En esa época yo tenía unos 18 años, era un estudiante universitario, que tuvo que mudarse a la fuerza porque se había vendido el departamento donde vivía. Conseguí otro alquiler un poco más retirado, pero en fin lindo y con estacionamiento, era la condición que ponía mi papá para poder ingresar su auto cada vez que venía de visita.
Llegué y el primer día se acercó mi vecina de unos 26 años a decirme que la inquilina anterior le dejaba guardar su auto en el estacionamiento ya que el departamento de ella no contaba con uno, no le vi ningún problema salvo cuando vendría mi papá a visitarme.
Al rato baja Mario, el marido de Andrea (mis nuevos vecinos) me saluda muy amable y de forma educada, me dice que va a guardar el auto, me preguntó si me gustaba la cerveza a lo cual respondí que sí.
Me dijo entonces que el viernes iríamos a un bar que se había inaugurado en recompensa por dejarles usar mí garaje. Llego el viernes y evidentemente fuimos, Mario fue solo, le pregunté por Andrea y me dijo que se quedaba con su hijo, un chiquitín de unos 4 años con algunos problemas de motricidad.
En el bar Mario me contó que era abogado, tenían una buena posición económica, que le gustaban muchos los cabaret y garcharse a cuánta mujer se le cruce. Yo por el contrario venía de un noviazgo frustrado y no quería nada nuevo, me invitó para ir a un cabarute, pero le dije que no por no contar con dinero, él me dijo tranquilo pibe yo pago y fuimos.
Igual eso no es lo importante. Otro viernes, ya llevaba varios meses viviendo en mí nuevo departamento y había entablado una relación de confianza con mis vecinos. Llaman a mi puerta y era Andrea su sobrina se había accidentado y Mario estaba de viaje, me pidió llevarla al hospital para poder ver a su sobrina, una nena de unos 6 años y a su hermana.
Fuimos, Andrea bajo y más o menos a los cuarenta minutos volvió y me dijo no fue más que un susto. Volvimos al edificio en el cual vivíamos ambos, sinceramente nunca se me cruzó por la cabeza lo que iba a pasar esa vez, Andrea era de 1,60 de altura morocha de lindas tetas no muy grandes y un culazo terrible.
Al llegar me dice como puedo pagarte, a lo que yo respondo no es nada, ingreso a mi departamento y a los 5 minutos llaman de nuevo a mi puerta y era Andrea nuevamente (creo que lo había planeado o fue solo casualidad) me dice que en agradecimiento pidió algo para cenar y que fuéramos a su departamento, (yo fui sinceramente sin ninguna intención solo a cenar ya que sabía que tenía un hijo).
Llego la cena con una coca cola y un pack de cervezas. Me comentó que Mario había viajado y volvía recién en 4 días, y que por el accidente de su sobrina había dejado a su hijo con otra hermana que tenía, en ese momento pensamientos de sexo invadieron mi cabeza, pero seguí concentrado en la cena y las cervezas.
Al tomar 2 cervezas ella empezó a hablar, me contó que sabía las andanzas de Mario, pero que ella aguantaba todo por su hijo y ya que él también era el sustento económico de ella. Yo le dije que ella en sus tiempos libres debería probar estar con otros hombres ya que era joven aún, y así como Mario tenía sus aventuras ella tener las suyas, (ya le estaba insinuando algo).
Se terminaron esas 6 cervezas y ella pidió 6 más, seguimos charlando y me empezó a preguntar cosas de mi vida, le conté algo sobre mi ex, en fin, nada interesante, al finalizar las otras 6 cervezas ella ya estaba alcoholizada, hasta se había olvidado del accidente de su sobrina. En eso yo digo que me voy pues eran más o menos las 1:30hs de la mañana ella me dijo que pediría más cerveza que la estaba pasando muy bien conmigo, en eso preparé una trampa, aunque creo que ella ya estaba entregada, le propuse ver una película y ella dijo que sí que le gustaban las románticas.
Llegaron las otras 6 cervezas y el alcohol ya nos había liberado completamente, nos sentamos en un sofá y al pasarme las cerveza acariciaba su mano, ella no decía nada, luego apoyé una de mis manos en su pierna y tampoco dijo nada, no sabía si lanzarme del todo e ir a la entre pierna (pero decidí tranquilizar, estaba con mi vecina y eran más de las 2 de la mañana sabía que me la cogería en breve).
En un instante ella se recuesta sobre mi piernas y yo tenía una erección, ella la sintió y no dijo nada. En un momento, no sé qué película era ya que no miro películas y no conozco de actores, en esta que estábamos viendo había una escena de sexo, ella empieza a tocarse la entrepierna y ahí si me tiré de cabeza, empecé a tocarle las tetas por encima de la remera, ella gemía y no decía nada.
Luego metí mí mano por debajo y empecé a acariciarle las tetas por debajo y tiré mi otra mano a su entre pierna, ella disfrutaba, pero sin decir una palabra. Después se sacó la remera y el sostén, dejando sus lindas tetas afuera, se arrodilló frente a me quito los pantalones y empieza mamarme de una forma única, nunca antes lo habían hecho de esa manera, la cuestión es que en minutos acabe en su garganta sin decir nada, ya que llevábamos cómo 40 minutos de toqueteo y ya estaba muy excitado, ella se tragó toda la leche y fue al baño. A los 5 minutos volvió completamente desnuda y me dijo cogeme en el sofá, no en la cama que duermo con mi marido.
Me saqué la remera y ella se puso de 4 en el sofá, yo le separé las nalgas y empecé a chupar su conchita y culo, muy ricos ambos después de un rato ella me dijo métela ya que me estoy por venir y así lo hice, cógeme duro me dijo a los pocos segundos gimió y gimió y tuvo un terrible orgasmo.
Me pidió qué le saqué la pija y me empezó a mamar de nuevo y me dijo venite otra vez en mi boca que tu leche es muy rica y así lo hice se le cayó un poco por las tetas. Sin darnos cuenta se hicieron las 5 de la mañana. Por ser tan joven y boludo como decimos en mi país, ya que había cogido con otras chicas, pero sin compromiso y menos una vecina, ¿le pregunté y como quedamos ahora Andrea?
Ella me respondió vendrás a hacerme compañía cuando me sienta sola y tengo otras cosas para mostrarte. Ella salió a mirar que no haya ningún vecino del edificio y después salí yo. Había tenido una de las mejores noches de mi vida con una mujer casada. Hay más historias…