Siempre en el interior de cada mujer, hay algo encerrado que es saber lo que sienten las prostitutas, al estar con varios hombres diferentes, mi duda se inició cuando por la calle yo regresaba a mi casa y pasaba por una zona donde había prostitución, entonces veía a las mujeres, en las calles ofreciendo sus servicios a los hombres, y todo eso se repetía diariamente ya que salía tarde del trabajo y mientras manejaba las veía.
Un día que mi coche se fue al servicio y un taxista ya grande me llevó a casa, al pasar por la zona, puse mi cara de indignada, y le dije que eso no debía de estar pasando en las calles, que todo el mundo veía esas cosas, él me dijo que era normal, que las prostitutas se ganaban la vida así.
Entonces entre plática y plática, él me dio los pormenores de que cuanto cobran, donde se ponen y demás cosas, después de dejarme el taxista en la puerta de mi casa, me metí rápido a la cama y saqué un vibrador, y me lo metí dentro de mi vagina, y pensando en que yo era una prostituta complaciendo a mis clientes tuve un orgasmo fenomenal, entonces me dije a mi misma “por qué no”.
Esperé mis vacaciones, y entonces me fui preparando mientras tanto, comprando medias, minifaldas, pinturas y demás cosas. Al llegar mis vacaciones, como a eso de las 10 de la noche me empecé a arreglar, de manera que me viera como una de esas chicas de la calle, entonces tome mi coche y por una de las calles aledañas me estacioné y me dirigí caminando hacia la calle donde estaban todas las prostitutas.
Al llegar enseguida me rodearon tres de ellas y me dijeron que ahí no me podía quedar porque era su zona, entonces les dije que yo venía de fuera, y que solo quería completar mi pasaje, que no fueran malas y me dejaran trabajar, después de estar discutiendo un rato dijeron que estaba bien si les pasaba el 30 % de lo que ganara, yo les dije que si.
Llegó mi primer cliente, era un tipo viejo y feo, me dijo que cuanto le cobraba por solo una mamada, entonces le dije que tanto, él dijo “estás muy elevada de precio, pero me gustaste y te lo voy a pagar”.
Entonces con gran nervio me subí al coche, y le dije a qué motel iríamos, él se rio y dijo que no, que se lo hiciera en el coche. Buscó un lugar oscuro, y se estacionó, entonces se bajó la cremallera y se sacó su pene, me tomó por el cuello y me bajó, yo primeramente le empecé a pasar mi lengua por su glande y después me la metí, mientras le acariciaba los testículos, pero solo duró un instante, y me dijo “no quiero mancharme así que trágate todo”. Al terminar de decir esto mi boca se llenó de semen y empecé a tragarlo todo hasta que la tranca quedó totalmente flácida y totalmente limpia, entonces me fue a dejar al lugar donde me había encontrado.
Al llegar al lugar tuve que repartir mi dinero, con las otras para que me siguieran dando chance de trabajar, entonces me dirigí a la orilla de la banqueta, y después de un rato se paró un coche, era una pareja, marido y mujer, él me dijo cuanto les cobraba por atenderlos a ambos, y les di el precio, sin decir nada me pagaron, me subí al coche en la parte delantera, en medio de ellos.
La mujer, me metió la mano entre mis piernas y me empezó a masturbar, llegamos a unos departamentos y entramos, fuimos a una habitación nos desnudamos los tres y ella se recostó, él me empujó hacia ella y le empecé a chupar su clítoris, mientras ella le mamaba la tranca a él.
Después de un rato cambiamos de posición, entonces él la penetró y me dijo que me sentara en la cara de ella, así lo hice y me empezó a chupar deliciosamente, y así estuvimos largo rato cambiando de posiciones, hasta que él iba a eyacular, nos puso a las dos hincadas de frente a su pene, y lanzó largos chorros de semen, en la boca de cada una, y después entre las dos lamíamos su tranca, terminando en un gran beso, entre ella y yo, compartiendo el poco semen que nos quedaba en la boca. Me fueron a dejar a donde me habían encontrado, y me pagaron, y de nuevo repartí parte de mis ganancias con las demás.
Al poco rato llegó un coche con 4 tipos dentro de él, se acercaron hacia a mí, y me preguntaron que cuanto les cobraría por una fiestecita privada, entonces les di el precio y me dijeron que me darían lo doble, pero a condición que hiciera todo lo que ellos querían.
Después de estar discutiendo por largo rato, les dije que estaba bien, pero si me daban un poco más de dinero, entonces discutieron un largo rato y me dijeron que sí. Me subí en la parte de atrás del coche con dos de los tipos, yo me imaginaba que ahí iba a empezar todo, pero ni me tocaron.
Llegamos a una casa distante de la ciudad como a unos 10 kilómetros, entramos a esa casa, y me llevaron hacia una habitación, entonces de momento uno de ellos me empujó a la cama, caí en ella, al darme vuelta vi que todos se estaban desnudando, yo no sabía que hacer me quedé inmóvil, vi que todos tenían unas trancas descomunales.
Uno de ellos se me acercó y me dijo “desnúdate”, yo lo hice rápidamente, no quería hacerlos enojar, entonces se acerca a mí, y puso su tranca a la altura de mi boca y me dijo que se la agarrara, así lo hice, entonces me dijo “escúpela”, y la escupí, “y ahora trágatela” y de un solo golpe me la metí a la boca, mientras los otros por turnos, me pellizcaban los senos, me metían sus dedos dentro de mi vagina.
Entonces al que se la estaba mamando, me la sacó de la boca y se dio la vuelta poniéndome sus nalgas en la cara, y me dijo “lámeme el ano”, yo nunca había hecho una cosa así, pero lo hice, le pasé mi lengua por todo su ano, después me pidió que le metiera la lengua en el ano y así lo hice la puse dura y se la metí.
Después de un rato, uno de ellos me empezó a escupir en mi vagina y empezó a tratar de meterme todos los dedos de su mano en mi rajita, la cual me dolía, entonces me levantó e hizo que me sentara en su tranca yo me la clavé hasta el fondo, entonces otro se puso frente a mi y con mucha fuerza, también me la metió, tenía dos trancas dentro de mi vagina al mismo tiempo, la verdad es que al principio me dolió muchísimo, pero después mi vagina se dilató y fue algo placentero.
Después de un rato se separaron de mí, y los otros dos me tomaron, me monté sobre uno de ellos y el otro por atrás me la metió en el ano, estaba siendo doblemente penetrada, y los otros dos se pusieron frente a mí, entonces yo me turnaba en chuparles el pene a cada uno.
Estuvimos por largo tiempo así entonces, me sentaron y tenía las cuatro trancas cerca de mi boca, y se la chupaba, entonces uno a uno, se empezaron a venir, eyaculando en mi boca. Yo no podía con tanto semen, se me escurría por toda la cara, por mis senos, e incluso goteaba por mi vagina, fue descomunal.
Entonces uno de ellos dijo “creo que a esta putilla le hace falta un baño”, me llevaron al baño, y me sentaron en la tina, entonces uno de ellos apuntando su pene a mi cara me empezó a orinar, los demás aplaudían, yo nunca había sentido eso, pero no sé porque abrí mi boca, para que los chorros de orines entraran en ella, y así uno a uno me orinaron, hasta que me pidieron que yo les enseñara como orinaba, y así lo hice, me puse de pie, recargué mis manos sobre la pared y de espaldas empecé a orinar y todos aplaudían.
Me pagaron muy bien, yo ya estaba cansada, dos de ellos me fueron a dejar a donde me habían encontrado. Y de nuevo repartí el dinero entre mis compañeras ya de trabajo.