chillé del clímax.
Allí estaba saltando en la vera de Jaime, moví la cabeza para ver a Manuel y no lo vi, tal vez fue al baño, pensé; no me imaginaba que Manual había ido a una habitación a traer un poco de aceite para bebe, me untó en el culo y luego lo hizo con su verga, -Que vas a hacer Manuel, por allí nadie me lo ha hecho!!- le dije un poco seria y preocupada. –
-Ahora vas a sentirte más mujer primita!!- se colocó flexionado sobre mi colita y su enorme verga empezó a puyarme el ano, el cual estaba cerrado por lo virgen que era y porque yo no estaba relajada, – tranquila primita!, relájate!!- me dijo, intenté hacerlo y cuando tuvo la oportunidad, Manuel me penetro el ano con su colorado glande, ya metido el glande en mi trasero, le fue más fácil penetrarme, sentí un dolor intenso, pero seguí relajándome, el dolor iba reduciéndose, y su verga iba adentrándose en mi recto, finalmente como si hubiera sido un victoria, Manuel emitió un grito de triunfo, su pija estaba toda metida en mi culito, ellos dos se fueron moviendo lentamente de modo que no me doliera, estaba doblemente clavada por sus vergas, poco a poco se fueron moviendo con más intensidad en mis dos agujeritos, al principio no le encontraba el placer, pero media vez se pusieron a moverse coordinadamente, casi vi estrellas, era un placer indescriptible, inmenso, jadee y grite como una perra, creí que podía despertar a mis otros primitos, así que tuve que controlarme.
Mis primos se turnaban para compartirse mi culito y mi vagina, me cambiaron en un par posiciones para seguirme gozando mis orificios. El primero en estallar fue Jaime y lo hizo cuando me cogía por el culo, por primera vez sentí la leche caliente de un hombre en mi recto, luego vi que Manuel también estaba por llegar y le recordé que no estábamos usando condón, así que cuando estaba por terminar, la sacó y se derramó en mi vientre. Yo estaba agotadísima, pero muy satisfecha por ese estupendo palo con mis primos.
Cuando pude corrí al baño a lavarme la rajita y mi culito, el cual todavía estaba semi abierto. Al regreso mis primos me felicitaron por ser una rica hembra y que cogía muy rico, lo cual fue un cumplido para mi corta edad y experiencia.
Este trio lo volvimos a repetir durante las vacaciones de medio año, ahora fue en la habitación de Jaime y nuevamente me embistieron en mis dos hambrientos orificios.
Después de muchos años recuerdo esas dos veces. Las únicas en mi vida en donde lo he hecho con dos hombres a la vez.