Tuvimos sexo muy caliente e intenso, y aquí les contaré cómo sucedió todo. Mi nombre es Michele, tengo 21 años y todavía vivo con mis padres. Vivimos en Guanajuato, mi padre tiene una tienda de ropa y mi madre y yo lo ayudamos. Un negocio familiar muy prometedor que ayuda a mantener a toda la familia. No voy a ir a la universidad, pero ya gano mi propio dinero ayudando a cuidar la tienda de mis padres.
Mi padre tiene un amigo que se llama Marco, es un señor mayor, tiene 43 años. Sin embargo, a pesar de que es viejo, es guapo y muy encantador. Tiene el pelo blanco, pero es un moreno fuerte, alto y todavía muy guapo. Sin duda el anciano más encantador y apuesto de nuestra ciudad, y confieso que es mucho más atractivo que muchos jóvenes por ahí. Para colmo sigue soltero, se divorció de su mujer hace unos meses y ahora disfruta de la vida.
Como es un hombre muy guapo a pesar de que tiene 43 años, todas las mujeres y los jóvenes lo quieren. Y como él sabe eso, solo toma las más hermosas, y yo tenía muchas ganas de estar con este hombre. Entonces, un día llegó una chaqueta de cuero que Marco le había pedido a mi padre. Iba a llevársela, pero le pedí que lo hiciera, le dije que tenía que irme a casa y que aprovecharía para dejar la chaqueta en casa de Marco, mi padre me dejó y yo estaba toda contenta y un poco nerviosa.
Al llegar allí me invitó a pasar, se probó la chaqueta y yo estaba muy emocionado por él. Y Marco incluso me preguntó si estaba bien porque estaba paralizada mirándolo. Tenía muchas ganas de sexo con este hombre y la forma en que miré su pene sabía lo que quería. Me miraba con cara de picardía y riéndose, me puse toda nerviosa, se sentó a mi lado, me tomó de la mano y terminé besándolo en la boca. Rápidamente se alejó y dijo que eso estaba mal, que yo era joven y que todavía era la hija de su amigo.
No lo acepté y me acerqué a él, me senté en su regazo y lo besé en la boca. Le dije que se olvidara de mi padre y que solo se concentrara en lo que tenía delante. Luego me agarró y me dio un beso muy sabroso, yo ya me estaba quitando la ropa y Marco me la chupó por todas partes, chupó mis pechos y mi coño volviéndome loca de placer. También le chupé el pene y luego él quiso tener sexo anal, y yo estaba tan emocionada que acepté.
Me puse a cuatro patas en el sofá y empezó a chuparme el coño y el culo. Entonces su enorme pene empezó a entrar en mi culo y yo estaba gritando de dolor y placer. Me estaba penetrando con fuerza y pegándome en el culo, terminé disfrutando y el viejo cabrón también. Mi trasero estaba bien abierto y cubierto de leche, pero extremadamente excitado. Luego tuve que darme una ducha para poder volver al trabajo, era tan delicioso y era la primera vez que tenía sexo anal con un hombre mucho mayor.