Me llamo Roberto y un día llegué a casa temprano del trabajo y empecé a escuchar un intenso gemido que provenía de la habitación de mi hija. Decidí ir allí para ver qué pasaba y la puerta estaba ligeramente abierta. Y pude ver a mi hija chupándole la polla a un amigo y a él metiéndole el dedo en el coño.
Y esa escena me estaba dejando muy excitado, porque podía ver a mi hija de 18 años toda peladinha haciendo sexo oral en la polla de su amigo. Y entonces dejó de mamar y dijo que se sentaría en su polla, pero que tendría que penetrarla lentamente porque era virgen y nunca había tenido sexo. Y esta sería su primera vez y eso me puso aún más cachondo.
Luego se tumbó y su amigo se puso encima de ella y empezó a besar la boca de mi hija y a meterle la polla dentro del coño, excitándola aún más. Y mi hija gemía suavemente y muy sabroso mientras la polla entraba en su coño. Ella estaba tomando la polla en el coño por primera vez y estaba disfrutando mucho.
Y después de acostarse quiso sentarse en la polla de su amigo. Y esto me estaba dejando aún más excitado y ya me saqué la polla y empecé a masturbarme intensamtente. Y la safadinha gemía y se agarraba a mi pecho mientras la polla entraba con fuerza en su coño. Después dijo que se iba a poner a cuatro patas como una actriz porno muy traviesa.
Y se puso a cuatro patas con el culo agachado y le dijo al cabrón que fuera penetrando su coño con fuerza. Y le daba palmadas en el culo a mi hija y eso me ponía muy cachondo. Y empecé a masturbarme mucho viendo a mi propia hija teniendo sexo. Ella gimió muy sabroso y pidió el bastardo es decir, penetrar con fuerza su coño perfecto delicioso.
Y vi que su coño goteaba sangre, y que había perdido su virginidad. Y terminé disfrutando de ver a mi hija convertirse en mujer. Y luego me fui a mi habitación porque no quería que supieran que estaba allí. Y seguí recordando toda la noche a mi hija desnuda tomando la polla en su apretado y caliente coño.